26 de febrero de 2008

La política me crispa, y mucho

Pues sí, yo fui una de esas trece millones de personas que vio el aireadísimo debate entre Zapatero y Rajoy, que nos metieron hasta en la sopa antes del mismo y que es peor después. Y lo peor es que hay secuela el próximo lunes, que tengo tan claro que no pienso ver, como cuando me me pasó al tragarme la primera entrega de Torrente.

Aburrido, pretencioso, seco y en la linea de lo que es la política más agresiva: un constante lanzamiento de puñales de un bando a otro, sin hacer ni puñetero caso de lo que estaba diciendo el otro. Aquí cada uno iba a su bola. Tú hablas de inmigración, yo hablo de educación. Me preguntas por los derechos sociales, yo te hablo de terrorismo. Y lo mejor fue el broche final de Marianico hablando de la futura niña española que crecerá en los mundos de Yupi gracias a él, discurso más digno de la mejor novela fantástica infantil que he visto, por encima de cualquier creación de la factoría Disney.

Pero tampoco tengo buenas palabras para Zapatero, porque si bien se le vió como siempre muy por encima de su rival en lo referente a coherencia y sinceridad con para la gente, estaba muy perdido casi todo el tiempo y resultaba pedante en sus declaraciones, por no hablar de lo mal que quedó al eludir ciertos temas.

Pero bueno, debates aparte, lo mejor es como siempre la prensa de este país: os reto a que entréis a las webs de El País, El Mundo y ABC y veáis que vivimos en tres países diferentes o que los españoles somos tan chulos que vemos las cosas de manera radicalmente diferente. ¿Que se venía venir?. Ya, pues como siempre, aquí cada cabra tira para su monte, pero no por ello resulta menos cínico, vergonzoso, irrespetuoso.

A mi me gustaría que dejaran los políticos, y esPecialmente algunos en Particular, de jugar con la gente como si fueramos ignorantes o simples peonzas electorales. Ayer sentí un profundo desasosiego, pues se supone que el mundo está hecho para mejorarlo, no al contrario, y lo único que hace la política es mandar el sentido común a tomar por saco. Yo ni creo en el PSOE ni en el PP, ni en IU, creo en las buenas intenciones individuales e intento sobre todo intentar ver dónde reside el verdadero mal. Y creo, señores, que si abrimos un poco el ojo sabemos dónde se encuentra. Para establecer clara mi posición al respecto me remito, simplemente, al post que escribí hace unos días.

Esta mañana, como trabajo en una empresa que parece filial de la Falange, no se dejaba de hablar del debate de Zapatitos contra Don Mariano. Dios, qué ganas de vomitar me daba. Pero luego lo pensaba y me decía Dani, no puedes dejar que la política te saque de tus casillas si pocas cosas en este mundo lo hacen. Pero no puedo evitarlo, la política me crispa, y la falta de respeto aún más.

Y con esto, arrivederci. Que Dios nos pille confesados el 9-M. Ah perdón, que Dios no me tiene en cuenta...

Un abrazo.