3 de junio de 2008

Amsterdam, Trijntje, Blu-rays y Kylie, todo en uno

El pasado fin de semana, Sera y yo nos fuimos a Amsterdam a pasar un par de días con nuestros amigos bigbro Guido y su chico, Jelle. Nos invitaron amablemente a disfrutar de su ciudad e ir a un concierto de Trijntje Oosterhuis, una famosa cantante holandesa que conocí gracias al Sr. Guido y que personalmente me encanta. Si a eso unimos que el viaje fue una maravilla y que incluso en uno de los trayectos fuimos en Business, para qué queremos más.

Guido y Jelle nos trataron como reyes, y dimos varios paseos por el centro de la ciudad. Tomamos café, hicimos compras, descansamos de lo lindo e incluso fuimos de cena a un restaurante libanés chulísimo y muy original, ¡con camas en lugar de sillas!. Estaba todo riquísimo y hasta probé una cachimba de esas (yo, el acérrimo luchador contra el tabaco, dónde vamos a llegar). Por cierto, que con todo lo que llevo dicho debéis pensar que soy rico; nada más lejos de la realidad, simplemente he tenido suerte en estos menesteres estos días.

Mi chico guapo estuvo conmigo en todo momento, y ¿cómo no comprarle flores en la ciudad de las flores por excelencia?. Aquí me tenéis en plena declaración. Notesé que no está nada forzada la foto, jajaja.

Amsterdam es una ciudad arrebatadora. Moderna, tranquila, con mucha vida social y mucho que hacer. Ya fui en en enero por primera vez y dudo que sea la última que vuelva, no solo por mi querido Guido sino porque es uno de esos sitios a los que siempre quieres regresar. Eso sí, si las calles olieran un poco menos a porro, tampoco me importaría.

El concierto de Trijntje Oosterhuis fue maravilloso, en uno de los teatros más importantes de la ciudad. Pese a ser holandesa, lo que hace esta mujer es cantar baladas en inglés con una voz tan cálida como pocas veces he escuchado, y concretamente los discos que fuimos a ver en vivo son grandes temas clásicos reinventados en la voz de esta gran mujer como What the world needs now, I say a little prayer, Do you know the way to San José?, etc. Os recomiendo que, si podéis, escuchéis los discos The look of love y Who'll speak for love. Luego pondo un video de ella.

Pero hay más: Guido y Jelle, además de obsequiarnos con su amabilidad, nos hicieron regalos: a Sera le regalaron dulces, que son su debilidad, mientras que a mí me regalaron los Blu-ray de Hairspray (edición USA) y la edición en Steelbook de Sweeney Todd, un mes antes de que salga en España y con el mismo disco que va a salir aquí. Increíble: un mes antes, con caja preciosa, y sabiendo que cuesta 10 euros menos que el precio que va a tener aquí. Incomprensible.

Atención: aunque el Blu-ray de Hairspray, película-musical por la que siento una gran debilidad era de zona A (solo compatible en USA), resulta que este código regional se puede saltar a la torera con un simple truco en Playstation 3: cuando sale el mensaje de región incompatible, si se pulsa Triángulo y se le da al botón de Menú principal... ¡Voilá!. Se acabó el problema. Así que ayer estuve viendo, además del maravilloso Ephifany de Sweeney Todd, la cristalina y colorida imagen de Hairspray en toda su grandeza mientras escuchaba Good morning Baltimore en 7.1 DTS-HD. ¡¡Gracias, Guido!!.

Por último pero no por ello menos importante, decir que este es mi modelito para esta noche acudir al concierto de la grandísima Diva Kylie Minogue en su primer concierto en España. Mañana pondré fotos de la gran fiesta que va a ser lo de hoy... ¡¡Qué ganas tengo!!.

En general, aunque ocupados, estos han sido unos días maravillosos solamente empañados por un lamentable malentendido que se ha producido en el contexto de uno de los comentarios de este blog, y que me ha llevado a sentirme bastante triste durante el fin de semana a ratos intermedios. Una persona que lee este blog malinterpretó una de las cosas que dije, y se sintió directamente atacada y ofendida sin razón alguna (no la había, pero las palabras no eran muy claras al respecto). Pero aunque todo aparenta ser así, espero que esta persona sepa entender y aceptar que mi mente se encontraba muy alejada de ella cuando escribí esas lineas, y que no mentiría ahora solo por intentar enmendar un error. En todo caso, mi error ha sido la inconsciencia de no ver que mi ambigüedad se podía volver contra mi. Apelo, en todo caso, al sentido común. Un beso muy fuerte para tí y mis disculpas públicas. Lo siento de todo corazón.

Y ahora, nada mejor que despedirse con mucho amor, con un tema de Trijntje Oosterhuis, una preciosa versión del clásico A house is not a home. Disfrutadlo.



Un abrazo.