7 de noviembre de 2006

Amazing grace

¿Soy el único que le está cogiendo asco a una preciosa canción por lo obstinados que son los que han hecho licencia de ella en el anuncio de una compañçia de telefonía?. Hablo, por supuesto, de Amazing grace. Los que lo hayáis visto ya sabéis cual es. No creo que haya nadie en este país a esta altura que no la haya oído. Lo mismo ocurre con dos canciones de calidad más que discutible como A la primera persona de Alejandro Sanz o Quién me iba a decir del Bisbi.
¡Un abrazo!.

Lynette y Mary Alice

Lynettte Scavo tuvo un sueño esa noche. Uno que había tenido antes muchas noches.

- Eh, Mary Alice... ¿estás bien?
- Sí, gracias... estoy bien
- Vale... te veo luego...

Pero esta noche, algo cambió...

- No, no lo estás, desde luego que no. Por favor, dime qué pasa. Déjame salvarte.
- No puedes
- ¿Por qué no?
- Cielo, no podemos prevenir lo que no podemos prever
- ¿Acaso no puedo hacer nada?
- Sí, sí que puedes... disfruta de este precioso día. Sacamos tan poco de ellos...
- Sí...

Esta fue la última vez que Lynette soñó conmigo. Y por su afecto, le estoy agradecida.


Esta pequeña secuencia, perteneciente al capítulo 7 de la tercera temporada de Desperate Housewives, ha conseguido que llore desconsoladamente. No creo revelar ningún Spoiler cuando digo que la susodicha Mary Alice Young, narradora de la serie, se suicida en la primerísima secuencia de la serie para, desde el cielo, narrar las historias de Wisteria Lane. Uno de mis personajes favoritos, Lynette Scavo, sueña con ella desde entonces y lamenta quizá no haberle hecho más caso a Mary Alice el día que se suicidó, algo que en esta maravillosa secuencia acaba con una preciosa moraleja: No podemos prevenir lo que no podemos prever.
Nunca pensé que esta serie tocaría tanto mi fibra sensible. No puedo dejar de llorar desde hace un rato...
Un abrazo.

Homenaje a Piggyback

Me gustaría hoy hacer un pequeño homenaje a los chicos de Piggyback Interactive, porque ayer al hacerme (por segunda vez, ya que le di a mi primo Victor la primera) con la guía oficial del Kingdom Hearts II (con el cual pienso ponerme en algún momento cuando acabe con el Final Fantasy XII), pensé que esta gente son unos auténticos genios. Desde hace ya varios años me han sorprendido por la impresionante cantidad de información, rigurosidad y exhaustividad a la hora de elaborar sus guías. Eso al margen del precioso maquetado de las mismas y de la ENORME calidad de sus capturas e imágenes.

En la foto que veis arriba están todas las guías que tengo de Piggyback, que no son todas. Las primeras, evidentemente, las de Final Fantasy (VIII, IX y X), Metal Gear Solid (2 y 3), Dragon Quest, Kingdom Hearts II y Silent Hill 2. Tengo otras como las de Resident Evil 4, pero ya no son de Piggy.

Estas guías tienen una labor de localización tan descomunal que me asusta pensar en la de horas de juego que tienen invertidas para su realización. Más que un simple Walkthrough (o, en cristiano, un cómo pasarse las pantallas), estas guías son una auténtica Biblia del juego en cuestión. Especialmente en juegos complejos y largos como Final Fantasy, en los que una guía así es poco menos que imprescindible como referencia y ayuda.

Como ya he dicho, quiero hoy rendir homenaje a esta panda de genios que hace nuestra experiencia jugable aún más atractiva, y que al ver la excelencia de su trabajo nos hacen sentir que somos parte de algo muy, muy grande.
¡Un aplauso a los chicos de Piggyback!