7 de julio de 2006

Yo tampoco te espero


Tras leer el interesante post de mi blogoamigo kozmicboy, me uno a él y pongo esta imagen que habla por sí sola sobre la interesantísima visita que acontecerá en el este del país en los próximos dos días. Irónicamente yo estaré relativamente cerca, pero desde luego no por esta causa: creo que es mucho más sano para el cuerpo y la mente disfrutar de este fin de semana en la playa de Gandía con mis amigos.
Ahí queda eso.

Pixar lo vuelve a conseguir

Como ayer tuve la más que afortunada fortuna de terminar mi jornada laboral antes de lo previsto (¡A las 18 ya estaba saliendo!) decidí ir a ver mi esperadísima Cars, del estudio Pixar, cuyas películas siempre me han encantado desde que ya viera Toy Story hace la friolera ya de 12 años.

Antes de ponerme con la película que nos ocupa, tengo que decir que siempre he sentido profunda admiración por John Lasseter, el hombre al mando de Pixar, cuyo discurso en los oscar de 1994 cuando recogió su primer idem por la ya citada Toy Story aún recuerdo vividamente. Es un niño grande lleno de buenos sentimientos y que entiende y siente el mundo del cine y la animación como tal, y eso se nota en la pasión que pone en sus proyectos. Cuando vi el reportaje de las instalaciones de Pixar en Silicon Valley, dentro del DVD de Monstruos S.A. casi no lo podía creer. Sí, era un sitio donde se trabaja duro, pero ¡era como un parque de atracciones!. Esta gente sabe cómo vivir y explotar su creatividad, desde luego.

Al margen, debo también mencionar el asunto Pixar-Ghibli. Ya he mencionado como un millón de veces lo admirador que soy de Hayao Miyazaki y sus películas. Pues bien, resulta que este distinguido señor no comenzó a tener presencia fuerte en USA (y por ende en el resto del mundo) hasta que el Sr. Lasseter le echó un cable con la distribución de sus películas. En el DVD de El castillo ambulante hay un reportaje muy curioso en el cual Miyazaki visita Pixar, con la correspondiente emoción de John Lasseter al recibir a tan ilustre invitado, y en el cual expresa su admiración hacia el director japonés.

Y ahora sí, voy a comentar Cars. Está muy lejos de ser una película perfecta y mucho menos revolucionaria, pues repite una vez más lo que yo denomino la fórmula Pixar… un montón de personajes entrañables en un mundo inocente, donde el argumento es a priori bastante simplón y que sirve únicamente de carcasa para el verdadero punto fuerte de todas las películas de este estudio: su desbordante originalidad a la hora de recrear un mundo imposible, cómico y desternillante hasta decir basta. Cada plano de esta película en sí es una auténtica maravilla de la imaginación, y hace un gala de un sarcasmo y conocimiento inusitados acerca del mundo de los coches y las carreras automovilísticas. Tampoco falta el rollo feel-good-movie heredado sin duda de Walt Disney, en el cual todos los personajes son más tiernos que el pan con leche y el malo es el típico objeto de mofa ridículo. Tampoco falta la cancioncita de turno, que si bien en esta película queda bastante apropiada, me ha sorprendido pues ya hacía bastante que no se recurría a ella en una película de Pixar (desde Toy Story si no me falla la cabeza).

Sin ganas de spoilear la película, destaco sobre todo la impecable factura técnica de la cinta, que cada vez son más realistas y espectaculares conforme la tecnología (y el buen hacer) avanzan, y los tiernos personajes, con mención especial al cachondo Mate y a los italianos Luigi y Guido (impagable el cambio de ruedas de este último). En Pixar siempre hacen que los títulos de crédito nunca resulten aburridos, y en esta han rizado el rizo. ¡¡No se os ocurra iros en cuanto empiecen!!. Porque la escena del cine es DESTERNILLANTE (yo no paraba de aplaudir), y lo mismo la pequeña secuencia que hay cuando terminan los créditos.

En definitiva: una película que es más de lo mismo y que incluso supone un pequeño retroceso en la carrera de Pixar en lo referente a gamberrismo (esta es una película infantil donde las haya, es decir: no es Shrek), pero cuya desbordante inventiva e imaginación compensa cualquier carencia blandenguista. La verdad, si queréis pasar dos buenas horas, no dejéis de ver esta maravilla. Pixar strikes back!!.

¡¡Ah!!. Y antes de terminar, no puedo dejar de mencionar el ya clásico corto que emite Pixar siempre antes de sus películas, que en esta ocasión se llama El hombre orquesta y es buenísimo, si bien todavía no he visto ninguno que supere el de Pájaros que se emitía justo antes de Monstruos S.A. Y ¡¡ojo!! Justo antes de este corto, se emitió el primer trailer de la próxima película de Pixar, llamada Ratatouille (rat-a-too-ee), que se estrenará en verano de 2007 y con el cual también me partí. Ya tengo ganas de verla, la verdad. Dicho trailer lo podéis descargar en esta dirección.

Un abrazote!