28 de septiembre de 2007

Chocobo de peluche

Los Chocobos son los animalitos más encantadores y adorables del universo Final Fantasy. A mi, personalmente, me parecen una auténtica monada. Como Alex-kun lo sabe perfectamente, me ha regalado este precioso peluche de Chocobo con motivo de mi próximo cumpleaños, que es dentro de una semana, pero como se va a vivir a Alemania me lo ha dado por adelantado.
¿No es una preciosidad?.
Un abrazo.

26 de septiembre de 2007

Temas de Saint Seiya en castellano

Interesante cuanto menos. El Opening y Ending de la nueva saga de Saint Seiya, la de Hades, interpretada por unos fans cantantes con una calidad que podríamos calificar de más que buena (aunque a mi no me acaba de convencer del todo). Según SaintSeiyaGallery, los temas han sido grabados en estudio bajo la supervisión musical de un gran compositor como es David Santisteban. La que más me convence es la ya clásica Pegasus Fantasy, melodía de la serie original. La versión de la preciosa Chikyuugi no me acaba de gustar tanto, pero más bien por la letra, que no acaba de estar muy redonda.


Joaquín Paz y Elena Collado son los responsables. Ambos son cantantes profesionales, y fans de la serie. La autoría de la adaptación de los temas del japonés al castellano corre a cargo de Joaquín. Parece ser que se va a pedir que en el momento en que la saga de Hades salga en castellano, sean estos los temas que aparezcan en los DVD's en lugar de su versión japonesa. Hombre, a mi me gusta más su versión original, pero reconozco que iniciativas como la de estos chicos es fabulosa y, por mi parte, pienso apoyarles. Para eso, al fin y al cabo, podemos cambiar de pista de audio en los discos. ¿Qué opinais vosotros?.
Un abrazo.

I put a spell on you...

...and now you're MINE!!

Mira que me encanta esta película, El retorno de las brujas o Hocus Pocus, pese a lo rara que es, y concretamente esta escena con la gran Bette Midler (a dúo con la entonces casi desconocida Sarah Jessica Parker y Kathy nosequé)... ¡a bailar, que nos han lanzado un hechizo!.

Umbrella

You had my heart
and we'll never be world apart
Maybe in magazines
but you'll still be my star
Baby cause in the Dark
You can see shiny Cars
And that's when you need me there
With you I'll always share
Because

When the sun shines
We’ll shine together
Told you I'll be here forever
Said I'll always be your friend
Took an oath
I'mma stick it out 'till the end
Now that it's raining more than ever
Know that we still have each other
You can stand under my Umbrella
You can stand under my Umbrella
(Ella ella eh eh eh)
Under my umbrella
(ella ella eh eh eh)
Under my umbrella
(ella ella eh eh eh)
Under my umbrella
(ella ella eh eh eh eh eh eh)

These fancy things,
will never come in between
You're part of my entity
Here for Infinity
When the war has took it's part
When the world has dealt it's cards
If the hand is hard


Together we'll mend your heart
Because ...

When the sun shines
We'll shine together
Told you I'll be here forever
Said I'll always be your friend
Took an oath
I'mma stick it out 'till the end
Now that it's raining more than ever
Know that we still have each other
You can stand under my Umbrella
You can stand under my Umbrella
(Ella ella eh eh eh)
Under my umbrella
(ella ella eh eh eh)
Under my umbrella
(ella ella eh eh eh)
Under my umbrella
(ella ella eh eh eh eh eh eh)

You can run into my Arms
It's okay don't be alarmed
(Come into Me)
(There's no distance in between our love)
So Gonna let the rain pour
I'll be all you need and more
Because ...

When the sun shines
We'll shine Together
Told you I'll be here forever
Said I'll always be your friend
Took an oath
I'mma stick it out 'till the end
Now that it's raining more than ever
Know that we still have each other
You can stand under my Umbrella
You can stand under my Umbrella
(Ella ella eh eh eh)
Under my umbrella
(ella ella eh eh eh)
Under my umbrella
(ella ella eh eh eh)
Under my umbrella
(ella ella eh eh eh eh eh eh)

Joer como se pega la cancioncita...

Un abrazo.

24 de septiembre de 2007

Finde de locos

La foto de ahí arriba es la de un servidor junto a un amigo muy especial, Sera, el jueves pasado en su cumpleaños. Y es que desde el jueves noche en su cumpleaños estos días han sido de locos, no he parado y de hecho he tenido marcha por cuatro tubos... y aunque estoy cerca de los ventisiete sólamente, ya no estoy para estos trotes.
Empezamos el jueves: cena con Jose y Miguel, de ahí al cumple de Sera hasta las tantas. Duermo cuatro horas, y vuelta al trabajo.
El viernes, imposible echarse siesta: tengo que hacer cosas de trabajo en la nave de JC hasta casi las 6 de la tarde (salí a las 3 del mío), luego quedar con un amigo de Sevilla que solo estará ese día ahí y hay que verle por narices, para terminar cenando con él y Sera en un sitio de Sushi, y luego copas hasta las tantas, aunque por fortuna no más de las dos y pico.
El sábado, comida con mi madre, visita a los tres torbellinos de mis primos por la tarde, concierto de Belén por la noche, y tras este, cenar, copas, café... y cuando ya eran más de las tres de la mañana, nos fuimos un grupo de gente a un pub que solo puedo denominar de ultrapetardo pero divertidísimo donde estuvimos bailoteando hasta más de las 6 de la mañana. Acabé muerto y absolutamente afónico. Madrid estaba con la famosa noche blanca, y eso implicaba que todas las calles del centro estaban saturadas de gente y desfase. A las cuatro de la mañana, la gran vía de Madrid parecía en hora punta comercial.
El domingo me levanté tras dormir 5 horas y salí pitando a comer con la familia, que se alargó hasta más de las cinco de la tarde (yo no podía hablar por la afonía), y NO ME PREGUNTÉIS CÓMO LO HICE, pero en solo dos horas y media me dio tiempo en casa a ordenarla, pasar el plumero, adecentarme (qué barbas tenía, por Dios), poner una lavadora y preparar una super-merienda a mi grupo de amigos que venían a las siete y media. Mientras hacía todo eso, además, me vi La maldición de la flor dorada en Blu-Ray. Casi nada. La noche terminó con picoteo, una partidilla al Buzz y viendo las fotos de Japón (que las coloqué en albums durante la comida familiar, además).
Ayer caí MUERTO a la cama. Este finde ha sido impresionantemente divertido y lleno de vida, pero insisto: no estoy para estos trotes.
Un abrazo.

Mama Dolly

El pasado sábado me dirigí tranquilamente a comer con mi señora y santa madre, porque llevaba unos días sin verla y me apetecía invitarla al oriental que hay cerca de casa. Así pues, la recogí como un caballero en la puerta de su casa y se subió al coche. Parecía un angelito inocente y tierno, Me dio un afectuoso beso y nos dirigimos al restaurante.

Pero en cuanto nos pusimos en marcha, sonó el móvil. Como uno es moderno de la muerte, lleva Bluetooth para que cuando le llamen, pueda hablar sin problemas. La pantalla LCD ponía claramente DOLLY PARTOS. Temblé. Pero tampoco podía dejar de cogerle el teléfono. ¿Qué querría Dolly?. La noche anterior había estado cenando cerca de su casa y le mandé un mensajito para decírselo. Pero entonces no recibí respuesta. Imploré (más bien recé) para que la conversación que se iba a iniciar fuera normalita, pues los bluetooth permiten que todo se oiga en DOLLY 5.1 dentro del coche y con mi madre dentro. Descolgué, no sin sentir un pequeño temblor de manos al pulsar el botón.

Dolly: ¡Pero cacho PUTA, ¿no sabes que la gente DECENTE se acuesta a las 11?.

Mi madre abrió los ojos a lo rana Gustavo. Yo empecé a sudar. Pero tenía que seguir la conversación con naturalidad y al nivel Dolly, lo cual hizo que me subiera la tensión en cinco puntos de golpe. Y todo prosiguió tal cual:

Dani: Pero NENA, es que tú no tienes nada de decente.
Dolly: A ver, so GITANA, estaba ya completamente relajada dándome un baño de sales y de repente va y suena tu mensaje y me hace dar un bote que casi rompo el techo.
Dani: Joder, pues lo siento. Pensaba que como buena DIVA estarías de cachondeo de viernes en el barrio de CUÉTARA.

Dolly: Pues no AMOR, porque una necesita sus horas para las mascarillas y el pepino, que luego el sábado tiene que quedar radiante como la Maria Teresa Campos en sus vallas publicitarias, ¡todo un prodigio de la infografía, NENA!.

Dani: Bueno hija, pues menos mal que no te llamé, porque estuve a punto de hacerlo, pero como estaba comiendo no me pareció correcto.
Dolly: Así me gusta, NENA. A mi desde que era pequeñita me enseñaron a no hablar cuando se tiene algo en la boca.

La expresión de mi madre era… en fin, creo que no existe definición.

Dani: Bueno, NENA, pues una cosilla: ¿mañana estarás en CUÉTARA?. Podríamos vernos en El estrecho para darte un regalillo que te he traído de Japan.

Dolly: Ay vale, pero si no estoy en El estrecho estaré en el Half-past, que es por donde paso antes de irme a follar con mi chulazooooo.

En ese momento, creía que tendría que llamar a urgencias de lo pa’ fuera que tenía mi madre las cuencas de los ojos, junto a una mueca de dolor que parecía que la mandíbula se le iba a desencajar. Yo ya chorreaba sudor por la frente.

Dani: Vale nena, vale… pues nada guapetona, que nos vemos mañana. Ale, taluego!.

El interrogatorio posterior a esta conversación fue realmente embarazoso. A día de hoy, mi madre se preguntará con qué clase de gente se mueve su hijo…

¡Y es que la DOLLY es mucha DOLLY, NENAS!.

Un abrazo.

20 de septiembre de 2007

Mi nombre en Kanji

Los Kanji son ideogramas que en japonés (heredado del chino) implican la raíz de un concepto, una idea, una base. Para quien no los sepa, se estipula dentro de la educación japonesa unos 2.000 Kanji aproximadamente de aprendizaje obligatorio. Estos son imprescindibles en la vida diaria del un japonés, y se aprenden desde primaria hasta ya entrado el instituto. Vivir allí, imagino, hace el resto. Los nombres japoneses se escriben normalmente con Kanji y tienen un significado. Por ejemplo, Akiko significa "Niña brillante", porque la pronunciación del nombre se compone de los Kanji de "Claro" y "Niño".
Los extranjeros no tenemos nombre en Kanji, y normalmente se escribe en el silabario Katakana, que es, al igual que el nuestro, simplemente fonético, sin ideogramas o conceptos. Sin embargo, dada la enorme cantidad de palabras homofónicas del japonés, es posible componer un nombre extranjero en Kanji, aunque las posibilidades son muy grandes y variadas, no limitándose a una sola forma de escribirlo.
Cuando estuve en Tokio, me explicó una chica japonesa muy simpática llamada Kiyomi que tenía como Hobby el transformar nombres de personas no japonesas en su homónimo en Kanji. Mi nombre, Daniel, se pronuncia según la fonética japonesa Danieru. Mediante estas sílabas se pueden extraer muchos Kanjis muy diferentes entre sí, así que Kiyomi me preguntó sobre mi forma de ser, cosas de mi propia personalidad, y en base a esos parámetros obtendríamos los Kanji que queríamos para componer mi nombre, único y exclusivo, en silabario Kanji. El resultado es el siguiente:
El primero, Da, significa Cálido o sensible. El segundo, Ni, significa persona. El tercero, E, significa Bendición o gloria. Y finalmente el cuarto, Ru, significa Permanecer o quedarse.
Por tanto, Danieru significa todas estas cosas: Sensible, Cálido, Persona, Bendición, Permanecer.
Kiyomi también hizo lo mismo para mi primo Rubén y para el otro Daniel, aunque este prefirió componer su nombre con los Kanjis de Hombre, Paciencia y Beneficio.

¿No es este un Hobby de lo más divertido?. Me encantaría saber más Kanjis para poder adoptarlo como propio.
Un abrazo.

Espías, laca y coches a prueba de muerte

Vaya título me he marcado para hablar de mis tres últimos visionados en cine: por orden de visionado, que no de calidad, El ultimátum de Bourne, Hairspray y Death Proof.

La tercera entrega de las aventuras de Jason Bourne con Matt caracartón Damon y otra actriz a la altura de este (ejem), Julia Stiles entre otros (estupendo David Strathairn de malo malísimo), nos vuelve a meter dentro de una trama sofisticadísima de espías, traiciones y sociedades secretas, con diferentes ciudades como escenario y centralizando todo en la figura del desmemorizado Jason Bourne, desesperado por recuperar su identidad y sus recuerdos. La película es francamente buena a nivel de ritmo y acción (impresionantes los medios de localización), y con localizaciones tan dispares como Moscú, París (que memez de escena con Daniel Brühl, por cierto, debe ser que querían meter París con calzador), Londres, Madrid (que parece el Bronx), Túnez o Nueva York. Me ha gustado mucho por lo bien definida que está la trama y la desbordante acción (de la buena) que tiene, pero como me pasó con las anteriores entregas, tanto los actores como la historia son bastante olvidables. Por cierto que la película se cierra con un remix fabuloso del Extreme ways de Moby, para no perdérselo. La película es de esas que no pasarán a la historia, pero que nadie se arrepentirá de ver.


Hairspray me ha gustado mucho, muchísimo. Hace que salgas del cine con unas ganas de ponerte a bailar absolutamente irresistibles. Look sesentero, historia Happy nation donde todos son felices y pueden alcanzar todos sus sueños (es decir, positivismo intravenoso), y una banda sonora absoluta, totalmente maravillosa. El número final, You can’t stop the beat, es un auténtico orgasmo para los amantes del musical. Y aunque los actores, en general, están muy bien, me quedo con la prota, la desconocida pero encantadora Nikky Blonsky y la siempre arrolladora Queen Latifah. Ni Travolta ni la Pfeiffer me han parecido nada del otro mundo, aunque ambos están muy graciosos en sus respectivos papeles. Eso sí, si no os gustan los musicales no vayáis a verla. A mi, como me chiflan, me ha parecido una de las películas del año. Y filogay a tope, además.

Finalizamos con Death Proof, la segunda parte de ese proyecto entre Tarantino y Rodríguez que es Grindhouse. A mi Planet Terror me pareció una auténtica caca de la vaca, una casquería sin sentido con un humor negro que no acabé de pillar. Por fortuna, Death Proof es, evidentemente, más Tarantinesca. Es decir: diálogos larguísimos de cámaras girando mientras unas tías buenas porretas y flipadas se ponen a filosofar con temas aparentemente absurdos, utilizando un vocabulario y una forma de expresarse que ya quisieran muchos catedráticos. Esto es su mayor baza y defecto, porque a mi cuando se ponen a hablar de la tía que se cae en una zanja durante media hora… pues la verdad, empecé a aburrirme un poco. Por otro lado, está la parte divertida, la gamberra. Las escenas de los coches son una auténtica maravilla, y las actrices (especial mención a Rosario Dawson) están estupendas, lo mismo que el resultón Kurt Russell, aunque quizá este último está algo blandito. Diría que esta no es una película apta para todos los públicos, porque o te encanta o te parece un bodrio (lo que les pareció a mis amigos, mientras yo salí encantado de la sala). Y una advertencia: hay cierta escena de choque entre dos coches que solo puedo calificar de BRUTAL.

En fin, menos mal que ya me voy poniendo al día con el cine, que me había quedado descolgado. Ahora, quizá gracias a mi visita al museo Ghibli, estoy revisionando clásicos maravillosos como Porco Rosso o Mi vecino Totoro, de los que sin duda hablaré más adelante.

Un abrazo desde DaniCineLand.

Sex and the city: The movie

Llega la primera imagen del set de rodaje de Sexo en Nueva York: La película, versión cinematográfica y secuela de la ya mítica serie que finalizó hace cuatro años en su sexta temporada, en el mayor apogeo de su éxito. En la imagen tenemos a Jarah Jessica-Parker (Carrie Bradshaw) y a Chris Noth (Mr. Big), tan elegantes y glamurosos como siempre. Me muero de ganas de ver en gran pantalla a mis cuatro chicas Carrie, Samantha, Miranda y Charlotte. Y es que soy auténtico fan de esta serie.

19 de septiembre de 2007

Hacer lo correcto

En la vida nos vemos obligados a tomar decisiones casi a cada momento, a cada instante. La mayoría de estas decisiones las hacemos de manera instintiva, sin necesidad de pensarlas o meditarlas. Porque la verdad, ni se tiene el tiempo para hacerlo ni tampoco lo merece. Hablo de esas pequeñas cosas que conforman con más o menos eficacia lo que va a ser el trazo o línea de nuestro día a día.

Como todo, el mundo de las decisiones se extiende hasta formar un universo propio. Hay miles de niveles que conforman ese trazo. Desde escoger si escribir con el bolígrafo azul o el negro, pasando por si ir al cine o salir de copas, hasta si vivir en otro país o en tu ciudad de toda una vida.

Luego están las decisiones morales, que son las más complicadas de todas: decidir qué es lo que está bien o está mal, lo que es correcto o no, en base única y exclusivamente a nuestro propio conocimiento, negligencia, sabiduría y, por qué no decirlo, nivel de enfoque de nuestro estado emocional. Porque nosotros no podemos considerarnos, precisamente, los mejores jueces respecto a nuestra vida, pero sin duda somos nuestra mejor baza y a veces la única. Tenemos que aprender. Muchas veces acertamos, mientras que otras nos equivocamos de pleno. Estas decisiones conllevan, para bien o para mal, un precio. A veces una baratija, a veces un valor incalculable. Porque hablamos, por si no lo he dejado claro, de moralidad. Y por ende, de sentimientos.

Hacer lo correcto a veces implica llevar a cabo acciones que no nos gustan, que no pegan con nosotros, que nos dejan en una posición frágil. Yo creo que en general no soy muy bueno desenvolviéndome en estos terrenos. Casi siempre doy prioridad a mis propias debilidades, a lo que creo que debería ser lo correcto conforme a mis propias creencias, aunque sé y soy consciente de que no es adecuado.

Imaginad, por un momento, que os veis en una disyuntiva en la cual podéis tomar tres caminos. Hay uno de esos caminos que no queréis tomar bajo ningún concepto, mientras que de los otros dos no quieres escoger: quieres tomar ambos, aunque sea a destiempo. Esto no puede ser, y lo correcto es tomar el camino que no deseas escoger. Uno solo. El mejor, el de en medio, el más recto, seguro y neutral. Ningún camino es bueno. No se trata de escoger entre bueno y malo, sino del menos malo.

Y esto que acabo de decir se trata, nada más y nada menos, de las peores decisiones posibles: aquellas que, implicando también una fuerte dosis moral, suponen un coste doloroso sea cual sea la opción que tomes. Porque no todo en la vida tiene un final enteramente feliz. Qué se le va a hacer.

Un abrazo.

18 de septiembre de 2007

Pura Hanna

Hace unos meses hablé de Hanna cuando me cautivó su maravillosa canción Como en un mar eterno, uno de los temas estrella de la película de Bigas Luna Yo soy la Juani. Sin duda Hanna debe mucho a esta canción, pues desde entonces solo le han salido más y más oportunidades. Esta madrileña lanzó su disco (¡por fin!) a finales de Junio, siendo además uno de los temas contenidos en él, Como la vida, la seleccionada para ser la sintonía oficial de la Vuelta Ciclista a España 2007, algo que aunque a mi me la trae más bien al fresco sin duda es un vehículo enorme hacia el éxito como ya se ha demostrado con otros como Nena Daconte, Melendi, Pastora Soler o Patricia Manterola, entre muchos otros.
Pero a mi las vueltas ciclistas me dan lo mismo. Escuchando Pura Hanna, su disco debut, no puedo sino reafirmarme en lo que dije hace unos meses: el disco es una auténtica maravilla casi en su totalidad. No llega a ser redondo, porque sin duda se nota la mano de Alejo Stivel, que si bien es muy conocido (Rosa, La oreja de Van Gogh, El canto del loco, La quinta estación, o incluso mi querida amiga Belén Arjona), también me ha quedado patente que cualquier artista que se precie debería buscarse alguien mejor para sacarse todo su jugo, cosa que han hecho todos los anteriores citados.
Volviendo al disco, destaco los temas Por tí daría (muy gamberro, con muchas palabrotas pero pegadizo hasta el novamás), No quieras, Somos diferentes, además de las ya citadas Como en un mar eterno (solo por esta canción merecería la pena el disco) o la preciosa Como la vida, de la cual dejo el videoclip aquí debajo. Pero quiero destacar otra joya inesperada que me he encontrado en este disco, el penúltimo de este, titulado Verdeazul. Un auténtico festín para los oídos que emociona, que tiene ritmo, que toca.
Larga vida a Hanna. Qué ganas tengo de poder disfrutar de ella en vivo.
Un abrazo.

14 de septiembre de 2007

El folleteo de Grey

Tras ver las temporadas 2 y 3 de Grey’s anatomy, me encuentro un poco dividido: la temporada 2 es seguramente la artífice del enorme éxito de la serie, porque es simplemente soberbia; unas tramas preciosas, una tensión desquiciante y situaciones límite resueltas de manera emocionante, emotiva y (a veces) triste. La segunda temporada, que define bien a los personajes de la serie de una vez por todas, nos hace encariñarnos con la adorable Izzie Stevens o con la alocada pero fabulosa Addison Montgomery (mis personajes favoritos de la serie). Además, la incorporación de un personaje que no cumple el estereotipo de tía buena sino de moza machorra como es el de la Dra. Callie Torres no tiene precio.

Pero como ya iba diciendo, no todo son halagos. La segunda temporada es fabulosa, colosal, y esto se alarga hasta bien entrada la tercera temporada. Pero a partir de ahí, a los guionistas se les va absolutamente la pinza, y convierten a los personajes en parodias de sí mismos, las tramas resultan totalmente incoherentes y absurdas, y para colmo, cuatro capítulos antes de terminar la temporada nos meten descaradamente un par de capítulos piloto de un Spin Off que podría protagonizar la Dra. Addison, metiéndonos con calzador un montón de personajes nuevos en lo que claramente es una serie que no sigue el mismo patrón narrativo que la que estamos viendo. Eso por no mencionar el hecho de que los últimos capítulos, ya mencionados, parecen más un Melrose Place en un hospital que otra cosa (es decir, nos liamos todos con todos). De ahí que mi amigo Sera me mencionara que llamaba a la serie El folleteo de Grey. Ayns.

Conclusión: la serie corre el grave riesgo de convertirse en una Desperate Housewives 2, con guiones que no van a ninguna parte y tramas que se meten sin pensar y que convierten a sus personajes en peleles. Por fortuna, en los últimos minutos de la temporada introducen a un nuevo personaje que promete dar mucha caña en la cuarta temporada, que empieza a finales de este mes. A ver si los guionistas vuelven de las vacaciones y dejan esta serie en el lugar que se merece.

Un abrazo.

Claire y Hiro

La serie que estoy viendo ahora, por fin, y tras muchas ganas de empezarla, es Heroes, que me está fascinando por momentos. Una vuelta de tuerca al universo X-Men con personajes completamente diferentes a los de la escuela de talentos del profesor Xavier, pero con los mismos poderes: regeneración, teletransporte, absorción y anulación de poderes, volar, telequinesia…, y todo ello dentro de una trama fabulosa y una realización técnica prodigiosa que ya quisieran tener muchas películas de Hollywood.

Destaco dos personajes: Claire Bennet y Hiro Nakamura, la chica indestructible y el alterador del espacio tiempo. Personajes jugosos y entrañables desde el primer momento. Cuando termine la temporada ya haré una valoración más detallada (voy por la mitad, y no creo que tarde en ver el resto), pero de momento hago un llamamiento a todos para que empiecen a verla todos los remilgados que aún no lo hayan hecho.

Un abrazo.

12 de septiembre de 2007

Llorar en público

El pasado domingo acudí a un nuevo concierto de La quinta estación durante las fiestas patronales de Parla. Cualquiera que lea el blog de vez en cuando sabrá perfectamente lo mucho que me gusta este grupo, y a la enorme cantidad de conciertos que he ido de ellos en el último año, e incluso antes. El concierto que nos ocupa no fue una excepción a los anteriores: una auténtica maravilla.

Acudí, no obstante, con buena parte de mi familia: mi madre, dos tías, un tío y mi prima pequeña. Se estrenaban mi madre y una de mis tías, que se lo pasaron pipa coreando y cantando las canciones (¡se las sabían todas!).

Ahora bien, ocurrió que durante la interpretación de La frase tonta de la semana, mi canción favorita de ellos, me volvió a dar el yuyu y me puse a llorar, como siempre que la escucho en vivo. Mi prima pequeña se dio cuenta, de ahí el comentario pasó a mi madre, y mi madre me preguntó que qué me pasaba. Simplemente me limité a responderle que me emocionaba mucho esa canción, y ella me dijo "ya…", como adivinando mucho más detrás de esas palabras. Las madres no son precisamente tontas.

Y al acabar el concierto, la noté extrañamente cariñosa conmigo (no es que no lo sea, que siempre lo es, pero aún más), y me hizo un interrogatorio el cual yo esquivé elegantemente. Le dije Mama, ¿es que a ti no te emociona escuchar alguna canción? a lo que ella me respondió Sí, pero cuando estoy sola, nunca en público. Me sentí viviendo un Deja vu, porque no es la primera vez que me pasa eso.

Siempre he sido una persona que no le importa mostrar emociones en público y sea donde sea, momento o situación. Eso no es algo que guste. Las emociones, lo tengo comprobado, se guardan de puertas para adentro en la mayoría de las personas. Y no es plato de buen gusto ser testigo de alguien que sí las muestra.

Recuerdo cómo hace casi dos años, iba con mi amigo Carlos por el centro de Madrid cuando tuve un encuentro bastante chocante. Ahí me contuve, pero cuando ese momento pasó y seguí caminando con Carlos, estallé. Este me reprendió y me dijo que no debía hacer eso en la calle. En menor medida está lo de los conciertos: escuchar una canción que te llegue dentro por la razón que sea y desbordarte en un torrente de emoción.

Cuando lloro, y quiero sumergirme dentro de una emoción que esté viviendo en ese instante, el mundo se desvanece. Me vuelvo uno solo, no existe el entorno ni el contexto. Ya puede haber miles de personas a mi alrededor, ya pueden estar mirándome, incluso hablándome, que yo no estoy presente. Quizá por eso lo hago sin reprimirme.

Porque yo he pasado toda mi vida reprimiendo mis emociones. Hasta que me hice mayor, fui un niño y adolescente encerrado en mí mismo, taciturno, seco y bastante idiota. Cuando aprendí a liberar mis emociones fue como un milagro, y decidí que nada o nadie me haría volver a encerrarlas. Creo que esa es, posiblemente, la razón de que sea tan sensible y todo me afecte tanto, sea positivo o negativo.

¿Maldición o bendición?. Tras pensarlo muchas veces, y meditarlo profundamente, tengo la plena y absoluta convicción de que pese a que muchísimas veces me juegue malas pasadas el ser de este modo, no puedo ni quiero ser de otro modo. El problema no lo tengo yo, ni los demás, sino algo tan simple como la aceptación mutua. La gente suele marginar en una infinita diversidad de formas y fondos a las personas que no son como ellas, y ahí es donde radica que a veces me sienta mal por ser un calimero de tres al cuarto: muchas personas no lo entienden o comparten. Al igual que yo, aunque lo intento, reniego de otras muchas formas de ser distintas a la mía.

Y como esto ya se está alargando mucho, me gustaría hacer una de esas conclusiones que tanto me gustan: respecto a mostrar emociones en público, la única respuesta es la aceptación de la propia naturaleza de uno mismo. Si eres sensible y llorón, asúmelo y punto, y de ese modo podrás disfrutar de esa faceta de tu carácter. Sé consciente de lo real y lo irreal de tu emoción, y simplemente báñate en ella y nada en su dirección, déjate llevar. Si no eres así, haz exactamente lo mismo adaptando tu forma de sentir a la situación y a tu propia persona. Si tu alma y corazón entra en comunión con las emociones que entran en él, habrás ganado algo muy grande, infinitamente grande y poderoso. No dejes que la dicotomía se apodere de ti.

Y termino con un topicazo: Sé como tú quieras ser. Olvida lo demás.

Un abrazo.


11 de septiembre de 2007

Alas en mis pies

Pues sí, por fin, y después de dos años desde su último trabajo, Infinito, va tomando forma el tercer trabajo de mi querida amiga Belén Arjona, que hoy se ha confirmado que se llamará Alas en mis pies, y que salvo problemas de última hora saldrá a finales de octubre. No se sabe aún qué canciones tendrá o cual será el single de presentación, aunque yo y todos los que la hemos visto en algún acústico reciente hemos podido escuchar dos temas nuevos titulados Dónde voy (de cuya letra sale lo de Alas en los pies) y Te extraño.
Espero que a mi querida Bel le llegue el definitivo éxito que hace tiempo se merece con este nuevo disco tras haber sido nominada a los Grammy Latinos y haber demostrado sobradamente su valía en vivo.
Cuando sepa algo más, lo pondré puntualmente, jeje. Mientras, os recomiendo que veáis los videos de los temas que más me gustan de Infinito, No habrá más perdón y Sola otra vez.
Un abrazo.

10 de septiembre de 2007

Sorrento de la Sirena

El segundo Myth Cloth que me he traído del país Nipón es mi esperadísimo Sorrento de la Sirena, uno de los siete generales marinos de Poseidón, mi favorito de estos siete, y el tercero editado de estos tras el del Kraken y el Dragón de los mares. No puedo decir nada más que lo de siempre en los últimos modelos: acabado impecable, linea estilizada y preciosa, y abundancia de piezas de metal. Como veis, el cromado es simplemente maravilloso.
Los próximos meses hay avalancha de Myth Cloth, y ya me estoy acojonando. De momento ya he visto imágenes del cuarto que saldrá, Khrisna de Crisaor, y ya se ha anunciado el de Bian del Hipocampo. Y estos, después de que se edite el del caballero de asgard Cid de Mizard, caballero de Zeta, y la figura Premium de Shun Hades. Uffffff...
Un abrazo.

Appendix del Wivern

En Japón los Myth Cloth están a mitad de precio que en España. Eso, evidentemente, ha sido algo demasiado tentador para mí como para no traerme un par de ellos. Este es el Appendix (es decir, el "remedo" del original) de Radamantis del Wivern, uno de los tres jueces del Hades. Lo que le cambia es básicamente la cabeza, mucho más "chula" y estilizada, aunque también se puede montar como un busto precioso. Yo tengo ambos, jejeje. ¿A que queda de lo más cuco?. Lo malo (o bueno) de los Appendix, es que ya amenazan con sacar correspondiente de cada uno de los primeros modelos. Ya están planeados los de Aries y Leo (a este le hacía verdadera falta, la verdad).
Un abrazo.

Imágenes del país del Sol naciente

Porque una imagen (o varias) dicen más que mil palabras....

Y para los curiosos de las imágenes, también invito a verlas en calidad superior en esta dirección de mi cuenta de Flickr.

Un abrazo.

4 de septiembre de 2007

Tokio, último día

Lo que veis ahí arriba es una preciosa réplica a escala de uno de los robots de Laputa, el castillo aereo de los viajes de Gulliver. Todo el que haya visto El castillo en el cielo de Hayao Miyazaki lo reconocerá al instante. Y es que ayer cumplí uno de mis sueños: ir al museo de arte de Ghibli en Mitaka, en las cercanías de Tokio. Poco puedo decir al respecto. aluciné en colores con todo lo que vi allí. Una preciosa casa en medio de un bosque que albergaba todo tipo de detalles, imágenes, storyboards y todo tipo de figuras grandes y pequeñas de todas las películas de mi querido estudio Ghibli: Chihiro, la Princesa Mononoke, la Tumba de las luciérnagas, Totoro, Porco rosso, etc.... realmente me encantaría profundizar más, pero creo que sentenciaré simplemente diciendo que fue algo realmente mágico y difícil de olvidar.


Hoy es mi último día, tanto en Tokio como en Japón. Hoy tocan las compras de rigor, y me he dado cuenta de que la lacra de los souvenirs para la familia cada vez me gusta menos: te gastas más dinero en ellos que en ti, por no hablar de la molestia del espacio en la maleta. Veremos a ver qué tal escapo.
La foto de arriba corresponde al famoso santuario Fushimi de Kyoto, donde un infinito entramado de Toriis se adentran en un bosque hasta llegar a una cima. Yo, como estoy tan gordo, no pude completar la tarea. Pero, ¿no os parece realmente precioso?. Y es que podría relatar cientos de cosas, pero me quedo con haber alquilado una bici y recorrerme Kyoto entero en ella, aunque fuera una paliza.
Cuando regrese, organice y tenga tiempo de pensar (ahora no lo tengo, estoy reventado), haré un comentario sobre el viaje como Dios manda y no tan superficial. Estoy realmente cansado, pues un viaje de estas características agota al más pintado, y necesito relajarme unos días en Madrid, algo que sin duda pienso hacer.
Pero Japón, sin duda, me ha marcado. Este ha sido un viaje mágico. Espero repetir en el futuro, lo espero de todo corazón.
Un abrazo.
PD: Si venís, NI SE OS OCURRA poneros una camiseta que emule a la de Son Goku como he hecho yo. La gente por la calle me miraba, se reía, y cada dos por tres me hacían un Kamehame ha o me decían "Son Goku!", "Kame!". Tuve que cambiarme de camiseta en un lavabo, os lo aseguro...