31 de julio de 2007

To forgive. To be forgiven.

Perdonar y perdonado. A veces, muchas veces todo gira en torno a esas dos palabras, y nada más. Los seres humanos sin excepción cometemos errores casi constantemente, siempre dentro de un caótico mar de virtudes y defectos que intentan convivir de manera más o menos pacífica. Algo que, lamentablemente, no siempre se da.

Y sin embargo, el poder de ambas palabras son las que casi siempre mueven el mundo, o lo condenan. ¿Quién no ha perdonado algo alguna vez? ¿Quién no ha pedido perdón por algo? ¿Quién no ha recibido la alegría del perdón cuando era lo que más deseaba? ¿Quién no ha sufrido las consecuencias de un perdón que nunca llegó ni llegará? ¿Quién no ha rechazado las disculpas de alguien?.

Perdonar y perdonado. Ojalá siempre se diera el idílico caso de un error perdonado. Siempre depende de la profundidad del mismo y de las condiciones y contexto donde se produzca, así como de las personas implicadas y la naturaleza de las mismas. Todo es tan delicado, todo se produce dentro de un equilibrio tan frágil que asusta. Todo es tan sumamente susceptible de irse a la mierda que vacía las válvulas del corazón hasta dejarlas sin sangre.

Porque la búsqueda del perdón pocas veces es correspondida como debiera o desea.

Porque hay quien desea perdonar, pero su orgullo se lo impide.

Porque hay quien anhela el perdón pero nunca lo recibirá, y esa idea le consumirá toda la vida.

Porque hay quien dice que perdona, pero no lo hace de verdad.

Porque hay quien tiene que vérselas con el peor de los males: perdonarse a sí mismo. No hay lucha más dura ni ardua que esa, y de difícil victoria.

Porque algunas personas no tienen la palabra “perdón” en su diccionario.

Porque a veces, el perdón solo es una máscara para obtener un bien superior.

Yo, sin alusiones ni referencias a ninguna religión (pues en verdad no profeso ninguna en concreto), creo que el perdonar es un milagro, un acto de pura y absoluta bondad, un soplo de aire y vida dentro de ese burdo equilibrio en el que nos vemos inmersos y al que hacía referencia hace poco. Casi nada en esta vida es imperdonable. Y a nivel personal, creo que mi defecto al respecto es ser demasiado compasivo con los demás, y nada o casi nada conmigo mismo. Eso, a veces, es doloroso.

Pero solo a veces. Cuando duele mucho.

Un abrazo.

Onanismo veraniego

Ambos estaban tumbados en la cama, desnudos, al atardecer, mientras los restos de la tenue luz solar que aún permanecía en el exterior se intentaban colar por la ventana. La cortina anaranjada sumía el ambiente en una especie de sueño onanista, pues se respiraba la pasión de un reencuentro largamente esperado.

Se miraban a los ojos. Se acariciaban la tez del rostro. Se les sonrojaban las mejillas. Se decían obscenidades, y también cursiladas sin parangón. Todo entremezclado, pero perfectamente estudiado, lleno de complicidad. Era lo que ambos querían.

Sudaban, se tocaban por todas las partes de su piel. No había necesidad de inhibición. No había, tampoco, prisa. Se necesitaban. Era su sueño, un momento en el que el mundo se paraba completamente, en el que el espacio-tiempo realizaba una parada transitoria. Era su momento, su sueño, no había más que dos cuerpos entremezclados entre sudor, piel, sangre, fluídos y aliento destilado de morbo y ansiedad satisfecha.

Te quiero, le dijo uno al otro. El receptor recibió el mensaje con escepticismo. Sabía que no era verdad. Lo sabía perfectamente. Era un cuento, un relato inventado, más la necesidad de poder decirlo y ser correspondido que una realidad tangible. No había amor en ese cuarto. Pero no importaba; sea como fuere, otro Te quiero salió de la boca del segundo implicado. Porque sabía que no había otra respuesta posible.

Se mentían. Sí, así de descarado. Se estaban engañando a sí mismos. ¿O quizá no? Porque la realidad de un momento es solamente establecida por las personas implicadas, por el contexto que ellos crean, un mundo independiente, un universo de sensaciones artificiales. Y nada más. Todo lo demás se esfuma bajo el velo de otras muchas realidades. Y así es como sucedió.

Se vieron. Hicieron el amor. Estaban enamorados, no había nada de falso en ello. Hasta que, a la mañana siguiente, con las primeras luces del alba y el despertar perezoso tras una noche veraniega de pocas horas de sueño, y sí de muchos roces menores y mayores, la realidad entró por la ventana nuevamente.

El sueño se había terminado, al menos por el momento, y quizá no volvería hasta transcurridos muchos meses. Y cuando ambos llegaron a sus respectivos lugares de trabajo, pensaron que crear una burbuja de irrealidad como esa era, posiblemente, de las cosas más sensatas que podían hacer en su vida.

¡Adiós, mi amor!

El pasado viernes me encontraba en casa viendo la tele y planchando (cual maruja con estilo, ea) y viendo uno de los pocos programas decentes que hay actualmente en TV, Sé lo que hicisteis... cuando de repente, mostraron este... bueno... es que no encuentro el adjetivo... dejémoslo en que se supone que es un videoclip de una supuesta canción.

En verdad, una cosa así no puede pasar desapercibida... si podéis aguantarlo entero, vedlo hasta el final. ¡Si hasta la letra es pegadiza, aunque el pobre Delfín no tenga ni puñetera idea de lo que es una rima!.

Un abrazo.

PD: Cuando me fuiiiii a Nueva Yoooooork, pensé encontrarme con mi amorcitooooo...

29 de julio de 2007

Tensión baja

Confirmado: el mar y la costa me relajan. Directo desde el summum del ambiente chochiplayero cañí ibérico, solo superado por ese monumento a lo cutre llamado Benidorm, Torrevieja, donde estoy pasando un par de días de asueto en casa de mi tía y junto a Jose, Miguel, mi madre y mi prima, puedo decir con orgullo que estoy absolutamente adormilado como si me hubieran drogado. Y es que dicen que la tensión baja cuando estás junto a la costa. Lo corroboro: me paso el día durmiendo. De la playa a la piscina, de ahí a comer, o a tumbarme en la hierba. Es una maravilla, pero ayer me quedé sopa al menos cuatro veces durante el día. Una de ella fue en la foto que veis, tomada por Jose con mi propia cámara mientras me quedé groggy mientras leía en la hierba junto a la piscina.

Bienvenida sea esta maravillosa modorra.

Mañana más detalles, que ahora estoy robándole el wifi al vecino y lo mismo se corta.

27 de julio de 2007

Agenda apretada

El día de ayer:

08:00 - A currar
10:30 - Al hospital a que me hagan una radiografía de la muela
11:00 - Otra vez a currar
16:00 - Sesión de cine, Los Simpson: La película
17:30 - A casa de mamá a regarle las plantas
18:30 - Quedar a merendar con Nilo
19:30 - Quedar un rato con Sergiote y Antonio
21:30 - Concierto de Belén en el Buho Real
23:00 - Quedar con Antonio para tomar algo por Chueca
23:15 - Encontrarme con Leo por la calle y charlar un rato
24:00 - Encontrarme con JC y Manolo y quedarnos todos juntos de copeteo
01:15 - Vuelta a casa, metro + coche.
02:00 - Hacer la maleta para irse a la playa el fin de semana

Uffffffffffff.... con días así no sé cómo a veces me quejo de no aprovechar mi tiempo.

Eso sí, al levantarme a las 07:00 no estaba ya tan eufórico...

Un abrazo.

24 de julio de 2007

Shion de Aries (Armadura oscura)

Me he hecho con un nuevo Myth Cloth de Caballeros del Zodiaco, para seguir incrementando la colección. Esta vez le ha tocado el turno a Shion de Aries en su versión Sapuri o Armadura oscura.
Shion es el maestro de Mu, el actual Caballero de Aries, y por ende lo fue él mismo mucho tiempo atrás. Shion fue asesinado por Saga de Géminis, unos años antes, pero cuando resurgió el alma de Hades, este le propuso volver a la vida si le servía, y para ello le proporcionó su propia Armadura, la de Aries, pero en versión maligna, y es la que aquí nos ocupa.
Aunque pueda parecerlo, la armadura oscura de Aries no es igual que esta pero pintada de morado. En absoluto, el diseño es completamente nuevo aunque el estilo es el mismo. Se puede notar, por ejemplo, en que es mucho más puntiaguda, como cuchillos, siguiendo el estilo de las Sapuris de los Jueces de Hades.
Por lo demás, lo de siempre en las últimas Myth cloth: modelado excelente tanto en muñeco como en armadura, lleno de detalles y un cromado en la armadura fabuloso. Esta, en concreto, tiene la dificultad del imposible peinado de Shion, que se acopla con suma perfección a la figura.
La siguiente figura que me espera es la de Sorrento de la Sirena, una de las que más he estado esperando, pues me encanta este personaje. Eso si no me hago antes con el Appendix de Virgo, veremos a ver qué sale antes.
Seguiremos informando.
Un abrazo.

23 de julio de 2007

Diez años

Diez años. No lo puedo creer.

Diez años han transcurrido ya, hoy, día 23, desde que tu luz abandonó este mundo.

Diez años desde que no puedo escucharte reír contigo, pasear contigo, ir al cine contigo, el que me regañes, me aconsejes, me abraces, me beses. Diez años en que no ha habido ni uno, NI UN SOLO MOMENTO en que no te haya extrañado, llorado, pensado en ti, te haya buscado y te haya pedido ayuda o consejo.

Aún recuerdo tu última imagen, cuando te fuiste mientras me visitabas en el hospital, y me decías que volverías pronto o irías a verme a casa de mamá. Dos días después pude verte de nuevo, pero tú ya no estabas dentro de tu cuerpo. Y no pude tocarte. No pude. Lamenté amargamente no hacerlo, pero cuando rocé un instante tu fría piel fue como si, solo en ese momento, supiera que te habías ido. Lloré mucho, y vocalicé entre lágrimas “¡No he podido! ¡No he podido!” como un idiota cobarde, pero espero que supieras disculparme por ello.

Son tantas las cosas que te diría, papá… tantas que ya te he dicho… cada noche, o cuando me haces falta…

Pero hoy hace diez años que nos separamos, y aunque no es más que una fecha, un momento más, yo tengo que recordarte nuevamente. Tengo que recordar que no hace tanto tiempo en este mundo hubo un gran hombre llamado Antonio Oliver, del cual estoy tremendamente orgulloso, y del que tengo el más que gran honor de poder llamar “padre”.

Un hombre maravilloso, único, irrepetible que, tanto por sus virtudes como por sus defectos, merece ser recordado por la gente que más le amaba. Y yo no pienso jamás dejar de hacerlo. Pienso hablarle al mundo, en cualquier momento, lugar o circunstancia, de la grandeza del hombre del cual desciendo. De la persona que me enseñó a caminar, a hablar, a vivir, a ser íntegro y honrado, y que alimentó mi alma de todo lo mejor que pudo darme. En verdad, tú y mamá podéis estar orgullosos. No lo digo por el resultado, porque está claro y es evidente que me he convertido en un adulto lleno de defectos y de puntos grises y vacíos, pero también de todo lo bueno que vuestro amor, vuestras lecciones, de esas pequeñas y grandes cosas que componen todo lo mejor que hay en mi.

Todo lo bueno que hay en mí proviene, en buena parte, de ti. Todo lo que soy te lo debo a ti, a tu imagen, a la belleza de tu indescriptible, único, maravilloso espíritu. Tú y yo somos uno solo, y ahora lo sabes bien, ¿verdad?. Siempre le digo a la gente que me ha conocido posteriormente que solo conocen a medio Dani, porque mi otra mitad se fue hace tiempo. .

Hace 12 años me hablabas, una noche mientras dormíamos en nuestra habitación de Escalona, de cómo habías llegado a la conclusión de que creías en algo más allá de la muerte. En medio de la oscuridad, tumbados y sincerándonos como siempre hicimos, me hablaste de lo que creías que te esperaba después de dejar este mundo. Me marcó verte tan lleno de fe, tan lleno de esperanza. Desde ese día, yo también creo en ello. Creías en la espiritualidad, si bien no en ninguna religión. Ahora que me observas desde allá donde estés, y me has estado cuidando, yo quiero devolverte al menos un poquito de todo lo que tú me has dado.

Quiero decirte que te amo, que te quiero y que en cada paso que he dado en la vida desde que te fuiste has estado tú siempre muy presente.

Que tu muerte, pese a ser terriblemente dolorosa (y aún lo es), me trajo un bien inesperado: descubrir, por fin, el sentido de la vida. Y no es otro, simplemente, que vivir tal y como uno lo desea. Libre, sin miedo. Acepté facetas de mí mismo que no aceptaba dentro de mi propio carácter, dejé a un lado a ese niño reprimido que era y empecé a ser yo por primera vez en la vida. Tú lo sabías, sabías lo que yo tenía dentro y no era capaz de hacer florecer. Todo lo que soy estaba encerrado. Y sé que hubieras preferido estar conmigo, pero tu partida me hizo comprenderlo: Hay que olvidarse de los miedos, de la despiadada coraza de los prejuicios, del temor a avanzar, del temor a ser uno mismo. Hay que VIVIR por encima de todas cosas, nunca olvidarse de ello. La vida, cada segundo, cada bocanada de aire, es un regalo de valor incalculable. Solo entonces lo supe.

Mi sangre, mi piel, mi corazón, mi alma, todo ello está vinculado a ti, a tu recuerdo, a lo palpable de tu presencia. A los millones de momentos que nunca perecerán mientras yo siga con vida, a aquellos que traspasaré a otras personas en los momentos adecuados para que nunca desaparezcan, a cada vez que mencione tu nombre con el más grande de los orgullos. A nuestros paseos por escalona, a mi vida de niño contigo en el barrio, a nuestras comidas en casa de la abuela (no olvides decirle cuánto la echo de menos, y la quiero), a nuestras sesiones de cine, a nuestros mediodías jugando al cifras y letras, a nuestras visitas a los tíos… y a todo, en definitiva, que no olvido, que es nada. Nada.

No quiero convertir este comentario en algo interminable, así que volveré a ponerme pedante y decir una vez más a modo de conclusión todo lo que ya vengo diciendo hace unas líneas:

Duele. Duele mucho no tenerte aquí. Te quiero, te echo TANTO de menos y te extraño de tal modo que me tiembla la mano y se me encoge el corazón, y lloro mientras lo escribo. Eres mi padre, Antonio, una de las personas más extraordinarias que he conocido a lo largo de mi existencia, y nunca conoceré a nadie como tú. Estoy feliz de haber compartido mi vida contigo, algo que seguiré haciendo sean diez, treinta o cincuenta los años que me resten a mi. Te doy las gracias por darme la vida, por ser tu hijo, por ser (afortunadamente) como tú y que todos me lo recuerden constantemente para mi alegría y regocijo. Cada hora que ha pasado desde que no puedo tocarte, he deseado volver a verte. Te he necesitado mucho. Solo espero que, al menos un poco, tú te sientas orgulloso de aquello en lo que me he convertido. Ya no soy un adolescente, sino un adulto, y he procurado convertirme en lo mejor que he podido para que puedas tú también sentir orgullo por tu único hijo. No sé si lo he conseguido, pero sí sé que me he esforzado todo lo que he podido.

Siempre estarás vivo en mi corazón palpitante.

Diez años. No lo puedo creer…

Te quiero con toda mi alma, papá.

Y te dedico esta canción, que de algún modo me hace pensar mucho en ti.

Hasta nuestro próximo encuentro.



Caminé por una tierra vacía.
Conocía el camino como la palma de mi mano.
Sentí la tierra bajo mis pies.
Me senté al lado del río y eso me hizo sentir completo.

Oh, cosas sencillas, ¿dónde os habéis marchado?.
Me hago mayor y necesito algo en lo que confiar.
Así que decidme cuándo me vais a dejar entrar,
Me estoy cansando y necesito un lugar por donde empezar.

Pasé junto a un árbol caído,
Sentí las ramas; ¿me están mirando?.
¿Es este el sitio que solíamos adorar?.
¿Es este el sitio con el que he estado soñando?.

Oh, cosas sencillas, ¿dónde os habéis marchado?.
Me hago mayor y necesito algo en lo que confiar.
Así que decidme cuándo me vais a dejar entrar,
Me estoy cansando y necesito un lugar por donde empezar.
Si tienes un momento, ¿por qué no vamos
a hablar a ese lugar que solo tú y yo conocemos?.
Esto podría ser el fin de todo.
Entonces, ¿por qué no vamos, a algún sítio
que sólo nosotros conozcamos,
un sitio que sólo nosotros conozcamos?.

22 de julio de 2007

El final de Harry Potter

Qué mala leche tengo al poner un título así, lo sé, pero soy consciente de que los Pottermaniacos como yo estaban comiéndose las uñas ante el destino del joven mago en su último libro. Ya avíso sobre este comentario: NO HAY SPOILERS importantes, es decir, no pienso destripar nada del mismo porque a mi me jorobaría cosa fina… pero tampoco puedo evitar escribir sobre él, así que allá voy. Y por cierto, adelanto que no hay que creerse ni una palabra de los rumores que se han publicado, sea en Internet o en la prensa. Puro Marketing para levantar la expectación (y ventas) del libro.

Pues sí: ya me he leído el último libro: Harry Potter and the The deadly hallows. Ya lo llevaba leyendo no oficialmente desde el martes (por eso he terminado tan rápido, ayer por la mañana lo acabé), y para ello me acerqué a la Casa del Libro de Madrid el pasado viernes a la 01:00h, donde eso era una fiesta llena de flipaos de Potter vestidos de alumnos de Hogwarts y mucha prensa (creo que salió por la tele, espero no haber salido). Ahora por fin puedo dar una traducción más o menos precisa del título, cosa que no creo que sea un Spoiler demasiado grande. Yo lo traduciría como Harry Potter y las reliquias de la muerte. Y aunque más de uno se crea que sabe a lo que se refiere el título, pues no; no tiene ni idea.

Empecemos por los pros: el libro es, de lejos, el más dinámico, emocionante y lleno de acción, con muchísima diferencia respecto al resto. Todos los personajes (TODOS) de los anteriores, aparecen de un modo u otro y aportan su grano de arena al desenlace definitivo de la historia. Se añaden nuevos personajes, pero solo son meramente anecdóticos (familiares de los ya conocidos, vaya) y ninguno aporta nada nuevo o relevante a la trama, sino que son los ya existentes los que tienen la miga del asunto. Los últimos capítulos, sobre todo el último previo al epílogo, son tan sumamente sobrecogedores que a mi me tuvieron con la carne de gallina todo el tiempo mientras los leía. Es con mucho el más oscuro, violento y dramático de toda la saga (la escabechina de muertes de personajes de este libro es impresionante, pero no diré quién o de qué bando, ni cómo). Con todo, sí puedo decir que el desenlace es espectacular, nada previsible y bien narrado. De hecho me emocioné mucho en LA escena crucial, y ¡ay! cómo me cuesta morderme la lengua. Esa escena, si la hacen como debe hacerse cuando salga la película, va a ser IMPRESIONANTE. También decir que no se queda ningún cabo suelto salvo uno que no voy a decir, y que todo cuadra y tiene sentido al final. ¡Incluso explican con coherencia el porqué nunca se menciona abiertamente el nombre de Voldemort!.

Ahora, los contras: J.K. Rowling no tiene sentido de la medida a la hora de escribir: algunas cosas son tan forzadas e incoherentes que no puedes evitar sentirte algo ridiculizado. Especialmente hago mención a lo que ya se ha visto en todos los libros de la saga: el cómo la gente del mundo mágico en el que se desarrolla la acción parece ser una panda de subnormales en el que solamente Harry & Co. y la Orden del Fénix parecen tener algo de sentido común o mueven un dedo. Siempre me ha dado mucha rabia eso. Aquí no es distinto, como tampoco lo es el que los últimos capítulos estén concentradísimos. Todo se aclara en las últimas 50 páginas, como siempre, cuando ha tenido casi 600 en que no se da ninguna prisa. No es que esté mal, pero tampoco me parece narrativamente coherente.

Ahora siento una especie de vacío: he leído los libros de Potter desde hace años y, salvo que esta mujer saque alguna cosa alternativa (precuelas o historias paralelas), se acabó Harry Potter. La historia, eso sí lo puedo decir, parece completamente cerrada, al menos en lo que se refiere a Voldemort y Harry.

Me lo he pasado pipa con The deadly hallows y creo que es el mejor libro de la saga. Si sabéis ingles, leedlo sin demoraros un momento y, eso sí, no leáis las horribles traducciones no oficiales que desde ya mismo están rondando por la red.
Dejo el orden que, a mi juicio, tendrían en cuanto a calidad los libros de Potter:
1. Las reliquias de la muerte (el 7º)
2. El prisionero de Azkaban (el 3º)
2. El cáliz de fuego (el 4º)
3. El príncipe mestizo (el 6º)
5. La orden del Fénix (el 5º)
6. La piedra filosofal (el 1º)
7. La cámara de los secretos (el 2º)

No puedo sino dar las gracias a J.K. Rowling por regalarnos unos libros y una historia tan fabulosa pese a ser un churro de ideas no originales suyas.

Hasta siempre, Harry Potter. Expelliarmus!!

Un abrazo.

19 de julio de 2007

Adiós


Era demasiado bonito para ser real, para ser auténtico. Yo desde el principio iba con algo de miedo, algo acongojado, porque conforme pasa el tiempo y más tablas se van cogiendo en esto del amor, tan universal, tan constantemente presente, más miedo tienes de que vuelvan a hacer daño.

Sin embargo, hubo un punto en el que finalmente pensé ¿y si ya no tengo que pensar más en eso? ¿sería posible?. Tu forma de hablar, de hacerme sentir, hicieron el resto. Y dimos el primer paso. Sin ponernos etiquetas, pero lo dimos. Nutrimos, a nuestro ritmo y siempre de mutuo acuerdo, al menos mientras duró, a base de brutales dosis de afecto, pasión, risas y un montón de cosas más que no hace falta enunciar, todo aquello que nos hacía falta empezar a complementar el uno del otro.

Pero una vez más, como repitiendo el mismo capítulo de un libro una y otra vez, la realidad de ese pesimismo se impuso a tan opíparo banquete que estábamos celebrando. Y cuando, de repente, me di cuenta de que te sudaba la mano mientras sostenías la mía, supe que querías detenerte y soltarla. Así, sin más.

Y yo, como creo considerarme un caballero (perdón si suena prepotente) y porque ni quiero, debo, o siento que haya que hacer un drama de ello, mi respuesta fue elevar tu mano, besarla tiernamente, y soltarla definitivamente para dejarla respirar y proseguir mi camino. Sin lágrimas, sin reproches, sin congoja.

De repente, vuelvo a sentirme otra vez en medio de un árido desierto esperando, sin esperanza pero sin desesperanza tampoco, encuentre un oasis en algún momento con que saciar mi peculiar sed. Ya veremos, ¿no? Las posibilidades son infinitas, esa es la magia de la vida.

Reconozco que me he visto mermado levemente, pero no es decepción la palabra que busco. “Decepción” es algo que casi siempre asociamos a algo que no somos nosotros mismos, cuando realmente la inmensa mayoría de las veces tenemos que mirarnos al espejo para encontrar al responsable. Pero como ya digo, no es el caso.

Ahora la sensación es una completa dicotomía: tanto y tan poco, tanto tiempo y tan breve, esta es una de las cosas que por fuerza y razón ha de caer en el olvido en poco tiempo (y así será). Pero por eso mismo escribo esto: para que, al menos, cuando al pasar los meses o incluso años, recuerde. No hay nada más importante que eso.

Por tanto, concluyo: aunque fuera un sueño, una mentira, una irrealidad, ya fuera una eternidad o un suspiro, fue NUESTRA evasión. No aplaudo todo lo que ha pasado, pero tampoco reniego de nada.

En cualquier caso, gracias por pincharme, alcanzarme. He podido comprobar, por fortuna, que aún me queda sangre en estas a veces obstruidas venas. Eres fantástico.

Un abrazo.

16 de julio de 2007

¡Pero qué grima!

A lo largo de los meses he desarrollado una enorme, pero ENORME adversión y asco por esta canción de la Jenny López. ¡Agh, es que me da auténtica grima!.

Ayer no me pude levantar

El fin de semana se ha caracterizado, sobre y ante todo, por la larga noche del sábado, en la cual quedé con mi amigo Jorge, de Jaén, que estaba de paso por Madrid y me propuso ir a ver el musical de Mecano, Hoy no me puedo levantar. Dije inmediatamente que sí, pues ya llevaba mucho tiempo queriendo verlo, ya que me apasionan los temas de este emblemático grupo de los 80.

La noche empezó con una cena en un sitio que no conocía (Jorge me lo recomentó), y que desde aquí yo recomiendo a todos, en la calle Caballero de Gracia de Madrid. El sitio: La gloria de Montera. Comida rica, sofisticada y muy asequible de precio. Como el sitio estaba petao, tuvimos que salir pitando al Teatro Movistar de la gran vía a toda pastilla. Llegamos bien, por suerte, y nos dispusimos a sentarnos en el Segundo Anfiteatro. Algo elevado, sí, pero lo vimos bastante bien… al menos yo, vaya. Y por lo menos había hueco suficiente entre las filas: odio esos sitios que los asientos no te dejan espacio para nada, ni siquiera mover los pies. Pero

Yo desconocía que el musical fuera tan largo: ¡¡cuatro horas y media!!. Casi no me lo creía. Pero como la escenografía era tan espectacular, las canciones tan carismáticas (todas ellas), se nos pasó volando.

El argumento es una chorrada: a principios de los 80, unos chicos de pueblo que quieren vivir en la ciudad se van a Madrid. El chico, Mario, encuentra trabajo en el bar 33, donde conoce una chica que se llama María de la cual se enamora. Sueñan con vivir de la música (tienen un grupo llamado Luna), y presentarse a un concurso de talentos el 7 de septiembre. ¿os suena todo esto?.

No faltó ni una sola: Perdido en mi habitación, En tu fiesta me colé, No controles, Maquillaje, La fuerza del destino, Cruz de navajas, Barco a Venus, Hoy no me puedo levantar, Quiero vivir en la ciudad, No hay marcha en Nueva York, Aire, etc… y otras de Nacho Cano como Vivimos siempre Juntos o Sube, sube.

Algunas canciones se metieron con calzador, como Hijo de la luna o, sobre todo, Mujer contra mujer, que quedó de culo, pero hubo otros momentos realmente mágicos. Hay una escena muy dramática del musical que me hizo llorar a lágrima viva durante un buen rato, hasta el punto que Jorge tuvo que abrazarme y todo… debió de quedarse bastante alucinado, pero bueno… es que fue realmente intenso… los momentos en que se encadenaron los temas El fallo positivo y Me cuesta tanto olvidarte. Menos mal que, para animar el cotarro después, el musical levantó de nuevo con No es serio este cementerio.

Conclusión: la excusa del musical de Mecano pasa el notable alto. Argumentalmente es una memez supina, pero es una de las mejores escenografías que he visto en una producción española. La mayor baza de este es, además, el enorme carisma de las canciones, que si bien algunas pierden muchísimo respecto a las originales, otras quedan realmente bien integradas. Id a verlo, que no os arrepentiréis.

Cuando salimos del musical ya era muy tarde, y yo tenía el coche en el quinto pino: tomamos una rápida por Chueca, donde ya estaban cerrando los bares, y cuando ya nos íbamos casa nos encontramos con unas amigas de Jorge… ¡con lo grande que es Madrid!. Y finalmente terminamos de copeteo en un After Hours de San Bernardo hasta casi las 6 de la mañana. Jorge se quedó, pero yo no podía más así que me largué. Cuando llegué a casa eran las 7, y dormí tres míseras horas, ya que mi madre llegó a las 10 para despedirse de mi (se iba de vacaciones), y había quedado con Jose y su hermano en el centro para mirar unos libros y comer juntos.

Así pasó: ayer, a las 10 de la noche, me metí en la cama hasta las 8 de hoy, y es que mi cuerpo no está para estos trotes, estoy hecho un abuelote, jejeje. Así que, a modo de homenaje al estupendo musical del sábado, dejo el videoclip que le da título, que es a su vez una promoción del musical.

¡¡Un abrazo!!


13 de julio de 2007

Aviones

Llegando al trabajo, he visto un avión surcando el cielo a una distancia más que distinguible, algo normal teniendo en cuenta que hay una base aerea cercana. Y entonces, he pensado para mis adentros: Vaya...
Simplemente eso: Vaya...
Un abrazo

12 de julio de 2007

Potter el caracartón


Ayer fui al estreno de Harry Potter y la Orden del Fénix, quinta entrega de las aventuras del joven mago ideadas por la forradísima J.K. Rowling, y he salido francamente agradado y decepcionado a partes casi iguales, con mayor presencia (afortunadamente) de lo primero.

El mayor problema que siempre he encontrado en las películas de Harry Potter es su actor protagonista, Daniel Radcliffe, que si bien de niño se le podía disculpar, ya no es el caso: el pobre no sirve ni para actor de telenovela. Es malo y con ganas. Pero mucho mucho, ¿eh?. El Casting original de Potter, hasta ahora casi inalterado, se basó en el físico y aptitudes de unos niños de 9 y 10 años que ahora ya rozan la mayoría de edad, algo que ahora muestra a los que realizaron dicho casting las carencias que estos niños tienen ahora. Casi todos son malos con ganas, con excepción quizá de Emma Watson, que da bastante el pego como Hermione Granger. Luego está el hecho de que, en comparación con los demás, Radcliffe es un auténtico canijo, y si no sólo hay que fijarse en la enorme cantidad de escenas en que esto queda patente.

Pero entremos en la película en sí: ya he leído todo tipo de comentarios negativos, y lamento no estar de acuerdo. Esta es, a mi gusto, mucho mejor que la espantosa anterior entrega, Harry Potter y el cáliz de fuego. Espantosa por ese montaje tan horrible del que hacía gala. No es que esta sea el colmo de la coherencia, pero sí mucho más comprensible y coherente.

El problema de La orden del Fénix empieza desde el propio título: no tiene nada, pero nada que ver con lo que acontece en la película, salvo la anécdota de que existe un grupo que lucha contra Voldemort que se llama así. Y punto. Y luego, como todo libro de 900 páginas que se ve reducido a poco más de dos horas de metraje, se enfrenta a los brutales tijeretazos. Y aún así, creo que ha salido bastante indemne, porque no falta casi nada de lo más importante. El director David Yates ha optado por asumir que el espectador ya conoce mediante los libros muchísimos detalles y por eso simplemente los obvia, aunque a mi me han dejado algo descolocado, como la no-presentación de personajes tan interesantes en el libro como Nymphadora Tonks, o el hecho de que Potter llame Canuto a Sirius (cuando en la tercera película, esto quedó casi obviado). También se muestran muchas cosas inútiles (a mi la trama de Cho y Harry me sobraba), y se inventan deprisa y corriendo y apenas sin explicar lo de la sala de los Menesteres, lo de los Centauros y otra serie de lindezas. Eso, por descontado, me ha parecido bastante lamentable

Y lo peor de todo: el impresionante reparto británico que ve todos sus papeles relegados a pequeñísimos cameos: Maggie Smith, Emma Thompson, Alan Rickman, Helena Bonham-Carter o Ralph Fiennes apenas aparecen para decir solo 2 o 3 frases absurdas, algo que me da mucha rabia, aunque entiendo que sus personajes son latentes, es decir, que están ahí hasta que cobren más importancia. Al menos, Gary Oldman aquí tiene 4 o 5 escenas, que no es poco. La aportación más importante de esta película es Imelda Staunton, que interpreta al odioso y repelente personaje de Dolores Umbridge, y lo hace con matrícula: transmite (aunque no tanto como en el libro) esa sensación de querer degollarla con tus propias manos cada vez que entra en escena. También me ha parecido muy buena la actuación de la debutante Evanna Lynch como Luna Lovegood, un personaje que, de momento, está igual que como lo imaginaba en los libros.

El ritmo es irregular, con una tendencia espantosa a meter cortes cada vez más bestias, SOLO AL FINAL del metraje, precisamente donde la trama toma mucha más tensión. Craso error: toda la película es una typical Potter con chorradillas de colegio y una trama creciente que explota al final. Lo peor es lo de Harry y Cho, con aplausos en el cine incluídos, con el chorrabeso que se pegan, magnificado hasta la saciedad por decenas de niños de risa fácil que había en la sala (pese a haber ido a una sesión relativamente tardía). En fin, cosas que pasan.

A mi me ha gustado bastante más a nivel de coherencia que la anterior (que pese a ser espectacular, su montaje la convertía en algo infame), aunque reconozco no ser objetivo: me encantan los libros de Potter y me muero por hacerme con el último de ellos dentro de 9 días. Yo recomiendo altamente el visionado de la película, y que uno juzgue. Creo que les ha salido un digno resultado a pesar del tiempo de metraje.
ATENCIÓN: NO LEER EL SIGUIENTE PÁRRAFO SI NO SE HA LEÍDO EL LIBRO
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Por cierto, realmente LAMENTABLE la escena de la muerte de Sirius Black, absolutamente desdramatizada y hueca, nada que ver con lo redonda que les salió la de Cedric Diggory en la anterior película. ¡Señores, que se ha muerto Sirius Black!. Y nadie parece haberse enterado. Sirius no merecía un final tan soso, podría haberse sacado mucho jugo dramático de esa escena así como de la RECORTADÍSIMA conversación entre Harry y Dumbledore al final, aderezado de un discursito sobre que mal todo, pero como somos amigos seremos felices para siempre que apesta.
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Es lo malo de conocerte un libro de memoria, que solo sabes ver los peros. Luego te pones a pensar en la escenografía, es los divertidos efectos mágicos y los efectos especiales (salvo lo de Grawp o las bolitas del dpto. de Misterios), en la correctísima y decente banda sonora, y en lo entretenido que ha sido pasar más de dos horas con los carismáticos personajes del universo Potter y dices… ¡qué coño!. ¡Me lo he pasado de fábula!.

Y no puedo dejar de decirlo: ¡¡Que alguien cambie a quien hace los carteles de las películas de Potter!!. ¡¡Son todos absolutamente IGUALES!!. ¡¡Y que se dejen de memeces conel doblaje de estas películas, que nos estamos volviendo locos!!.

Ahora, a esperar a El principe mestizo.

Un abrazo.

11 de julio de 2007

El puñetero Dramatic Chipmunk

Pues sí, tenemos nueva sensación de internet: el Dramatic chipmunk que con solo 5 segundos de gloria ya se ha ganado los corazones de medio mundo. ¡¡La verdad es que la miradita se las trae!!. Os dejo con él:



Qué bicho más inquietantemente divertido, ¿verdad?. Pues resulta que las "variantes" de este video se están multiplicando más rápido que las del niño alemán, y como buena muestra os dejo este para los freaks de Star Wars:

Aunque a mi, personalmente, el que más me ha impactado es este de Perdidos:

Sin comentarios, jajaja. ¡¡El mundo está loco!!.

Un abrazo.

Las brujas de Salem

Ayer fui a ver la obra Las brujas de Salem en Madrid, donde se está representando durante el último mes, aprovechando que había un jugoso descuento en la entrada y que me apetecía mucho ver esta obra, adaptación al castellano de la famosa obra The crucible (El crisol, del cual se hizo una película hace unos años con Winona Ryder y Daniel Day-Lewis) de Arthur Miller. Esta está basada en unos hechos reales que sucedieron en el siglo XVII en el pueblo de Salem, Massachussets.

La historia cuenta cómo en el pueblo unas jovencitas, lideradas por la pérfida Abigail Williams, la sobrina del reverendo Parris, aseguran estar poseídas por el diablo, que se esconde entre la gente del pueblo. La verdadera pretensión de esta joven es acusar de brujería a todas aquellas personas que no soporta, especialmente a Elizabeth Proctor, esposa de John Proctor, con quien tuvo una aventura amorosa, y el despecho mueve sus acciones. Las detenciones y las ejecuciones no se hacen esperar, para desesperación de la gente sensata del pueblo y alegría de Abigail…

Sin entrar en el desarrollo completo de la historia, decir que el mensaje que transmite es sumamente descorazonador a la par que realista: la anteposición del fanatismo sobre el sentido común, del orgullo y la vanidad a la justicia. Algo que, lamentablemente, es algo atemporal en el ser humano, corran los tiempos que corran, y con lo que incluso hoy en día podemos sentirnos perfectamente identificados. La obra, según he leído, es una alegoría del famoso MacCarthismo, pues la obra se escribió en 1953. Estoy hablando de la famosa y patética Caza de brujas norteamericana que tuvo lugar en los años 50 en estados unidos contra los comunistas (recientemente tenemos Buenas noches y buena suerte de George Clooney en el cine relatando esto mismo).

A mi personalmente me ha dejado un sabor de boca agridulce: la gente no es capaz de discernir claramente entre lo correcto y lo incorrecto, es difícil mantenerse íntegro en un mundo lleno de injusticias, hay que mentir para poder mantenerse con vida pese a traicionar el honor de uno mismo. Y sobre todo, y esto es lo más positivo, solamente nosotros mismos podemos ejercer de jueces respecto a nuestra persona. Nadie más. Las justicias divinas están de sobra.

En lo referente a la obra en sí, decir que pese a su pobre escenografía y lo mucho que le cuesta arrancar, lo compensa con creces con las fabulosas actuaciones de buena parte del reparto, con especial mención al trío protagonista, María Adanez (Abigail), Sergi Mateu (John Proctor) y, sobre todo, la malísima de la muerte en Motivos personales Marta Calvó, que aquí hace de buena y actúa con una contención increíble.

Recomiendo a todo el mundo ir a verla o, en su defecto, ver alguna de sus múltiples adaptaciones teatrales o cinematográficas en caso de que aún no lo haya hecho. No se arrepentirá.

Esta noche, el ED se pone en acción. ¡¡Mañana, comentarios!!. No puedo esperar.

Un abrazo.

10 de julio de 2007

Vuelvo a ver Barrio sésamo...

Bueno, al menos una versión un poco "adaptada"...

おす!たたかえ!おうえんだん!

Que vicio me he cogido al jueguecito este, Osu! Tatakae! Ouendan!, de la Nintendo DS. Tras acabarme el Phoenix Wright Ace Attorney (¡Protesto!), me he metido con este divertidísimo juego en el cual tienes que ayudar a japonesitos de pro a superar sus problemas a base de baile. Tanto la música como las situaciones son hilarantes y typical japanese. Se trata de seguir un ritmo musical y pulsar en el momento adecuado en la pantalla, siguiendo el ritmo de la canción. Al final acaba siendo dificilísimo… ya me he llegado a la última fase y las estoy pasando canutas, es casi imposible.

Dejo un pequeño trailer del juego para que veáis de qué va. ¡Os lo recomiendo abiertamente!.

Un abrazo.


Un Kanji para tatuarse

孤独

Me pega, la verdad

9 de julio de 2007

Ay qué dolor, qué dolor

Un fin de semana tranquilo este que acaba de terminar, con pocas anécdotas y mucha relajación, como debe ser, salvo por un detalle bastante hiriente.

El lunes de la semana pasada me hicieron un par de empastes en unas muelas, y desde el jueves pasado ha empezado a dolerme cosa mala, hasta el punto de tener en la muela del juicio un dolor insoportable aderezado de hinchazón. Eso se traduce en que he pasado estos días chutándome a base de Paracetamol e Ibuprofeno, y aún así no he conseguido paliar del todo el malestar. Esta tarde voy ipsofactamente al dentista a que me lo miren, porque estoy un poco harto ya.

Pero pasemos a otras cosillas: el viernes fui por la tarde a ver Transformers de Michael Bay, por aquello de ser uno de los superhits del verano y porque de niño me encantaban los Autobots. No quiero meterme a análisis profundos de una película tan absurda, pero simplemente diré que es digna de su director (creo que esto lo dice todo, para quien sepa quién es Michael Bay), que no es que tenga mal guión sino que directamente NO TIENE, y que los efectos especiales son, sin lugar a dudas, un auténtico PRODIGIO que va un paso adelante en la historia del espectáculo audiovisual. Por tanto, mi veredicto es que tan solo por ver estos efectos, merece la pena ir a verla en una pantalla grande (casi una obligación). Al margen, el resto de la película es 100% olvidable.

El viernes terminó con un paseo por el Palacio real y cena con mis amigos, aunque no debí quedarme hasta tan tarde porque llegué a casa hecho polvo.

El sábado lo pasé enterito con Jose y Miguel comiendo en su casa, viendo una peli (Novia por contrato, nada menos... sin comentarios) y luego toda la tarde de rebajas (me compré una camiseta preciosa!) para terminar con cena y el revisionado de otra peli (esta vez una obra maestra: Mystic River). De ahí, a dormir… zzzz.

El domingo me propusieron ir a la piscina con la family, pero como no me apetecía nada tostarme al sol (el dolor de muelas me agrió mucho el carácter estos días), opté por comer con mi madre en el chino e irme después a ver a mis tíos y primos pequeños. Pasé el mediodía y parte de la tarde jugando con Victor al Final Fantasy XII, y lo pasamos de vicio. La tarde/noche se completó a modo de broche de oro con un paseo al centro donde me tomé un rico zumo con Alex y dimos otra clase de Japonés. Tengo que ponerme las pilas, porque con la tontería ya estoy aprendiendo bastantes cosas y la retentiva ya empieza a mermarse.

Esta semana tengo muchos y variados planes: teatro, Harry Potter, concierto de chochiPaulina, jachondeo con Juan Carlos, el musical de Mecano… ¡Dios, que estrés tan estupendo!. Bueno, supongo que me estoy apretando la agenda a propósito, pero la verdad es que me hace bastante falta.

Por cierto, el otro día revisioné Lost in translation y me re-enamoré nuevamente de la banda sonora de esta estupenda película. ¡Ya tardáis en escucharla los gañanes rezagados que no lo hicieran en su momento!. Especialmente el tema de Air Alone in Kyoto y el City girl de Kevin Shields.
Y como homenaje, dejo este estupendo videomontaje de Lost in translation con el temazo de Air ya mencionado.

¡Seguiremos informando! (Espero que me arreglen lo de la muela, ay…)

Un abrazo.


6 de julio de 2007

¡¡Que siga la música!!

Oooh, sí, sí sí, SÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍ!!!!!
AND ALL THAT JAZZ!!!!!!!!!

Bisbal y las Ventas

Ayer fui, una vez más como acreditado de prensa al concierto de David Bisbal en Las Ventas, en su tour Premonición 2007. Me acompañaron mi madre, una amiga suya y mi querido Juan Carlos.

No sé yo si hoy saldré de nuevo el el Tomate (¡espero que no!), porque la zona de prensa ayer estaba mucho más caldeadita que en el de Julieta con diferencia: toda la farándula de cuervos del corazón y TV también. Me sonaban las caras de muchos, pero como no suelo ver esos programas no sabría deciros nombres. Lo mejor de esta precuela fue tener literalmente al ladito mío a Roza de España (que yo siempre la he defendido, y me encanta) y a Soyaya Arnelas con el novio, entre otros.




Ya dentro de las Ventas, a reventar pero no al 100% (una anécdota: nunca había estado en este recinto), el concierto empezó rápidamente entre gritos de fans alocadas y gente con ganas de marcha. Para empezar, decir que la pasta que hay metida en este tour debe ser antológica, porque el escenario era simplemente ESPECTACULAR: 4 pantallas gigantescas, un juego de luces de primerísima calidad, y un equipo grabando y mostrando todo a los asistentes con el mínimo detalle. El fallo gordo: el sonido. No se oía nada a las coristas y al propio Bisbal muchas veces costaba entenderle.

A partir de ahí, se empezaron a desgranar los temas de los discos del Bisbi empezando por los menos conocidos intercalándose con los singles y temas populares que tiene. Entre los primeros incluyo canciones como Calentando voy (I’m just warmin’ up), Premonición, Qué tendrás, Cuidar nuestro amor, Esta ausencia, Amanecer sin ti, Aquí y ahora o Cómo olvidar. Las baladas predominaron entre los superéxitos bailables del mozo almeriense, destacando Quiero perderme en tu cuerpo, Fuiste mía y la fabulosa y emocionante Amar es lo que quiero.

Sin embargo, uno de los momentos baladeros de la noche, sino el mejor, fue en el que se interpretó el temazo Dígale, que cantó únicamente el público en su primera parte, para que Bisbal diera paso a… ¡Luís Fonsi!. No me lo esperaba: este cantante me encanta, me gusta mucho desde que sacara esa preciosidad llamada Imagíname sin ti, y el dúo entre los dos resultó ser espectacular. Un momento para recordar, sin duda.

Y ahora, la marcha: los temas en los que la gente más se encendió fueron, evidentemente, los temas más bailables: Oye el boom, Ave maría, Lloraré las penas y Quién me iba a decir. Y para mi, el mejor tema de la noche, sin duda, fue Silencio, de lejos la mejor canción que ha sacado este caballero en su último CD y que por lo que vi lo comparte casi todo el mundo: fue de las más coreadas y bailadas de la noche.

El inevitable bis nos trajo el tema Soldados de papel, con un fuerte mensaje de solidaridad contra la esclavitud y militarismo infantil en paises subdesarrollados. David explicó lo mucho que está involucrado en esa causa y cómo parte de los beneficios del tour iban destinados a intentar erradicar esa lacra. El símbolo: una mano roja. Y para terminar, la marchosa (y mucho) Torre de babel y la harto conocida Bulería.

Ahora, pros y contras: al show no se le podía poner un solo pero, aunque lo que falló fue la voz del cantante. Bisbal pierde bastante fuelle en vivo, pero tampoco es de extrañar: tiene una energía descomunal en el escenario y se mueve como un demonio. No obstante, en los momentos en los que debía llegar a cierto tono, al menos bajaba dos. Se ahogaba. Y muchas veces bajaba tanto el volumen que no se le oía. Pero en todo caso, tampoco se puede tachar su actuación de desastrosa ni de lejos.

Un punto que me hizo mucha, pero mucha gracia: Bisbal, en medio del concierto, cogió una pulsera de tela y se la puso a una fan. Añadió algo así como Toma, esta es toda la esencia pura de mi alma, para ti. Dios, ¿se puede ser más hortera?. Eso fue todo, porque el resto se portó muy amable y simpático con el público.

Eché de menos dos temas, aunque especialmente uno que incomprensiblemente no incluyó: Camina y ven, que para mi es de lo mejorcito que tiene. Qué se le va a hacer.



La conclusión de la noche: un espectáculo estupendo, espectacular, aunque algo decepcionante en cuanto a la distribución y selección del repertorio y el rendimiento del propio Bisbal. En todo caso, una noche para recordar.

Por cierto, mi madre gritaba ¡guapo, guapo! como una loca cada vez que se acercaba el Bisbi a nuestro lado. Dios mío, vivir para ver.

Y me quedo con la escena de Juan Carlos y mía bailando y cantando Silencio como unos poseídos. Fue estupendo.

Un abrazo.

5 de julio de 2007

A la mañana siguiente...

心が痛いです。しかし強いです。
No pienso traducir esa frase (ni siquiera sé si está bien escrita), pero resume cómo me siento ahora mismo tras pasar una inesperada buena noche, durmiento tranquilo y relajado.
Hoy me espera otro día maratón... trabajo, más trabajo al salir del trabajo, clase de japonés y llevar a mi madre al concierto de Bisbal... uf, solo de pensarlo me agoto.
Ayer fue un día muy, pero muy malo. Y como además tengo la puñetera tendencia de desahogarme escribiendo en el blog, luego no me extraña que me digan que doy la sensación de ser un tío en constante depresión, ateniéndonos a mis comentarios. Bueno, no es que sea el colmo de la alegría, pero todo el que me conoce sabe que soy una persona con un caracter divertido y afable en términos generales. Ya mi me gusta escribir sobre mis divagaciones, de esas que todos tenemos pero raramente decimos. Llamadlo defecto profesional, si queréis.
He tomado la decisión de no hacer el chorra y mover el culo, animarme y pasar de todo elemento negativo, quedarme con las cosas buenas de estos días (que por fortuna, son casi todas).
Ayer hice algo que en su momento me prometí no hacer nunca, algo que creía necesario pero iba contra mis principios. No quiero decir lo que es, pero he tardado MUCHÍSIMO TIEMPO en darme cuenta de que a veces, solo en determinadas ocasiones, hay que dejar de lado los prejuicios, los principios y los idealismos, y hacer lo que se debe hacer sin miedo o temor. Me costó, me dolió, fue horrible. Aún tiemblo al pensarlo, pero hoy me he levantado mucho mejor. Sabía que me haría bien llevar a cabo "esa" acción. Ha sido una liberación poder, literalmente, mirar a la cara al peligro, desafiarlo y vencerlo.
Me esperan ahora días raros, pero debo pensar en las pequeñas cosas que me alientan: el viaje, el estreno de Harry Potter, los fines de semana playeros... el tiempo libre...
Y sobre todo, no olvidar la definición de la palabra esperanza.
Un abrazo.

4 de julio de 2007

Cuestión de valor

Hoy he hecho algo. Hoy he hecho algo que llevaba... mucho, pero que mucho tiempo queriendo hacer pero nunca había encontrado la entereza necesaria para llevarla a cabo. Pero hoy, por fin, me he atrevido. Y lo he conseguido con éxito.
Sin embargo, me está pasando factura ser tan valiente. Acabo de terminar la tarea en cuestión, pero ahora... ahora no puedo hacer más que llorar. ¿Alguna vez habéis tenido la sensación de hacer un esfuerzo tan extraordinariamente sobrehumano que luego de acabar quedáis tan débiles que estáis expuestos a que cualquier cosa, incluso una pequeña hormiga, pueda devoraros?.

Eso me pasa a mi ahora.
No puedo salir de casa. No puedo moverme. Apenas si puedo contenerme mientras escribo. Me tiembla la mano, tengo miedo, no quiero hablar, no quiero hacer nada. No puedo hablar con nadie, nadie ni nada es ahora consuelo.
¿Por qué para obtener un bien superior tenemos que perder TANTO a veces?. He ganado mucho enfrentándome a este reto y superándolo, pero ahora me planteo si habrá merecido la pena todo este DOLOR.
Un abrazo.

Julieta con Limón y sal

A petición de mi querido Manu (mira que no cogerme el teléfono cuando estaba tocando Sería feliz...), voy a hacer un pequeño relato del concierto que la enorme Julieta Venegas hizo ayer en Madrid en el patio del Conde Duque, al cual yo estaba invitado.

Precedentes: mucho famoso, exconcursante de Factor X… y mamoneo. Se notaba que era la CAM quien lo organizaba, con listas negras de medios y cosas así. También estaban esas sanguijuelas del Tomate, que no sé lo que le preguntarían a Fernando Tejero, pero yo estaba al lado y la cara que puso el hombre fue antológica. Les despidió de muy malas maneras… vete a saber.

Concierto: excepcional. La dulzura y buen rollo que transmite la mexicana no tiene parangón. Además, y esto es poco común entre los artistas, la muchacha tiene una labia entre canción y canción que arrancaba más aplausos en la gente que las canciones en sí. Me gustó mucho cuando hablaba de amores y desamores, de justicias e injusticias, de sentimientos. Además, así al rollo mexicano le daba un toque aún más entrañable y dulce. Ella nos tuvo encandilados todo el concierto.

Este se centró en los temas de sus últimos discos, el imprescindible y el famosísimo Limón y sal, aunque no olvidó temazos de discos anteriores como Sería feliz (Dios, lo que me gusta esta canción), Amores perros o Aprendo de mis pasos. Fueron grandes los temas que cantó: Canciones de amor, Algo está cambiando, Lo que pidas, No seré, Mala memoria, Oleada, No hace falta, De qué me sirve, Te voy a mostrar, Donde quiero estar o Adonde sea. Antológica fue también su versión de Sin documentos de Los Rodríguez, coreada hasta decir basta por la audiencia.

No fue la única versión: un tema muy destacado y que no conocía y me encantó fue el de Jaula de oro, de los mexicanos Los tigres del norte, un tema sobre la nostalgia de un mexicano exiliado en USA. Otro temazo fue el de la adaptación del poema A callarse de Pablo Neruda, emocionante, precioso.

Y una colaboración de lujo inesperada que hasta que la vi en escena no la creí: Julieta a dúo con La mala Rodríguez, que se marcó voz y rap en el tema Eres para mi. Impresionante.

Finalmente, cito los temas “karaoke” de la noche, coreados hasta decir basta, y personalmente los que más me gustan: Limón y sal, Primer día, Última vez, Lento (qué maravilla de canción), Me voy y la insuperable Andar conmigo para cerrar el concierto.

Contrapuntos: las canciones e me hicieron en muchos momentos algo monótonas. Pero el concierto fue fabuloso. A Julieta se la quiere, sin duda, tal y como el. Con todo su limón y su sal. Os recomiendo verla en vivo, es una experiencia fabulosa.

Un abrazo.
ACTUALIZACIÓN DE ÚLTIMA HORA: Pues parece ser que lo de estar en la zona de prensa me ha traído una cierta fama: he salido hoy en el Tomate, y parece ser que se me ha visto bien visto, tal y como he puesto esta mañana, tras Fernando Tejero. Ya he recibido varias llamadas diciéndomelo, y hasta mi madre me decía ¡No me lo podía creer!. Y tú también me has reconocido, Kozmic. ¡La bomba!. Lo malo es que yo no me he visto a mí mismo, me hubiera gustado solo por reirme... anda que salgo un programa de poca audiencia, me habrá visto media España... ¡con lo mal vestido que iba ayer!. En fin, me lo tomaré con humor :P

Andemos

Llevo varios días sin escribir una sola palabra en el blog. Esto no es fruto de la casualidad, evidentemente, aunque está claro que podría deberse a miles de causas.

Pero la única verdad es que no tengo ganas de escribir acerca de nada. Ni de mi memeces superficiales, ni del último disco chochipop que me gusta, ni del último video gracioso de YouTube que he visto, ni de las series o películas que he visto o quiero ver, de mis figuritas de caballeros del zodiaco, ni de videojuegos, ni de tecnología… y mucho menos aún hablar de mis inquietudes, de las cosas que he vivido o sentido en estos últimos días, de cómo quiero enfocar ciertas cosas de las que he sido testigo en vivo y en directo en esto del Europride… y otras tantas cosas (aunque ahora lo esté haciendo, irónicamente).

Estoy triste, apático. No puedo decir que estoy mal porque no lo estoy, y de hecho estoy bastante sorprendido de estar tomándome de una manera tan zen un acontecimiento inesperado, de esos que sabes que pueden ocurrir pero te agarras a una fe alimentada de, básicamente, ilusión y esperanza, y te dices a ti mismo no seas cenizo y no pienses cosas malas antes de tiempo. Es esa esperanza en que, por una vez, piensas que ciertos aspectos de la vida salgan como deben.

Y sin embargo, ¿quién soy yo para alterar el libre albedrío?. Normalmente las decepciones se las lleva uno consigo mismo, y no de otro modo. Me siento feliz porque hace unos días me ha ocurrido una de esas cosas que se podrían calificar de revés inesperado, pero no siento nada mal al respecto. Desde el primer instante he valorado todos los puntos de vista de manera objetiva (que no frívola, porque yo no valgo para eso), y me he quedado bastante contento con mi actitud. Por una vez, una situación no me ha hecho daño, tan solo me ha dejado un ligero mal regusto.

Ahora me toca tener paciencia a ver cómo termina todo. Cuando quiero algo de verdad, no tengo ninguna prisa en esperar si sé que merece la pena. Por tanto, andemos. Andemos al frente sin miedo, sin drama, sin temor. Yo aún creo. Tengo fe en las cosas buenas, y en dejar los fantasmas del pasado atrás. Hace unos días le vi… tras más de un año sin hacerlo. Él no me vio a mi, y fue muy fugaz, pero lloré como un idiota. No sé cómo interpretar esa reacción, pero creo que me vino bien tenerla, porque al día siguiente pude entender mucho mejor a alguien especial que me contó algo que guarda cierta relación. No hay mal que por bien no venga, dicen.

No sé con qué frecuencia escribiré (o no) los próximos días, me siento algo disperso y afligido. Pero si algo he aprendido en estos últimos años, y que tengo muy claro, es que si algo tiene que suceder (o no), sucederá te guste o no, para bien o para mal. No está en tu mano. Por tanto, si no está en tu mano, es absurdo preocuparse. En la práctica, como todo, no es tan fácil. Esta frase es más una declaración de propósitos que algo que se haga o no se haga. Hay puntos intermedios.

Pero andemos. Andemos el camino. Juntos o por separado. Conozcámonos, vivamos, sintamos, lloremos y riamos. Ayer, en el concierto de Julieta Venegas en Madrid (al cual fui solo, debo ser el único de mi entorno que le gusta), ella interpretó el tema idóneo para todo esto, y os lo dejo aquí para vuestro gozo y regocijo. Y se la dedico a una persona muy especial :).
Hay que tener fe en que las cosas pueden salir bien, no salir mal. Sin dramas ni miedos.
Otro mundo es posible.

Un abrazo.