23 de abril de 2006

Dublín, día 1

Me tomo un descanso descanso en mi periplo aventurero por el centro de Dublín para tomarme un café tranquilamente mientras escribo mis primeras impresiones sobre esta gran ciudad, acogedora y tranquila.
Llegué anoche sobre las 21 PM sin mayor problema y tomé el autobus hacia el centro. Como soy algo patoso, acabé en Connell Street, una de las calles céntricas de la ciudad, realmente amplia y muy pensada para los peatones. Ahí empecé a pensar que me encontraba solo en Irlanda, que iba a pasar aqui tres dias completamente a mi bola, y me sentí realmente bien. Pero sobre todo porque me recordó a mis días en Londres, machacándome sus calles. Allí estaba yo con mi maletita andando hacia el rio Liffey, que parte la ciudad en dos.
Finalmente llegue a casa de mi amigo Diego, quien es un auténtico adicto al trabajo y en los varios meses que lleva aquí no se ha molestado en salir de casa salvo para ir al trabajo. Estaba muy cansado, así que me limité a darme una ducha, cenar algo y dormir. Leí mi planning para el día de hoy, que hasta el momento estoy cumpliendo religiosamente. No quiero que mis pies se pongan como aquella vez en Manhattan, pues acabaron realmente destrozados, asi que me lo tomaré con calma.
Tras una extraña noche de delirios y mucho calor (nada como tu propia cama, aunque no haya dormido mal), he despertado sobre las 9 y me he marchado de casa. No puedo contar con Diego en absoluto, pues ya me dijo anoche que se iba a quedar en casa trabajando pese a no tener que currar hoy. Es decir, que estos dias estaré absolutamente solo.
He decidido no coger nada el transporte publico, pues Dublín no es tan grande y me apetece patearlo. Y asi he hecho. Tras un café y un Croissant, he empezado a recorrer la ciudad por el sur del Liffey. Merrion Square, Temple Bar, The bank of Ireland, Grafton street (calle de compras por excelencia) y, lo que mas me ha gustado hasta ahora, el magnífico cónclave de edificios y jardines del glorioso Trinity College. Ahora mismo estoy en un Cyber descansando a las orillas del rio junto al Millennium Bridge. Como ya he dicho, me lo voy a tomar con calma. Ahora comeré algo y me ire a ver el Dublin Castle, la Christ Church, la Catedral de St. Patrick... y puede que me de por hacerme un cine si estoy muy cansado. Aqui ya se ha estrenado Silent Hill, y me tienta muchísimo, pues llevaba años deseando ver esta adaptacion.
Al margen de lo que he visto y dejado de ver, están las sensaciones. Me siento bien, porque me muevo a mi ritmo y tengo a mis ojos un panorama precioso. En el otro bando esta la tristeza de encontrarme completamente solo en Irlanda, y pensando mucho en las personas con las que desearia estar ahora mismo. Esta mañana he recibido una llamada de Madrid que me ha puesto muy triste, pero eso ya es otra historia. Además, el excesivamente humedo clima que se respira aquí me esta dejando el cuerpo bastante raro. No se si estoy pillando algo o simplemente es que me tengo que acostumbrar.
Paseando por estas calles tan emblematicas y peculiares, acudes a mi mente. Y tambien. Y tambien . Y . Ojalá estuvieras aquí conmigo.
Supongo que mañana repetiré la jugada. Escribir aquí me hara sentir un poco menos solo y me ayudara a recordar mas vívidamente los dias que estoy pasando. Porque sí, estoy aquí. Ahora mismo no estoy ni en la oficina ni en mi casa. Estoy mirando a mi espalda y veo que esto es Irlanda. Qué maravilla.
Respecto a mi post de ayer, sólo decir que lo escribí a proposito acerca de dos personas que conozco, y que no me gustaría que perdieran el tiempo. Y sí, lo sigo diciendo: el arcoiris siempre aparece.
Un abrazo.