10 de agosto de 2007

Plan de viaje a Japón

A solo diez días (¡¡DIEZ DÍAS!!) de irme a Japón, ya tengo más o menos establecido el plan de viaje que Rubén, Dani y yo vamos a llevar a cabo. Evidentemente, la idea es siempre variable y hay que dejar un hueco a la improvisación, pero creo que teniendo en cuenta que solo vamos a estar allí 16 días y vete tú a saber cuándo y si volveremos, pues considero importante tener claro qué vamos a ver y dónde vamos a ir. El siguiente mapa ilustra perfectamente nuestro itinerario:
El 21 de agosto llegamos a Tokio, y nos hospedaremos en un Ryokan de Akihabara (¡cómo no!) durante 7 noches. Pasaremos 4 días viendo los barrios de la ciudad: Shinjuku, Ikebukuro, Asakusa, Ginza, Shiodome, Shibuya, Roppongi, Ueno… etc. El quinto día nos vamos de excursión a Hakone y al Monte Fuji, y el sexto día, otra excursión: Nikko, viajando un poco al norte. Al día siguiente, finalizaremos la estancia en Tokio visitando dos ciudades: Kamakura, la del famoso buda gigante, y la portuaria Yokohama, muy cercana a Tokio.

Una vez terminada la estancia inicial en Tokio, nos iremos a Kyoto, haciendo antes una parada de una mañana para ver Nagoya, por simple curiosidad. En Kyoto pasaremos 4 noches, y aparte de ver esta maravillosa ciudad, nos haremos escapadas a Osaka y a Nara, que están muy cerca. Aquí también iremos a algún Onsen (balneario) que nos han recomendado…

El siguiente tramo de viaje, más cortito, implica viajar a Hiroshima desde Kyoto, haciendo antes una parada en el camino en Himeji, para ver su famoso castillo, patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Y una vez en Hiroshima, donde apenas pasaremos 2 noches y menos de una jornada entera en la ciudad en sí (creo que no hay mucho que ver, pero históricamente es importante), daremos un paseo por la isla sagrada de Miyajima, famosísima en el mundo entero, cuanto menos por la Torii de su entrada.

Finalmente, volveremos a Tokio de un tirón para pasar las últimas 2 noches allí, regresando a Madrid durante la jornada del 5 de septiembre.

Creo que no está mal, ¿verdad?. Un día de estos escribiré uno de esos comentarios míos profundos y emotivos acerca de lo mucho que significa este viaje para mi, pero de momento ahí queda eso. ¡Ah! Y ya amenazo: me llevo el portátil, con lo que habrá casi una especie de diario de viaje.

Un abrazo.