9 de octubre de 2006

Hyoga del Cisne


El cuarto de los Caballeros de Bronce principales de mi colección y el sexto en total de esta categoría de Caballeros del Zodiaco o Santos de Atenea. Este es Hyoga del Cisne, personaje carismático donde los haya y uno de los personajes más importantes de la serie junto con sus otros cuatro compañeros bronceados.
Hyoga es Caballero de Bronce, pero discípulo de Camus de Acuario, uno de los doce Caballeros de Oro. Y esa es su armadura dorada cuando necesita vestir una, al igual que los demás caballeros de bronce tienen la que les corresponde. Además de todo esto, sus ataques son también de los más carismáticos... ¿quién no se acuerda del Polvo de Diamantes?. Ese y mi ataque favorito de toda la serie: la Ejecución de la Aurora del signo de Acuario.
El muñeco, como todos los modelos de tercera armadura, es espectacular: cromado plateado perfecto y una enorme infinidad de accesorios, entre los que destaco dos imponentes alas que se le pueden poner, como a Seiya de Pegaso, pero que he optado por no ponerle porque son excesivas y porque esta es su forma más insigne, y la posibilidad de ponerle una cara con venda en un ojo, tras su memorable combate contra su amigo Isaac del Kraken, que tampoco he puesto porque le prefiero con los dos ojos, jeje.
De los caballeros de Bronce que me interesan, sólo me falta el más rezagado: Ikki del Fénix. Pero este modelo aún no ha salido, con lo cual la cosa va para largo. Es mucho más probable que antes caiga el tercer y último Juez del Hades, Minos del Grifo, dentro de dos o tres meses... al cual irónicamente vence en la serie Hyoga del Cisne.
Seguiremos informando. :)
Un abrazo.

Breve historia de un cumpleaños

El sábado pasado hice una pequeña cenita en casa, en plan formalillo, porque mi casa no es precisamente enorme y porque no me apetecía molestar mucho a los vecinos. Pero con todo, creo que lo pasamos muy bien. Sobró comida a raudales, porque yo soy de los que cree que es mejor que sobre a que falte, pero no hay mucho problema… al día siguiente arrasamos con lo que sobró y punto.

A mi me hubiera gustado algo más informal, más divertido, en plan fiestorra… ¿debería alquilar un local para la próxima?. Da igual, llevo años haciéndolo así y tampoco voy a cambiarlo ahora.

Cris y Mónica, junto con sus túrtulos Omar y Jimmy hicieron acto de presencia. Mis queridas ex-compañeras de trabajo me alegraron la noche, como siempre, y me regalaron un Wok junto con su libro de recetas correspondiente. Y es que el peso del piso (valga la frasecita) ha sido determinante este año en base a los regalos. ¡Se nota que me mudo pronto!. Pero como me encanta la cocina de Wok, creo que el regalo no podría haber sido más adecuado.

Juan Carlos y Manolo me regalaron un enorme tarro de cristal con flores en plan decorativo. Quizá cambie las flores por otra cosa, pero creo que quedará bonito en el recibidor de casa. Ellos, como siempre tan salaos, acabamos de copeteo tras la cena por los bares de Chueca.

Sergiote vino también, y me regaló un bolso precioso y amplio para mis múltiples chorradas, y la edición especial del album debut de Fábula con DVD incluído. Es un grupo no muy conocido con canciones fabulosas como Perdón, La cal o Alud. Os lo recomiendo abiertamente, pues su cantante Iván Mur tiene una voz increíble y cálida.

La foto que hay aquí arriba es de otra cenilla que hice el jueves, día de mi cumple, para los que no podían venir el sábado. Dany y Gemma, Carlos y Nacho (que me pidió que si ponía alguna foto suya él no apareciera, y esas cosas hay que respetarlas) y Miguel.

Jose y Miguel no podían faltar el sábado, mis queridos y amados amigos. Ellos no trajeron nada porque esperan a darme el regalo conjunto que han cogido junto a Dany y Gemma, que por cosillas no pudieron asistir ese día, y quieren estar todos. Tampoco vinieron finalmente María y Jose, pues peque-Paula se puso malita en el último momento. Pobrecita.

Tras la tarta y algo de conversación, visionado de fotos y videos surrealistas de YouTube, nos fuimos a tomar algo a Chueca. La mayoría se rajó bien por falta de ganas, exámenes al día siguiente o simple cansancio. Allí nos encontramos con mi querido Carlos, que estaba algo dispersillo, y aguantamos un par de horas.

Bueno, pues otro año más. El año que viene espero que pueda escribir palabras parecidas, pero esta vez en mi flamante nueva casa. La única reflexión respecto a estas fiestas clásicas que llevo celebrando ya unos cinco años en casa es que me resulta curioso cómo la gente va y viene, y cómo aparece y desaparece. Es la esencia de la vida. La gente va y viene. Y ¡ojo! esto no son palabras de tristeza, simplemente de impacto y estupefacción. Porque, ¿acaso no es cierto que pese a que tenemos el conocimiento de cómo son las cosas, no por ello dejamos de sorprendernos cuando las vivimos?.

Un abrazo fuerte, y especialmente a todos los amigos que vinisteis el sábado y jueves.

Primeras impresiones sobre Final Fantasy XII

Es una pena pensar que no tengo demasiado tiempo para jugar… apenas dos horas y media reales desde hace unos días, pero he podido ya empezar a familiarizarme con el sistema de juego de Final Fantasy XII. He dejado de lado otros como Kingdom Hearts 2 de lado, pero es que no tengo elección… esta saga es la más especial para mi, y cada vez que aparece una nueva entrega tengo que abandonar cualquier otra cosa por ella.

Vayamos por partes: argumentalmente hablando, la historia es sumamente interesante. La dramática y apasionante, a la par que espectacular introducción, nos mete dentro del mundo de Ivalice, donde una guerra entre reinos está en ciernes... Arcadia contra Rosalia, dos grandes imperios, y en medio de ellas el pequeño reino de Dalmasca. Como no quiero revelar absolutamente nada ni spoilear el juego, decir solamente que todo es sobrecogedor desde el principio. Y mucho. Eso sí, es imposible no pensar en Star Wars desde que ves empezar el juego, porque desde luego la ciudad de Rabanastre, las criaturas y la tecnología y culturas en general son increíblemente parecidas a las del planeta Naboo.

La BSO, sin ser ya de mi adorado Nobuo Uematsu, está a la altura y resulta a veces incluso mejor que la de otros juegos de la saga. Pero donde el juego tiene su mejor baza es en el espectacular e increíble motor gráfico del que hace gala. Creo que no he visto mejores gráficos hasta la fecha en PS2, sinceramente, salvo en títulos de última hornada como Tekken 5 o MGS3. La verdad es que esta máquina ya no puede dar más de si, sinceramente. Eso sí, se nota mucho la mano del creador de Vagrant Story, porque los personajes son clavados, sin perder la esencia de los antiguos FF, por suerte.

Reconozco que el sistema de batallas me ha resultado muy confuso al principio, y aún lo es. Veréis: mientras que en cualquier otro FF las batallas contra enemigos están claramente diferenciadas del sistema de juego “normal” (en fases distintas, para entendernos), aquí las batallas son en el mismo plano. Es decir, que te encuentras un enemigo y directamente luchas contra él, sin cambiar de pantalla o fase. Eso lo hace muchísimo más dinámico pero se hace muy raro para cualquier que haya jugado a entregas anteriores. Aquí puedes “oler” los combates, evitarlos, huir de ellos. Algo que no ocurría antes. Por otro lado, la forma de incrementar habilidades es también muy curioso: estas habilidades se tienen que comprar en tiendas (armas, cascos, magias, etc), pero es que aparte de eso necesitas comprar la “licencia de uso” de ese objeto o magia. No puedes disponer de esa habilidad sin ambas cosas. Si, por ejemplo, quiero obtener la magia “cura” tengo que comprarla en una tienda pagando el dinero correspondiente, y aparte de eso comprar su licencia de uso, en este caso denominada “Magia blanca 1” (la más básica). Lo mismo ocurre con magias negras, sacras, etc. El dinero de “pago” para ambas cosas es distinto. Parece complicado, pero resulta realmente interesante y divertido. Aparte de eso, la obtención de más vida y poder mágico depende, como siempre, del nivel del personaje, que se va incrementando conforme mata más enemigos.

Ahora mismo estoy enganchadísimo pero no tengo demasiado tiempo para dedicarme a él. La única conclusión a la que llego (de momento, porque no es la última vez que hablo del juego) es que esta es una despedida de oro para la saga en Playstation 2, que reafirma mi idea de que los videojuegos son verdaderas obras de arte a todos los niveles, y que concretamente esta saga siempre tendrá un lugar muy especial en mi corazón.
Un abrazo.