11 de junio de 2008

Que el mundo se vaya a la mierda... ¡pero que no falte el fútbol!

Lo de este país es de risa. Ya no por los políticos de guardería que tenemos (es decir, que se pasan el día jugando y metiéndose con ellos mismos mientras los demás lo sufrimos), o de la vista gorda a grandes problemas, o a los intereses sectoristas, ni siquiera por la maldita picaresca española; me refiero a que todo eso puede irse a la mierda pero lo que nunca puede faltar es el fútbol. El maldito fútbol de los cojones.

Hablo de una manera tan soez porque me toca mucho las narices este asunto. No estoy en contra de una afición sana, al fanatismo que yo mismo practico en otros ámbitos (en este, por los motivos que expongo, no lo comparto), pero lo que es capaz de hacer la gente por el fútbol me saca de mis casillas.

Expongo la siguiente situación: tenemos jefes que si llegas 5 minutos tarde al trabajo te regañan, que si les pides salir 20 minutos antes para ir al dentista te ponen mala cara, y que por norma general te hacen trabajar más de lo que en tu contrato está estipulado. Lo de todos los días, vaya. Pero llega un día de fútbol, especialmente el de la selección, y no solo puedes irte antes a tu casa, sino que en la empresa montan un proyector para que todo el que quiera pueda, en horario laboral, ir a ver el partido. Y al que no le guste (como yo), que siga trabajando. ¿Se ha visto mayor incoherencia que esa?. Por esa regla de tres, me puedo tocar los mismísimos a dos manos o irme a mi casa cuando me plazca. O eso o me pongo a ver el fútbol aunque no me guste. Es igual que los fumadores empedernidos: ¿cuántos descansos se pegan al día por el cigarrito y no poder fumar dentro del edificio? ¿Me tengo que hacer fumador para este tipo de beneficios sociales?.

Ayer, la maldita y puñetera huelga de camiones tenía todo Madrid colapsado. No me malinterpreteis, creo que lo de la subida de la gasolina es de auténtica vergüenza y al mismo tiempo una situación que se veía venir, y eso que aún no hemos llegado a lo peor, pero lo que no me parece normal es que tengas que joder a los demás para llamar la atención. Estoy seguro de que hay muchas otras formas. Como me ha dicho mi amiga Concha esta mañana, deberíamos ser TODOS los que protestaramos contra la subida del petroleo quedándonos en nuestras casas días enteros sin hacer nada, pero lo que está haciendo el sector del transporte (esto es, la forma de manifestarse) me parece absolutamente ridícula y que va a levantar más ampollas que otra cosa.

Pero eso sí, ya puede haber huelgas, ya pueden estar colapsadas las carreteras, ya puede la gente hacer acopio de histeria y dejar literalmente limpios los supermercados y las gasolineras (que es lo que está pasando), pero que nadie jamás nos quite el fútbol. Ni siquiera en horas de trabajo. Eso jamás.

¡VIVA ESPAÑA!

P.D.: Rafa, sé que este post es muy parecido al que has puesto tú, pero te aseguro que es pura casualidad, ya lo tenía más que pensado cuando leí el tuyo esta mañana.