9 de julio de 2007

Ay qué dolor, qué dolor

Un fin de semana tranquilo este que acaba de terminar, con pocas anécdotas y mucha relajación, como debe ser, salvo por un detalle bastante hiriente.

El lunes de la semana pasada me hicieron un par de empastes en unas muelas, y desde el jueves pasado ha empezado a dolerme cosa mala, hasta el punto de tener en la muela del juicio un dolor insoportable aderezado de hinchazón. Eso se traduce en que he pasado estos días chutándome a base de Paracetamol e Ibuprofeno, y aún así no he conseguido paliar del todo el malestar. Esta tarde voy ipsofactamente al dentista a que me lo miren, porque estoy un poco harto ya.

Pero pasemos a otras cosillas: el viernes fui por la tarde a ver Transformers de Michael Bay, por aquello de ser uno de los superhits del verano y porque de niño me encantaban los Autobots. No quiero meterme a análisis profundos de una película tan absurda, pero simplemente diré que es digna de su director (creo que esto lo dice todo, para quien sepa quién es Michael Bay), que no es que tenga mal guión sino que directamente NO TIENE, y que los efectos especiales son, sin lugar a dudas, un auténtico PRODIGIO que va un paso adelante en la historia del espectáculo audiovisual. Por tanto, mi veredicto es que tan solo por ver estos efectos, merece la pena ir a verla en una pantalla grande (casi una obligación). Al margen, el resto de la película es 100% olvidable.

El viernes terminó con un paseo por el Palacio real y cena con mis amigos, aunque no debí quedarme hasta tan tarde porque llegué a casa hecho polvo.

El sábado lo pasé enterito con Jose y Miguel comiendo en su casa, viendo una peli (Novia por contrato, nada menos... sin comentarios) y luego toda la tarde de rebajas (me compré una camiseta preciosa!) para terminar con cena y el revisionado de otra peli (esta vez una obra maestra: Mystic River). De ahí, a dormir… zzzz.

El domingo me propusieron ir a la piscina con la family, pero como no me apetecía nada tostarme al sol (el dolor de muelas me agrió mucho el carácter estos días), opté por comer con mi madre en el chino e irme después a ver a mis tíos y primos pequeños. Pasé el mediodía y parte de la tarde jugando con Victor al Final Fantasy XII, y lo pasamos de vicio. La tarde/noche se completó a modo de broche de oro con un paseo al centro donde me tomé un rico zumo con Alex y dimos otra clase de Japonés. Tengo que ponerme las pilas, porque con la tontería ya estoy aprendiendo bastantes cosas y la retentiva ya empieza a mermarse.

Esta semana tengo muchos y variados planes: teatro, Harry Potter, concierto de chochiPaulina, jachondeo con Juan Carlos, el musical de Mecano… ¡Dios, que estrés tan estupendo!. Bueno, supongo que me estoy apretando la agenda a propósito, pero la verdad es que me hace bastante falta.

Por cierto, el otro día revisioné Lost in translation y me re-enamoré nuevamente de la banda sonora de esta estupenda película. ¡Ya tardáis en escucharla los gañanes rezagados que no lo hicieran en su momento!. Especialmente el tema de Air Alone in Kyoto y el City girl de Kevin Shields.
Y como homenaje, dejo este estupendo videomontaje de Lost in translation con el temazo de Air ya mencionado.

¡Seguiremos informando! (Espero que me arreglen lo de la muela, ay…)

Un abrazo.