30 de junio de 2008

El fútbol es lo único que une al mundo


Enhorabuena a la victoria del equipo español de fútbol por la victoria de ayer en la Eurocopa. Y digo al equipo porque todo el mundo se empeña en identificar la esencia totalitaria de España en sí, cuando yo no identifico en absoluto mi país con la victoria deportiva de 11 personas. Punto. Aparte, claro está, no ya sana euforia colectiva que vino después, sino el desparrame exagerado, ridículo y desproporcionado de gente y medios de comunicación.

Ayer, por mi parte, mi novio y un amigo común, nos pasamos el tiempo del partido viendo el atardecer y bañándonos en el pantano de San Juan prácticamente solos (lo mejor qe tuvo el partido para mi fue eso), para luego volver por la carretera casi abandonada, que normalmente tiene atasco a esas horas. ¡Bien!.

Al llegar a Marqués de Vadillo para llevar a nuestro amigo Álvaro, vimos ya el desparrame: gente alocada en las fuentes, bocinas, haciendo el tonto en coches y motos... y pusimos la radio y los comentarios era una gilipollez detrás de otra... ya en casa, la tele era un sinfín de conexiones en directo con aficionados celebrando... esta mañana en la radio se podía ver que la gente seguía así...

Y mi reflexión de hoy es la siguiente: ¿es que solo, únicamente el maldito fútbol es capaz de conseguir estas cosas, ese sentimiento de unidad nacional, de fraternidad?. ¿Es que no hay muchas otras cosas dignas de celebración al mismo nivel que pasan completamente desapercibidas?. El fútbol, un deporte como cualquier otro, es el único que une a gente de izquierdas con gente de derechas, a hombres y mujeres, a niños y mayores, a católicos y ateos, y un largo etcétera de Yines y Yanes. Es muy bonito, pero personalmente, que no cuenten conmigo. Simplemente porque no me sale de dentro, no lo vivo. Podría incluso sentirme triste al verme incapaz de sentir lo que a todas luces es una sensación de alegría tan inmensa que se ve en estas personas, pero... simplemente, no lo vivo. Qué se le va a hacer.

Lo dicho: enhorabuena a los integrantes del equipo de fútbol de la selección nacional. No voy a decir aquello de ¡Que viva España! porque no necesito que gane ninguna selección nacional para poder decir eso.

Un abrazo.