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Pero a mi las vueltas ciclistas me dan lo mismo. Escuchando Pura Hanna, su disco debut, no puedo sino reafirmarme en lo que dije hace unos meses: el disco es una auténtica maravilla casi en su totalidad. No llega a ser redondo, porque sin duda se nota la mano de Alejo Stivel, que si bien es muy conocido (Rosa, La oreja de Van Gogh, El canto del loco, La quinta estación, o incluso mi querida amiga Belén Arjona), también me ha quedado patente que cualquier artista que se precie debería buscarse alguien mejor para sacarse todo su jugo, cosa que han hecho todos los anteriores citados.
Volviendo al disco, destaco los temas Por tí daría (muy gamberro, con muchas palabrotas pero pegadizo hasta el novamás), No quieras, Somos diferentes, además de las ya citadas Como en un mar eterno (solo por esta canción merecería la pena el disco) o la preciosa Como la vida, de la cual dejo el videoclip aquí debajo. Pero quiero destacar otra joya inesperada que me he encontrado en este disco, el penúltimo de este, titulado Verdeazul. Un auténtico festín para los oídos que emociona, que tiene ritmo, que toca.
Larga vida a Hanna. Qué ganas tengo de poder disfrutar de ella en vivo.
Un abrazo.