22 de diciembre de 2007

Un año de independencia

Hoy, justo hace un año, me dieron las llaves de mi piso. Mi primer piso, mis paredes, mi rincón, ese sitio que supone mi independencia como adulto y que era, entonces, el que supuestamente llamaría "mi casa" o "mi hogar" un día.

Pues bien, hoy que ha pasado un año, puedo decir con orgullo que así es. Tengo un hogar propio, un sitio al que venir a descansar tras el trabajo, dormir, hacer fiestas con amigos, cocinar, almacenar mis cosas, cultivar mis aficiones... mi hogar. Hace un año que tengo un hogar.

Me vine a vivir a mi casa a finales de enero, porque un piso no se apaña para vivir en dos días, pero le he puesto tanto empeño y ahinco, y he trabajado tanto con mis propias manos y la desinteresada (o no tanto) ayuda de amigos y familiares, que he dejado en un año una casa más que decente.

Estoy feliz y orgulloso, y cada día más feliz de haber logrado tener mi propia casa, ni en alquiler ni nada, pese al apabullante peso de la hipoteca que cada mes me recuerda el coste de la independencia. Y por eso, voy a dejar unas fotos de cómo está mi hogar a día de hoy, con descarado orgullo:

El recibidor: sencillito, con alguna decoración de gusto dudoso (el que más me gusta), combinados con cuadros de Final Fantasy o El Fantasma de la Ópera y el ya clásico retrato de Marilyn por parte de Andy Warhol.

La cocina: es de lo que más me gusta de mi casa. Amplia, con mesita para cuatro (de hecho nunca como en el salón a menos que tenga invitados), y muy acogedora. Lo del fondo es lo típico: para la caldera y tender la ropa.

El Salón: un poco Freak, pero sobrio. Lo del árbol de navidad es, evidentemente, por las fechas en las que estamos. Tengo mis figuras de El Señor de los Anillos (algunas), la tele, los cacharros tecnológicos (el Media Center, el ampli, la PS3...) y un sofá estupendo donde ver todo lo que me apetezca.

El despacho: o como yo lo llamo, Frikilandia. Tengo un sofá cama para invitados, una bici estática, y un estupendísimo escritorio enorme para el ordenador. A la derecha está mi vitrina de Caballeros del Zodiaco (ya haré un post independiente al respecto). Aquí me paso las horas muertas...

Lo que se intuye en la foto anterior es el contenido de la super-estantería (Ikea, claro está) donde tengo películas, CD's, libros y mangas a tutiplén. Eso aparte de las figuritas de rigor, claro.

Por último, la habitación. Sencilla, pero con una cama kilométrica para mi solito (y ahora también para Sera, claro), con focos situados estratégicamente para iluminar un buen libro, comic o revista en esas maravillosas horas nocturnas donde me encanta, cada día, poder leer un poco antes de dormir. Lo del cuadro de Hokusai y Pikachu son aportaciones individuales, claro está.

No pongo fotos de los baños porque me parece un poco escatológico, la verdad, aunque también son muy bonitos.

Y ahora en serio, lo cierto es que cuando empiezo a pensar con calma lo que tengo, lo que poco a poco voy obteniendo a base de esfuerzo y de dedicación, se me dibuja una sonrisa en la cara. Supongo que no tiene nada de malo autoreconocerse los méritos...

En fin, señores, que este es mi hogar. Espero que les guste.

Un abrazo.