28 de febrero de 2010

Viaje a la costa oeste USA - Día 1 - LAX

En primer lugar, creo que no he tenido la deferencia de anunciar debidamente en el blog que me iba "de paseo", pero tiene su explicación: tenía miedo de que si lo anunciaba a bombo y platillo, el destino me lo mandara a paseo. Supersticioso que es uno, qué se le va a hacer.

Pero sí: finalmente, se ha hecho realidad. Tanto que en estos momentos escribo esta entrada desde un hotel cercano al Aeropuerto Internacional de Los Angeles, E.E.U.U., comunmente conocido como LAX. La foto que veis ahí arriba no es mía, pero he hecho una igual hace un ratito con mi propia cámara.

Guido y yo nos estamos recuperando de un asfixiante Jet-Lag de 9 horas de diferencia, tras un placenterísimo pero largo vuelo desde Frankfurt (donde he podido ver unas cuantas películas de lo más interesante). Mañana por la mañana partimos para nuestro primer destino: Honolulu, isla de Oahu, Hawai. Solo de pensarlo me pongo nervioso: siempre vi Hawai como algo total y absolutamente inalcanzable, y me encuentro casi al lado de estar bañándome en las playas de Waikiki. Impresionante...

Sin embargo, parece que "el destino" nos lo ha estado poniendo difícil: en primer lugar ha estado la "huelga express" de la compañía de Guido, Lufthansa, que hizo que hasta hace 4 días este viaje se suspendiera, volviendo a "emerger" de manera sorprendente y prácticamente con todo anulado. Y ahora, nada más llegar a LA, nos enteramos de lo del Tsunami y la alerta que tenían las islas. Afortunadamente, mientras escribo esto, nos hemos enterado de la alarma se ha retirado. Así que, con suerte, mañana ya estemos en Hawai a media mañana.

Estoy intentando, a casi las 20:00 horas (hora local), aguantar el sueño para luego poder conciliarlo mejor. Pero me cuesta mucho... Guido ya está completamente sopa en la cama de al lado y yo intento distraerme con Internet, el blog, las fotos y la tele puesta bajita (qué pena que hoy sábado no echen ninguna serie que me guste... mañana toca Desperate Housewives, jeje).

Desconozco la frecuencia con la que podré actualizar el blog "en tiempo real", pero definitivamente hablaré de este viaje. Nuestra idea: quedarnos hasta el viernes inclusive en Hawai, para luego volver aquí a Los Angeles 5 días más y disfrutar de Hollywood y los Oscars en todo su esplendor. ¡¡Una experiencia única en la vida!!.

No podría estar más emocionado, salvo la espinita de tener a mi chico guapo tan lejos de mí en estos momentos. Bueno, como se suele decir... lo mejor de las separaciones es que luego provocan reencuentros.

Un abrazo.


26 de febrero de 2010

¡He aprobado el Noken! ノケンが合格した!


El pasado 6 de diciembre me presenté por segunda vez al examen oficial de japonés, y nuevamente lo hice al 3 (nivel 3), que es el que corresponde al nivel básico-intermedio. La primera vez que me presenté, habiendo estudiado a marchas forzadas y, en cierto modo, atreviéndome más de la cuenta porque no llevaba suficientes horas de estudio para hacerlo, suspendí por la mínima, es decir, por apenas dos décimas, y esto dentro de los estándares japoneses, donde se aprueba con un 60%, en lugar del 50% de aquí.

Pero no hay mal que por bien no venga: un año después, de modo autodidacta, he conseguido un 70% de respuestas correctas (yo esperaba más, debí ponerme nervioso), y por tanto ya tengo mi diploma oficial.

Me siento muy orgulloso y siento que todos mis esfuerzos, horas de estudios, de lectura, de Kanjis imposibles han dado su esfuerzo. No es que este sea un nivel muy grande de conocimiento (básicamente, certifica que puedo expresarme y leer frases sencillas de ámbitos generales), pero para mí es un paso de gigante. Ahora tengo muchas más ganas de ir a por el 2 dentro de 2-3 de años.

De hecho, este año se implantará un nuevo nivel que está a medio camino entre el que acabo de obtener y el nivel 2, así que es posible que si me animo, vuelva a presentarme este año para subir un poco más. Lo importante es no dejarlo.

Así que poco tengo que añadir, salvo agradecer esto a dos personas muy importantes y que lo han hecho posible: Alex-kun, por iniciarme en el mundo del Hiragana y el Katakana y la gramática básica, a mi ex profesora Asa-chan por ser tan buena amiga y ayudarme tanto, y una mención especial a mi ahora fallecida profesora Tokio.

今、がんばりましょう!

Un abrazo.


Hace un año... Noken suspenso
Hace dos años... asquerosa política
Hace tres años... teléfono, oscars, amor, cocina
Hace cuatro años... nuevos mundos y gei-shas

15 de febrero de 2010

No-celebrando San Valentín

Soy de los que cree que el amor es algo que se demuestra constantemente. No solo un día al año. Es por eso que, pese a no permanecer nunca ajeno a San Valentín (de hecho, creo que los que más se acuerdan son lamentablemente los que no tienen pareja), y siempre haciendo algún detallito al respecto (ayer, por ejemplo, me limité a hacer una comida algo más elaborada de lo normal y a ver una película que tenía muchas ganas de ver junto a mi Sera), creo que en general San Valentín aquí en España es otra maniobra más de las marcas comerciales de sacar tajada. Me niego a comprar algo por San Valentín. Me gusta muchísimo más comprar algo a destiempo y de una manera más constante y menos ostentosa.

Sin embargo, ayer mi nene me dio el San Valentín más bonito que podía regalarme, con un simple pero gigante gesto que se resume en la siguiente foto:

Nuestros peluches de Yogi y Bubu, siempre adornando nuestra cama, tocándose sus naricitas... y encima de ellos, una carta. El contenido, evidentemente, me lo voy a guardar para mí mismo, pero baste decir que durante un rato me dejó sin palabras, me maravilló y me emocionó. A los pocos minutos entró él por la puerta de la habitación con una sonrisa de pillo de oreja a oreja, pues lo tenía perfectamente planeado (no me moví del sofá mientras estaban los premios Goya, algo que sabía perfectamente).

Para mí, esta sí es la esencia de San Valentín. Pequeños gestos, detalles infinitos con pinceladas intensas de color. Afortunadamente, puedo decir que este tipo de cosas me suceden muy a menudo. Y a la inversa, también. Y qué queréis que os diga, me sigue pareciendo un auténtico milagro.

Lo que tenía que decirle o transmitirle a mi joya de novio, lo hice anoche. Y hoy seguiré haciéndolo. Y también mañana. Y lo que venga después.

Muchas gracias, precioso mío.

Un abrazo.


3 de febrero de 2010

Cinco años no son nada

Parece mentira, pero hoy hace nada menos que cinco años que este blog comenzó su andadura. Cinco años en los que he escrito más o menos, de manera más profunda o más vanal, impersonal o íntima, más y menos frecuentemente, pero siempre escribiendo.

Intento recapitular todo lo que he escrito en este tiempo, y las razones que me llevaron a empezar a hacerlo, o lo que me impulsó a seguir haciéndolo. La verdad más real es que este blog es un espacio que siempre he necesitado por diversas razones, pero la primera de ellas es la de poder plasmar mis emociones. He sido terriblemente criticado por ello, pero a estas alturas solo siento una profunda alegría de todo lo que he puesto en estas líneas. Hasta lo que parecía más sórdido o personal. Al final, las opiniones que recibes aquí solamente están basadas en el propio prisma de cada uno y su forma de entender la exposición pública.

En fin, supongo que fiel a lo que últimamente ocurre en el blog por falta de tiempo, seré breve: me siento profundamente honrado de tener una retrospectiva tan grande y, echando la vista atrás, haber podido plasmar tantos pensamientos. Si me lo llegan a decir hace cinco años cuando comencé, no lo habría creído.

Estas son las páginas de mi día a día, y las cosas que se me han pasado por la mente en estos cinco años, siempre que he tenido el aplomo y el tiempo de plasmarlas. Y ya es mucho decir, ¿verdad?.

Brindemos por otros cinco años. Siempre que queráis leerlo, claro.

Un abrazo.