31 de diciembre de 2008

¡¡Feliz año nuevo!!


Seré breve...

¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!

Aunque sea el topicazo mayor, espero que 2009 sea para todos vosotros un año lleno de alegrías y de felicidad. Pero sobre todo, que sigamos aquí para disfrutarnos, leernos, emocionarnos.

Un abrazo gigante.


Una historia Holandespañolalemana

No se me ocurre mejor manera de despedir 2008 que relatando la pequeña gran historia de mi periplo por el extranjero entre el 25 y el 28 de diciembre, motivado especialmente por la atípica situación navideña en la que me he visto envuelto este año y por la falta de mi adorado Sera, quien se ha marchado a su pueblo para pasar las fiestas con su familia. Y es que estos días junto a Guido bigbro y su Jelle han sido maravillosos, increíbles, divertidísimos y, honestamente, muy reconfortantes. Justo lo que me hacía falta, justo lo que necesitaba para darle calor a mi corazón.

Marché hacia Colonia, Alemania, a las 9 de la mañana del día de navidad. Tenía muchas ganas de llegar por diversas razones: ver a Guido y a Jelle, conocer la ciudad (que es simplemente PRECIOSA por si no lo sabéis) y descansar un poco. La nochebuena la pasé, pese a las circunstancias, con la mejor compañía que podría imaginar: la de mis tíos Ángel y Pepa y mis primitos Victor, Jorge y Ángela. Al llegar al aeropuerto de Dusseldorf estaba Guido esperándome y, desde allí, partimos a casa de sus adorables padres, de donde está tomada la instantanea de arriba. Jelle llegó algo más tarde porque ese mismo día trabajaba. El día se puede resumir del siguiente modo: comer, comer, comer y dar regalos. Todo ello sintiéndome por primera vez en mi vida dentro de una película extranjera sin subtítulos, ya que yo no hablo alemán y los padres de Guido no hablan otro idioma. Siempre pensé que siendo fluído en inglés nunca tendría ese tipo de problemas, pero me equivoqué. ¡Qué frustrante es la falta de comunicación, me sentí idiota!. Pero salvando la barrera idiomática, fue un día inolvidable aunque nos fuimos a toda leche a dormir... porque los tres habíamos dormido poco más de dos horas el día anterior.

Al día siguiente Guido junto con su padre Peter me mostraron la ciudad de Colonia en medio de un clima fantástico pero terriblemente gélido. Hacía un frío del carajo, lo cual no me impidio dar un largo y delicioso paseo por las preciosas calles de la ciudad. Fue sencillamente fantástico y solo lamento no haber podido tener más tiempo para disfrutar la ciudad. Pero ¿quién sabe?. ¡Ya habrá más ocasiones!. Guido estuvo realmente orgulloso de enseñarme su ciudad natal, y yo recibí tal amabilidad emocionado y agradecido. Gracias de corazón, bigbro.

¡Lo olvidaba!. Aunque no recuerdo su nombre alemán, en medio del paseo tomé una deliciosa bebida típica de esas fechas allí: una especie de vino tinto caliente con hierbas y especias. Estaba fuertecito de narices (además yo casi nunca tomo alcohol) pero tan delicioso... y me hizo, en verdad, entrar en calor rapidísimamente. Eso sí, luego me sentía un poquitín con ese puntito...

Por la noche ese día, los tres marchamos a Amsterdam ¡en vuelo Business!. Algo que, la verdad, yo no estoy demasiado acostumbrado. Además hicimos una ruta realmente curiosa: Colonia -> Munich, Munich -> Amsterdam. No había vuelo directo. Pero vamos, que a mi en Business como que no me importa tirarme unas cuantas horas más en el aire, ¿eh?.

Al llegar a Amsterdam descubrí con horror que hacía un frío no menor que el de Colonia, y de esta guisa es como tenía que salir a la calle para no morirme de frío. ¡Si hasta pensé en ponerme el pijama debajo de la ropa de calle!.

Los días restantes antes de mi regreso a Madrid para terminar de pasar mis vacaciones navideñas (y ver a mi Sera, que se acercó a verme el muy salao) los pasamos casi todo el tiempo metidos en casa de Guido y Jelle, haciendo escapadas por la ciudad (fuimos, por ejemplo, a ver Australia ¡en V.O.!), o al MediaMarkt donde les ayudé a comprarse una televisión 1080p y un amplificador de sonido a juego. Al final del viaje, Jelle y Guido tenían ya en su casa un auténtico mini-cine con una televisión FullHD, Blu-Ray y un equipo de sonido fabuloso. ¡Ahora ya sí están dentro de la HD como Dios manda!. Y estrenamos el tinglado, cómo no, con Mamma Mia!. Por cierto, , ya véis que yo ya me siento como en casa a priori viendo la foto de arriba...

Pero si tengo que quedarme con algo de este viaje es, sin duda, con las largas conversaciones acompañadas de un buen café, de los momentos cantando al Singstar, escuchando música, riéndonos con el anuncio de Nicole Kidman de Chanel (It's beautiful up here!), los regalos que nos hemos dado mutuamente y, en general, con una agudizada sensación de bienestar y alegría profundos. Mi bigbro alemán y mi querido amigo holandés me han hecho pasar un fin de año memorable y les guardo un sitio especial en mi corazoncito por ello. Gracias, chicos, por el pasado, el presente, y el futuro. Sois maravillosos. Nos veremos nuevamente juntos en Londres.

El final del viaje fue triste, pero me aguardó lo mejor: al llegar a Barajas, y sin esperármelo, ahí estaba mi amorcito Sera para recogerme y darme un fuerte abrazo. Nunca pensé que podría existir un día tan perfecto.

Y así, positivamente, despido 2008, aunque con un poco de trancazo. En unos días espero poder realizar adecuadamente una valoración del mismo, cuando me vea con ganas de escribir adecuadamente.

Os deseo lo mejor en la salida y entrada de año a todos los que tenéis la paciencia de leerme y os doy nuevamente las gracias. Un abrazo muy fuerte.

Dani