2 de abril de 2008

De hijo a madre

Aún en el trabajo, sin hora de salida, en medio de una enorme presión, escribo brevemente (como lo único que me puedo permitir últimamente) para decir que mañana, no sin haber batallado mucho por ello, me voy con mi señora madre a la ciudad que nunca duerme por segunda vez, esto es, Nueva York.

Un viaje especial, un regalo que le hago a mi madre porque se lo merece por ser como es y porque es lo menos que puedo hacer: cumplir uno de sus sueños de mi mano y bolsillo. De hijo a madre, espero que lo disfrute.

No hay trabajo ni responsabilidad que me lo impida: mañana volaré hacia allí a primera hora, con ella, durante 6 días. Nos vemos entonces.

Have a good time!

Un abrazo.