5 de febrero de 2007

Alanis rompe con su novio... ¡Ayns!

Hombre, el hecho de que la grandísima cantante Alanis Morissette estuviera saliendo con un chico desde 2002 y acabe de anunciar que se han separado amistosamente no dejaría de ser para mi una noticia relativamente instrascentente, pero...


...es que si el novio del que hablamos es Ryan Reynolds, interesante actor (interpretativamente hablando) y que... bueno, creo que salta a la vista viendo la foto... lo único que se me viene a la cabeza es:

¡Qué lastimaaaaaaaa!

Un abrazo.

2 años de blog

Casi se me pasa, por no decir que se me pasa completamente, el hecho de que el pasado sábado este blog cumplió 2 años de existencia. ¡Diantres!.
Han pasado muchas cosas desde que me decidí a abrir este rincón tan estrambótico. Cuando lo hice, fue porque mi entonces novio se había animado a abrir uno, y me apetecía hacer la prueba de poner a prueba mi capacidad de expresión.
Dos años después, me doy cuenta de que si bien he tomado ciertas manías a la hora de escribir, algo he evolucionado. También en el sentido de que esto no debe ni puede ser más que una forma de airear mi mente, mi alma, mi corazón, desde la parte más trascendental hasta la más banal y superficial. Porque así soy yo... temperamental y variable. A veces ángel, a veces demonio (como dice la desgastada frase).
Pese a que este Blog ha demostrado en más de una ocasión ser un arma arrojadiza detonante de muchas cosas buenas y malas, el balance es muy positivo. Estoy feliz de escribir con más o menos asiduidad y de abrir mi corazón al mundo. Y pese a que muchas veces escriba cosas de forma visceral o poco acertada, no dejo de pensar que no es otra forma de evolucionar, de entender y de hacerme mayor en estos mundos virtuales.
Gracias a todos los que tenéis la delicadeza, valor y atrevimiento de leerme.
Un abrazo.

¡Me persigue el 69!

Me parece de coña o risa. Ya sé que es una tontería soberana lo que voy a decir, pero es más que anecdótico que mis dos números de teléfono más inmediatos terminen en 69.
Mi primer móvil lo tuve a los 19 años (usease, hace siete) y porque me había comprado un coche. Ya se sabe, si te quedas tirado necesitas comunicarte. Pero bueno, el caso es que cogí un número al azar, en uno de esos packs que se vendían entonces como el que compra barras de pan en las tiendas, de esos de cuesta 5.000 pesetas y te regalamos 20.000 en llamadas. Descubro luego que mi número finaliza en 6969. ¡Casi nada, oiga!. La gente cuando lo doy me pone caras de lo más picassianas, o bien se creen que me quedo con ellos, o bien se creen que quiero ligar con ellos. Pero bueno, al fin y al cabo, te ríes con la tontería.
He cambiado de operador un par de veces en estos 7 años y siempre he mantenido el número. Pereza ante todo, supongo, porque me gusta tener mi número fijo, no cambiarlo nunca.
El sábado me pusieron la línea fija en mi nueva casa. Y sí, una vez más... el número termina en 69. Casi me descojono cuando me dicen el numerito de marras.
El 69 me persigue. Bueno, al menos tenía que tener algún elemento picantote en mi vida, aunque sea meramente numérico.
¡Abrazos!.