4 de febrero de 2005

¿Apología del racismo?

Hoy voy a escribir acerca de una reacción a mi comentario de ayer, acerca del poder del conocimiento.

Mi chico lo leyó y me comentó que, pese a que al final del comentario voy acercándome a lo que realmente quería expresar, le pareció que era un comentario completamente parcial y clasista, y quizá con un tinte de racismo hacia la etnia Gitana.

Lo cierto es que en ningún momento he pretendido parecer un racista, pero tras releer detenidamente mi texto tras lo que mi niño me comentó, empiezo a darme cuenta de que, según se lea, efectivamente puede parecerlo.

No quiero andarme por las ramas: no soy un racista. Para mi, como dijo Martin Luther King, un hombre no debe ser juzgado por su raza, color, etnia o condición, sino por sus actos. Y nunca he sentido reacciones xenófobas hacia nadie.

¿Nadie?. No, no es cierto. Reconozco que tengo reacciones de rechazo hacia la etnia gitana, al menos la que me toca de cerca.

No deja de resultar ridículo que pese a tener claro lo que he expuesto anteriormente acerca del racismo, no pueda soportar la visión de un gitano estúpido. Pero es por el hecho de que sea un estúpido que no lo soporte, no por el hecho de que sea Gitano. Y hasta la fecha no hay nada que no me demuestre que la gran mayoría de ellos, al menos los que viven cerca de mi, lo sean.

He convivido con ellos desde que era un niño pequeño. Día a día. Y honestamente, casi nunca he encontrado nada bueno en ellos y casi todo malo o terriblemente malo. No dejo de asombrarme ante lo cerrados que son con su mundo (porque sí, su mundo es suyo y nadie entra en él), que hacen de la ignorancia su modo de vida, y porque para alguien como yo, me parece que viven en la prehistoria. Y aquí no oculto que esto es un comentario clasista. Pero no pretendo parecer mejor, simplemente destaco que yo me muevo a un nivel distinto, ni más alto ni más bajo. Tan solo diferente.

En el colegio, constantemente los gitanos me perseguían. Me robaban el bocadillo. Incluso me pegaban. Y siempre, constantemente, veía que los motivos de estas personas eran maliciosos. Una vez me llegué a hacer "amigo" de uno. Porque yo intentaba creer que no podía ser que la gente fuera mala por naturaleza... ¿y sabeis qué conseguí?. Llevarme un disgusto. Porque ya no por causa mía, este chico hizo algo horrible, y ví algo que nunca olvidaré. Un día, estando en el recreo con este chico, llegaron unos cuantos gitanos amigos suyos, y le recriminaron que se "estuviera juntando con un payo". Es más, le instaron a "pegale una hostia al payo este de mierda". Y así, sin más motivo que ese, el chico me pegó un puñetazo, y los demás se mofaron de mi. Y ahí acabó mi "amistad".

Ya de adolescente o adulto, los he tenido siempre enfrente de mi casa. Y sólo he podido ver escenitas, música a toda pastilla a altas horas de la noche, he recibido insultos, me han robado dos veces la radio del coche... y siempre, siempre he visto como ninguno de los vecinos pudiera jamás decirles nada, por miedo a represalias.

Es por esto que digo que estoy muy condicionado y no puedo ser parcial. Pero por otro lado mi corazón no siente que sea racismo, sino rechazo a una forma de entender la vida.

¿Sueno muy ambiguo?. Posiblemente. Lo mejor, para resumir, sería decir que no me considero en absoluto una persona racista, pero que el hecho de haberme condicionado tanto la etnia gitana en mi vida puede hacer parecer que lo soy con respecto a ellos.

Pero en todo caso, quiero recalcar que la mención de ayer a una persona gitana no fue más que anecdótica.

Un abrazo.