17 de septiembre de 2008

La joya de la familia

Menuda pieza la Señorísima Sarah Palin, número dos del partido republicano de USA elegida por el rey de las patatas fritas McCain. Llevo poco tiempo escuchando cosas sobre esta mujer, pero vamos, es que cuando más leo de ella más me acojona pensar que haya gente así que aspira al poder.

Antiabortista, Pro-belicista, Cazadora, en contra de los derechos de los gays, Creacionista, Conservadora extrema (obliga a su hija a casarse por quedarse embarazada con 17 años), Partidaria de la pena de muerte...

Lo dicho, que me da mucho, mucho miedo gente como esa mujer, y más ella que encima aspira al poder en un país como USA... que nos cojan confesados...

Un abrazo.


Tristeza

Escribo estas líneas en casa sentado ante mi escritorio, inundado de una profunda sensación de tristeza, tan real, auténtica y cruel como si me atravesasan mil cuchillos a través del corazón.

No me ha pasado nada: simplemente he llegado del trabajo y me he sentado a ver el correo, a leer, a relajarme tras una ocupada jornada. Pero me he puesto a pensar. A pensar, simplemente.

Es espantoso comprobar cómo al igual que el pensamiento nos da la única y posible libertad en este mundo, también es capaz de aprisionarte y atarte fuertemente, torturarte sin posibilidad de escape. Así me siento yo. Me siento triste, frustrado, con ganas de dar puñetazos a las paredes, y ya no tengo ganas de llorar porque estoy llorando. Llorando porque tengo miedo, llorando porque quiero hacer cosas que no puedo hacer. Porque quiero hacer las cosas bien y no puedo. Porque quiero ser mejor persona, mejor amigo, mejor hijo, amante. Y no sé si puedo. Porque quiero ayudar y soy incapaz. Porque quiero decir cosas a gente con la que ya no puedo hablar.

No quiero que haya malentendidos con mis palabras: no ha ocurrido nada en mi vida recientemente que haya provocado estas palabras. Estoy bien, objetivamente, y seguramente en un rato volveré a estarlo. Pasaré el via crucis de esta soledad y volveré a la normalidad. Y todo seguirá como siempre, como debe ser.

Perdonadme. Hoy, de verdad, me duele el corazón. Porque pienso en cosas que hacen daño. No puedo evitarlo.

Y es que les echo tanto de menos...




BSO Coldplay - Trouble