14 de noviembre de 2005

Avergonzado de mi país

Estoy cansado de ver constantemente cómo este País es un auténtico circo político en el que la polarización y el desorden social parecen estar a la orden del día. La última, la manifestación del pasado sábado contra la LOE por parte de la Iglesia, el foso de la familia y ese gran partido político que es el PP (nótese la ironía).

Sin entrar en polémicas, me cuesta respetar a unos colectivos que no tienen credibilidad alguna por oponerse de forma sistemática a cualquier cosa que haga el gobierno vigente. No me considero una persona ni de izquierdas ni de derechas, ni me siento representado por ningún partido político en general, con lo cual debería quedar claro que ni soy pro-PSOE ni nada por el estilo (aunque tengo más de un conocido que lo es).

El PP, simplemente, da ASCO. Entiendo que como opositores su postura sea la de plantar cara de una forma agresiva al gobierno, pero una cosa es eso y la otra es la descarada y vil forma de generar separatismo social mediante actos como el del sábado pasado, en el que no pintaba nada. Pero el caso es que ahí tenían que estar para dar cizaña. Y lo peor es que son unos cínicos. Escucho cosas por la tele del estilo “esta ley recorta libertades y derechos”. ¿Y entonces lo de la manifestación contra matrimonios homosexuales qué era?. Hay que tener CARA, la verdad. Cada vez que veo a Acebes, Rajoy o especialmente a Esperanza Aguirre, se me revuelve el estómago.

Lo de la iglesia, esa solterona desesperada de más de 40 tacos, es similar. Nunca se había manifestado en años y años de cambios políticos, y ahora llevamos dos manifestaciones en un solo año, lideradas por ese gran Señor llamado Rouco Varela. La crispación y la impotencia se palpa en ellos. ¿Tanto bombo por querer poner la religión como asignatura optativa?. A mi me parece bien: si este es un estado laico, todos deberíamos poder escoger si queremos para nuestros hijos una educación religiosa o, cuando estén estos en edad de elegir, que lo hagan ellos mismos. Ya me hubiera gustado a mi de pequeño poder librarme de la religión… no hubiera tenido que hacer el paripé de la comunión. Y ojo, no estoy declarándome ateo o anti-cristiano… simplemente creo que la libertad de elección es siempre positiva, máxime en un campo tan subjetivo como es la religión.

Finalmente dejo a los peores para el final: el foro (o más bien foso) de la familia. Lo que he escuchado a los militantes de tan lamentable organización a lo largo de muchos meses no tiene nombre: son homófonos, intolerantes, egoístas, xenófobos, incultos, y otros muchos adjetivos que no vienen a cuento y de índole más bien grosera. Sólo hay que pasarse por su web hazteoir.org y entrar en los foros para darse cuenta de ello.

Lo peor de todo es que esta gente no son dos o tres gatos, sino mucha gente. Y a mi me da miedo pensarlo. Me da miedo pensar que las cosas nunca van a ir a mejor, que vamos a seguir estancados en la edad de piedra, que la falta de conocimiento (o el poco interés en adquirlo) acerca de otras formas de vivir, alejados de los convencionalismos sociales, o de la libertad de elección en lo referente a la opción sexual o espiritual, se desencadene en una nueva forma de racismo que ya se palpa y se siente allá donde vás, excepto en los oasis de tu entorno cerrado y seguro. Y más miedo me da el separatismo social, ese que el PP promueve constantemente, en el que los privilegiados mueven el mundo y marginan al resto. Y chorradas como el estatut Catalán, al cual se le da un bombo desmedido y genera ese racismo nacionalista, variante del que acabo de mencionar.

Hoy, un poco más, me avergüenzo de este país y de quienes tienen poder sobre él.

Un abrazo.