24 de abril de 2008

Volvemos al siglo 19

Imagen: El Jueves
Según El País:
El Gobierno de Madrid, que preside Esperanza Aguirre (PP), y el cardenal arzobispo de la capital, Antonio María Rouco Varela, han acordado que el Servicio de Asistencia Religiosa Católica forme parte del comité de ética y del comité interdisciplinar de cuidados paliativos de los hospitales públicos de la Comunidad, según informa Teresa Rubio en la Cadena SER.
Este acuerdo, traducido en una cláusula del convenio firmado entre Aguirre y Rouco, ampliará las funciones de los curas que asisten a los hospitales, hasta ahora para visitar a los enfermos y darles consejo desde el punto de vista religioso, para que emitan su voto dentro de este comité encargado de decisiones como la sedación de enfermos terminales, la práctica de un aborto o la reanimación de un bebé en determinados casos. Este comité estaba hasta ahora a los facultativos de cada centro.

El acuerdo, según informa la Cadena SER, fue firmado el pasado 2 de enero por el consejero de sanidad Juan José Güemes y el obispo auxiliar de Madrid, Fidel Herráez Vegas.
Yo personalmente, tras leer esto, siento una mezcla entre asombro y asco. No sé hasta qué punto puede ser verdad algo así, pero de serlo, estamos hablando de un auténtico atraso a nivel social de esos que hacen retroceder siglos al pasado. ¿Pero cómo es posible que en un país que es supuestamente laico ocurran cosas como esta?. Yo lo tengo muy claro: si me vuelvo un enfermo terminal por la razón que sea, o tengo algún familiar (espero que nunca se de, evidentemente) que tenga que ser asesorado por un cura en materia sanitaria, le mando a tomar por saco (por no decir otra palabra). Y espero que cualquier médico con un par de dedos de frente sepa hacer lo mismo.
Quiero creer que la noticia es incierta o exagerada. Más que nada porque me parece demasiado increíble, demasiado repugnante. Espero que así sea.
Ya son unas cuantas perlas en varios años las que ha lanzado nuestra querida (perdonen la ironía) Esperanza Aguirre, empezando por convertir TeleMadrid en TeleObispos, la cadena mediática más descaradamente manipulada de la historia de este país, pasando por un larguísimo etcétera que demuestran la desfachatez y desvergüenza de esta mujer de ambición de poder sin límites. Yo la comparo (y hablo muy en serio) con una versión femenina de Mussolini o Hitler, una Margaret Thatcher elevada al infinito.
La pregunta es: ¿ALGUIEN VA A PARARLE LOS PIES EN ALGÚN MOMENTO?. Espero que sí, porque como todo siga así, España va a ir muy, pero que muy mal.