4 de junio de 2008

Jolvemos en 15 minutos

Vaya nochecita la de ayer. Qué pasada de concierto, qué ambientazo, qué de reinas (literales y figuradas), qué modelitos y cuanto glamour. Ayer, por primera vez en España, actuó Kylie Minogue con todas las de la ley en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid y yo, como buen fan, no podía dejar de asistir. Ni yo, ni mi chico, su hermana, Carlos, Santi, Álvaro, amigos comunes y prácticamente todo mar**a pudiente que le fuera mínimamente el petardeo. De hecho, lo dificil ayer era encontrar un heterosexual masculino entre las miles de personas que había, pareciendo eso más bien un preludio del Gay pride de este año que un concierto. Al grito de ¡Vamos, nenas, a bailar! entramos raudos al gallinero del recinto, para acabar rodeados de girafas gritonas que no nos dejaron ver a la Srta. Minogue en vivo casi nada, teniendo que conformarnos casi siempre con las pantallas de los laterales.

Entrando al trapo y obviando comportamientos derivados de tanta pluma en el ambiente (en el cual me incluyo, no me vayáis a pensar mal), el concierto fue una auténtica pasada, siendo testigo de uno de los montajes más espectaculares que he visto en la vida, superando cualquiera que haya podido ver antes. Luces, videos de fondo, bailarines, vestuario y puesta en escena digno de un museo de arte moderno en toda regla, junto con una espectacular selección de temas, casi todos ellos parte de su nuevo trabajo.

De Kylie X, disco que personalmente no me apasiona lo más mínimo respecto a algunos anteriores (es difícil superar ese Fever del 2001, muchísimo), se interpretaron los singles 2 hearts e In my arms junto con los más que buenos Wow o Like a drug. El resto no me interesa lo más mínimo, salvo la exclusión inexplicable del mejor corte del CD con diferencia: The one. La falta de este tema supuso una decepción enorme para mi.

Siguiendo con los cortes interpretados, hubo versiones de temas como Copacabana y alguno que otro inédito, y puestas en escena de temas muy freak como Sometime Samurai. Versiones diferentes de temas suyos que ganaron muchísimo (Step back in time, Slow, y sobre todo la versión balada de I believe in you, soberbia) y otros que fueron un desastre (Come into my world). La histeria se produjo con temas conocidísimos de ella como Kids, Can't get you out of my head (el famoso nanana que se sabe hasta quien no pone cara a la Minogue), In your eyes, Love at first sight, Spinning around y el momento orgasmo de la noche: Your disco needs you. El concierto terminó, como no podía ser de otro modo, con I should be so lucky, que el público cantó emocionado como casi todo el concierto. Pero ¿dónde metió esta mujer The Loco-Motion, Confide in me o Better the devil you know?. ¡Ay por Dios!.

El concierto, dividido en 7 actos y un descanso de 15 minutos (ese cartel de Jolvemos en 15 minutos me dejó marcado, por eso es el título del post) nos mostró a varias Kylies: Cheerleader, Marinera, Geisha, Dominatrix... que no le falte vestuario de Jean-Paul Gaultier, por favor. Ni patrocinadores: nos pasamos una hora viendo anuncios de Tous, la fragancia oficial de Kylie y Nokia. Pero quedó clarísimo que esta mujer sabe venderse, no solo en el merchandising, sino también en el concierto: todos los videos tenían una descarada estética filogay (homenaje a Vacaciones en el mar incluída) con cuerpos musculados para todos los gustos. Era alucinante ver a miles de tíos gritar como posesos cuando aparecía algún chulazo en la pantalla en vez de las chicas, que es lo normal.

En definitiva, fueron en la práctica dos horas y media de concierto-espectaculo de primera clase que bien valió cada euro invertido, pese a las carencias de visión y el sufrimiento de andar de pie tanto tiempo. Lo pasamos de fábula, para lo cual dejo como testigo el siguiente video-resumen.



Y ahora lo más gracioso: hemos salido en las noticias de Antena 3 hoy en medio de un reportaje cubriendo la noticia... si vais al siguiente enlace podréis ver el mini-reportaje en video, y si os fijáis, se nos ve a todos pasar detrás de la reportera. ¡¡Se ve realmente bien!!. Pero si seguís viéndolo,nos os perdáis las declaraciones de la actriz esta diciendo nanana... sí, esa es mítica y buena, pero en el disco actual también las hay muy buenas. Ole tú, hija.

En fin, ahí queda eso. Hasta siempre, Kylie, tus acólitos te seguimos pese a la caca de disco que has sacado este año (comparando con el pasado, claro).

Un abrazo.