28 de mayo de 2009

Japón 2009 - El video resumen


¿Por qué hacer largos y aburridos comentarios cuando el poder de las imágenes a veces vale más que 1.000 palabras?. Espero que os guste.

Un abrazo.



27 de mayo de 2009

Mi lucha contra el negativismo

Soy una persona de contrastes. Demasiado. O veo las cosas demasiado coloridas o demasiado grises. Esto, afortunadamente, es un rasgo que he ido controlando conforme ha ido pasando el tiempo y me he vuelto, como vulgarmente se dice aunque aún no sé bien qué significa, adulto. Sin embargo, tengo que reconocer que pese a ser una persona llena de recursos y en muchas ocasiones alegre, tiendo al negativismo y a la excesiva preocupación por las cosas. Cosas que, además, son en su mayoría nimiedades a las que no debería prestar atención. Pero se la presto.

Aceptar la propia naturaleza de uno mismo no es malo; nunca he creído que aceptarse como uno es, defectos incluídos, sea algo que haga daño, al contrario. Pero últimamente estoy viviendo muchas situaciones (todas ellas en mi interior) que me hacen plenamente consciente de lo que yo mismo limito mi propia felicidad al autoimponerme una barrera o aura de negativismo a mi alrededor. Este negativismo no es muchas veces evidente, y en casi todos los casos hablamos de tonterías sin relevancia alguna en mi día a día: pero a mí me pica como un grano en el cogote.

Este tema lo he abordado ya muchas veces; es cierto que al final somos animales de costumbres y, aunque lo digamos de distinto modo, siempre damos vueltas a nuestros problemas de siempre. A mí siempre me ha preocupado ser una persona demasiado seria, ponerme cuerdas, ver algo malo donde no hay nada, ser un tedio de persona y, sobre todo, mi muchas veces repugnante pedancia. Porque sí, soy un pedante y un brasas, aunque por suerte no por norma general.

Lo que siento al respecto en los últimos meses es que se está germinando un cambio trascendental en mí; estoy seguro de que antes o después y para bien o para mal, pasará: no soporto al Dani que se siente mal por gilipolleces, al Dani que siempre está pendiente de algo que ni le va ni le viene, al Dani que lo quiere tener controlado todo bajo su perspectiva individual de las cosas. Quiero ser más alegre, liberal y comprensivo. Lo soy, no me malinterpretéis, pero no tanto como querría.

Mi Sera es un elemento quizá no clave, pero sí importante; sin él posiblemente habría llegado al mismo punto, pero su extremo positivismo y despreocupación por las cosas me fascina; ojalá en ese sentido fuese un poco más como él. No exactamente como él, pero sí un poco.

Mi reflexión es: ¿Podemos cambiar las personas alguno de nuestros rasgos de personalidad más arraigados?. ¿Existe de verdad esa posibilidad?. Y en caso afirmativo, ¿debería hacerse?. Siempre entran en conflicto muchas de mis ideas: la de la mejora progresiva y la del quiérete tal y como eres.

Al final, todo se trata de ser consciente de lo que te gusta de tí, de lo que no, y de esto último tratar de solventarlo para encontrarte en paz contigo mismo. La consciencia es la clave, y gracias a ella, antes o después, conseguiré vender mi maldito negativismo.

Un abrazo.


25 de mayo de 2009

Solomillo de cerdo al hojaldre

No sé si será el buen tiempo o qué, pero últimamente me siento de lo más Bree Van de Kamp, es decir, de cocinillas. Ya me gustaría a mí hacer las cosas con un mínimo de estilo, pero me temo que me quedo en un patán que por lo menos lo intenta...

El caso es que el pasado fin de semana nos visitaron unos buenos amigos y decidí preparar un platillo que ya había visto hacer a mi madre algunas veces y que me encanta: sus bollitos de carne de cerdo, eso sí, con algunas variaciones made in me. Allá vamos:

INGREDIENTES (4 personas):

- 2 solomillos de cerdo enteros cortados en dos trozos cada uno
- 4 láminas de hojaldre fresco de unos 25x25 cm.
- 2 huevos
- Vino blanco
- Sal y pimienta
- 1 sobre de beicon en lonchas
- 4 lonchas de queso (preferiblemente semicurado)
- 1 lata de foie-gras

Para el acompañamiento:

- 5 patatas peladas y cortadas en rodajas
- 1 bote de cebolla frita
- 1 bote de pimientos rojos cortados en tiras
- 1 lata de champiñones laminados
- Sal, cebolla en polvo y orégano

PREPARACIÓN:

Lavamos los solomillos y los dejamos macerar en vino blanco durante unos 10 minutos, tras lo cual los escurrimos y salpimentamos. Se envuelve cada solomillo en 2 lonchas de beicon y se coloca sobre la superficie de una de las láminas de hojaldre previamente untada con un poco de foie-gras. Poner encima del solomillo y beicon una loncha de queso y cerrar la lámina de hojaldre como si fuera un bollito de pan. Repetir esto para las piezas restantes.

Una vez hecho esto, ponemos los bollitos de hojaldre en una bandeja de horno. Batimos los dos huevos y pintamos la superficie de los bollos con ellos usando un pincel o cuchara, para que se doren bien. Metemos entonces los bollos en el horno a 180% durante 30 minutos. El horno debe estar previamente precalentado. Si la superficie queda dorada antes de que se cumplan los 30 minutos, sacar un momento y tapar la superficie con papel de aluminio para que no se queme.

Mientras se preparan los bollos de carne, preparamos el acompañamiento:

En una sartén ponemos la cebolla frita, los pimientos y los champiñones, con un poco de sal. También añadiremos un poco de vino blanco, un chorrito. No hay que echar nada más, ni siquiera aceite. Sofreímos y retiramos.

Para acabar, preparamos las patatas. Se ponen en una fuente para microondas, y se les echa sal, orégano y un poco de cebolla frita en polvo por la superficie. Se riega de aceite (solo superficialmente, pero de modo que todas las patatas estén impregnadas) y se pone en l microondas a máxima potencia durante 10 minutos. Se saca la fuente, se mueven un poco las patatas, se echa un poco más de sal y se vuelve a meter en el microondas otros 10 minutos. Tras esto, las patatas deberían estar bien "horneadas".

Tras tener preparado el acompañamiento, sacamos los bollitos del horno. No tienen mala pinta, ¿eh?.

Se sirve cada uno de los bollitos de carne con un poco del sofrito y de las patatas, quedando algo así:

Ojito, que aunque el trozo de carne parezca poco, esta comida es más bien pesadita, y si me lo permitís decir, deliciosa. Cuando se abre el bollo tenemos el solomillo bien hecho con el beicon y el queso derretido, y el hojaldre bien calentito y blanco por el interior, crujiente en el exterior. Probadlo, no os arrepentireis.

Un abrazo.

20 de mayo de 2009

El mesías J.J. Abrams

Seguramente os estéis preguntando quién es ese personajillo que aparece ahí arriba, ¿verdad?. En la vida real se trata del actor Mark Pellegrino, pero dentro del universo Lost es un nuevo personaje que ha redefinido completamente la trama de una serie ya de por sí tan compleja como es esta, y que hace unos días terminó su quinta y penúltima temporada de un modo tan apoteósico que casi me atrevería a decir que va a pasar a la historia de la televisión. Y hasta ahí puedo leer.

Y es que Lost, a estas alturas y le pese a quien le pese, se trata de una de las mejores series jamás realizadas de la historia y, desde mi prisma personal, la más apasionante que he visto. Soy consciente de la magnitud de mis afirmaciones, pero lo hago siempre desde mi punto de vista personal. La quinta temporada, de 16 capítulos (el último de ellos doble), ha supuesto un giro absolutamente bestial a su trama inicial que no todos han acogido de buen grado, pero que para mí supone la coherencia más absoluta respecto a lo visto en anteriores temporadas. Los infinitos misterios que se nos han ido presentando van cerrándose de forma muy inteligente (jamás dan una pista obvia al espectador, sin insultar su inteligencia y dejando que él ate los cabos), y solo ahora empezamos a entender muchas cosas de la primera temporada. Mención aparte está el excelentísimo trabajo de los actores, con mención especial a la impresionante Elizabeth Mitchell (Juliet), Michael Emerson (Ben), Terry O'Queen (John Locke) y Jeremy Davies (Daniel Faraday), que hacen de su oficio un verdadero arte.

Muerto de ansiedad me encuentro ya al pensar que para ver su última y sexta temporada tengo que esperar hasta enero del año que viene, y esperando que Cuatro, cadena que por fin está dándole a Lost el protagonismo que se merece, emita lo que resta con el mínimo de dignidad que TVE le quitó durante todo este tiempo. Dicho queda.

Y ahora, hablemos del artífice de esta y otras maravillas: J.J. Abrams. Lo cierto es que este caballero, ahora productor de Lost y que comenzó con series como Felicity o Alias entre otros, y que además firma los guiones, es a mi gusto uno de los mesías del nuevo Hollywood, ya que está realmente redefiniendo muchas formas de hacer las cosas a nivel audiovisual en un mercado tan explotado y competitivo.

Tras Lost, el hombre se propuso sacar del fango una saga cinematográfica hundida en la miseria como era Misión Imposible (las de Tom Cruise, sí) tras una bochornosa e hiper-ridícula segunda parte dirigida por John Woo. Misión Imposible 3 devolvió la clase y la elegancia a la saga con una trepidante, fantasmona pero inteligente película que a un servidor al menos le dejó muy buen sabor de boca.

Y finalmente llegamos al punto de inflexión reciente en su filmografía y que sin duda va a poner aún más en el ojo del huracán a este hombre: la espectacular nueva película de Star Trek que ha parido, y que ya he ido a ver dos veces al cine; la mejor de ellas, evidentemente, en un cine IMAX y en V.O. que me dejó en un estado de éxtasis absoluto durante muchas horas durante y después de su proyección.

Sin haber sido jamás un Trekkie confeso, aunque sí habiendo visto muchos capítulos y películas (bastante mediocres, especialmente las de Patrick Stewart) de la saga, fui como muchos a ver un remake de Star Trek con efectos de hoy en día, pero con la convicción de que este hombre no se iba a quedar ahí. ¡Y vaya si tenía razón!. La nueva película de Star Trek supone un soplo tan grande de aire fresco en la ciencia ficción, sin traicionar ni un ápice el género clásico, que vaticino o más bien afirmo que se va a convertir en uno de esos nuevos clásicos a la altura de la ya hipermanoseada y mencionada Star Wars. Planos de grafismo similar al comic, narrativa cuidadísima, un nivel absolutamente equilibrado entre acción, humor, drama y metafisicismo, y una dirección de actores excelente entre los que destaca muy por encima de todos el gran Zachary Quinto interpretando al joven Spock, sin duda el eje y alma de la historia.

Star Trek es una película de esas que hacen que un cinéfilo recuerde cuánto ama el cine, la gran pantalla, las palomitas y cómo esa explosión de luz y decibelios penetran en sus ojos, cerebro y oídos. La gloriosa música de Michael Giaccino no hace sino amplificar hasta el extremo tales sensaciones. Y sin extenderme más, diré: id a ver Star Trek si no la habéis visto YA. Cuando la descubráis en DVD o Blu-Ray os preguntaréis por qué no la visteis en una pantalla gigante.

Quiero terminar este texto felicitando de corazón al grandísimo J.J. Abrams por haberme regalado tantos buenos momentos hasta la fecha, y sabiendo que lo mejor está por llegar. Porque a veces, de vez en cuando, en Hollywood aparece un verdadero genio llamado a revolucionar lo que hemos visto hasta la fecha. Él es uno de ellos.

Un abrazo.


18 de mayo de 2009

Eurorabia

Cada año se repite la misma historia, y sin embargo cada año volvemos a picar. Así es como me siento tras ver el más que decepcionante festival de Eurovisión de este año, en el que representando a España estaba nuestra queridísima Soraya Arnelas.

No me pienso sentir avergonzado al decir que tengo los cuatro discos que esta extremeña ha sacado al mercado, y pienso atreverme a decir me encantan, especialmente su último trabajo, Sin miedo. Y tengo la casi convicción de que lo de este año (ha quedado penúltima, y gracias a la generosidad de Portugal y especialmente Andorra no ha sido un fiasco absoluto) es una Vendetta en toda regla por el bochornoso show que ha dado TVE al pasarse por las narices las normas de retransmisión del festival. Si no, no me lo explico; personalmente no veía a Soraya como ganadora, pero ni de broma como la penúltima.

Si pienso en Soraya, creo que ese look que lució a lo dominatrix norteña no le favorecía demasiado (la chica es bastante más mona), y que la coreografía fue simplemente correcta, pero bien resuelta.

Haber, había de todo: la canción francesa era demasiado elegante y anticlimática para un festival tan chochi como ese (a mí me encantaba, pero no pegaba), así como la de Malta. Curiosamente, me encantan las que han quedado segunda y terceras, pero mis predilectas eran las de Suecia y Turquía. Muy noble el gesto de Noa por Israel, pero la canción en sí era bastante aburrida.

Pero analicemos brevemente el fenómeno eurovisivo: en la práctica, Eurovisión es un acontecimiento especialmente orientado al público gay (es la realidad, aunque no sea algo generalizado) que hace desfilar lo más pintoresco de cada país en materia musical objetivamente hablando, pero que posee un irresistible poder de atracción debido, en buena parte, a ese espíritu festivo que destila cada vez que llega la hora de celebrarlo. El año pasado, Buenafuente quiso reirse del concurso en sí y de las normas que TVE había puesto para ese año llevando al freak de Chikilicuatre a golpe de publicidad y talonario. Pues un año después tengo que darle la razón: Eurovisión no se puede tomar al 100% en serio. Favoritismos, politiqueo, etc... son moneda de cambio habitual de un concurso que necesita una renovación de fondo, empezando por un sistema de votación que, por mucho que me hablen de jurados, yo no me acabo de creer. Luego, los favoritismos económicos que hacen que España siempre vaya directo a la final. Personalmente, creo que eso la condena al fracaso.

La prensa en general está cebándose con una Soraya que, vuelvo a repetir, no se merece tales vapuleos, por muy poco brillante que a juicio de esta gente sea su canción y su figura artística. Solo hay que ver los artículos de El Mundo o de mi querido Albéniz de El Descodificador, artículos con los que estoy bastante de acuerdo, pero no plenamente.

Mención aparte está la victoria de Noruega, absolutamente desproporcionada para una canción tan simple. Que el chico tenía carisma, no lo dudo en absoluto.

Y mención aún más aparte tiene el hecho de que Rusia se haya gastado tal cantidad de dinero en un escenario espectacular como pocos se han visto antes en Eurovisión, tomándose este festival como un asunto de estado (4 veces más dinero que el anterior festival), y que sin embargo siga prohibiendo manifestaciones del colectivo homosexual como el que se produjo el mismo día de eurovisión con 80 detenciones. Una incoherencia tan grande que refleja un sistema político a nivel social en estado muy deteriorado, aunque desde luego este comentario no tiene nada que ver con Eurovisión. Me sale del alma al pensar en dicha manifestación, la cual además no recibió la solidaridad de ningún presente en el eurofestival.

Concluyo este aburrido texto con la convicción de que algo huele mal en nuestro país: a este respecto: Televisión Española, la cadena del amiguismo, del oscurantismo, del desfilfarro y el exceso, de la autopromoción intravenosa, de los programas sorbeseso y del cutrerío y casposismo más grande que se puede encontrar en este planeta.

Solo espero que la pobre Soraya no pague el pato. No se lo merecería, por mucho que algunas personas se alegren de su batacazo.


ACTUALIZACIÓN: Tal y como pensé, mi texto original ha causado furor. Veréis, no pensaba ni siquiera hablar de Eurovisión porque, aunque aquí más o menos está reflejada mi opinión real, se me ocurrió que quizá podría escribir un comentario a muy mala leche de manera deliberada.

Hace unos días estuve pensando en cómo algo socialmente popular como es Eurovisión siempre desataba una especie de tormenta de opiniones contradictorias entre sí dentro de la red. Al menos, así siempre me ha pasado que he intentado ser irónico o hilarante con las cosas que escribía. Así que hoy he hecho el experimento con mi propio blog y el resultado ha sido realmente brutal: pensaba dejar el texto tal cual unos días, pero en tan solo unas horas he recibido una cantidad de comentarios hirientes tanto para Soraya, como para un servidor, que me he apresurado a cambiarlo antes de que me empalen con una lanza.

Por favor, señores, que Eurovisión no es más que un concurso de canciones. Yo soy de los que creen que Soraya merecía mucho más y puede que con mis amistades me muestre hilarante, pero la verdad es que un acontecimiento así tiene la importancia que tiene: relativa. Lo que sí me sorprende es que algo así, tras tantos años, siga levantando tantas pasiones contradictorias.

Un abrazo.


13 de mayo de 2009

Lomo a la nata con anacardos

Como hace tiempo que no pongo unas de mis recetillas, me he decidido a poner de una vez mi versión de lomo a la nata, que es una variación personalizada del lomo mozárabe que una vez me preparó mi cuñada, pero que como contenía ciertos ingredientes que no me gustaban, decidí improvisar con resultados sorprendentes. Allá va.

INGREDIENTES (Para 4 personas):

- 750 gr. de lomo adobado
- 300 gr de cebolla frita
- Pimiento rojo frito al gusto (1/2 está bien)
- 200 gr. de Anacardos
- 300 gr. de champiñones
- 300 ml. de nata para cocinar
- Aceite de oliva
- Especias: Nuez moscada, Curry, Orégano, Pimienta, Sal

PREPARACIÓN

- Se cortan las lonchas de lomo en tiras, de modo que cada loncha dé como 5-6 trocitos.

- Se pone a freir el lomo en una sartén grande con poco aceite debajo y se le echa sal.

- Se añade la cebolla, el pimiento y los champiñones, y se riega de aceite al gusto, aunque no en exceso. Remover un poco.

- Echar todas las especias: nuez moscada en cantidad uniforme, un poco de curry solamente, el orégano y la pimienta. Tapar la sarten y remover de vez en cuando hasta que el lomo esté bien hecho.

- Echar la nata a la sartén y remover bien.

- Una vez hecho esto, quitar de la sartén y depositar en una fuente, donde debe dejarse reposar al menos 30 minutos, ya que la nata queda mucho más consistente.

Una vez hecho esto, se puede servir o bien con una cama de patatas paja por encima, o como se puede ver en la foto de arriba, con una ensalada ligera o similar. Yo le he echado esta vez una mezcla de lechugas y fresas cortadas con vinagre de módena, pero lo de las patatas paja queda realmente bien.

Importante: el objetivo de la nata es bañar la comida levemente, no debe echarse en exceso, aunque esto evidentemente va al gusto. Tampoco hay que pasarse con el curry, solo un poquitín es necesario. Las especias se echan al gusto, pero mi consejo es no pasarse con ninguna.

El lomo mozárabe al que hacía referencia anteriormente tenía dátiles en vez de anacardos, entre otras cosas, así que sois libres de intentarlo si os apetece.

¡Ah! Tanto el pimiento como la cebolla frita podéis usarla de bote de conservas, que es más rápido y queda igual de bien.

¡Bon apetit!

Un abrazo.

12 de mayo de 2009

Cuarenta y seis

Ya va a hacer un tiempecito largo que no nos vemos, ¿eh?. Pero hoy es tu 46 cumpleaños y no quería dejar de decirte que siempre me acuerdo muchísimo de ti. Constantemente.

Muchas felicidades, de todo corazón... papá.


7 de mayo de 2009

Empeñarse en vivir o Empeñarse en morir

Hace algo más de tres años escribí en este mismo blog una entrada acerca de mi reencuentro, tras mucho tiempo, de un servidor con un querido amigo de la infancia al que llevaba mucho tiempo sin ver. Este texto puede seguir leyéndose en este enlace, y ahora me toca, desgraciadamente, continuarlo del modo que menos hubiera deseado jamás.

El título de este post, que alude directamente a una frase crucial de una de mis películas favoritas, Cadena perpetua, resume perfectamente la situación que describe este último capítulo.

Sin textos previos, diré que Alex fue en mi infancia un íntimo amigo mío con el que pasé meses y años diariamente en su casa merendando, jugando a los videojuegos, e incluso alguna vez me fui todo el verano de vacaciones con él y su familia a Calpe. Actualmente no tenía mucha relación con él (amigos del barrio, cuando nos cruzábamos en nuestras vidas adultas) pero no hace tanto que le enseñé a él y su novia mi nueva casa.

Hoy he recibido la noticia de su suicidio anoche, tras tirarse por la ventana de su casa. Y estoy aturdido, confuso, triste y dolorido. ¿Tan mal estaba?. Sabía que tenía bajones, pero creo que el que le dejara su novia puede haberlo empeorado. Nunca lo sabremos ya.

Empeñarse en vivir o empeñarse en morir. La vía rápida o la difícil. Sé y soy consciente de que cada día en este mundo es una lucha constante, a veces más amarga y otras más afable, pero una lucha al fin y al cabo que muchas veces parece empeñarse en ponernos piedras bien gordas para que nos hagamos mucho más daño. Algunas personas no pueden aguantarlo y ni les culpo ni juzgo por ello, pero desde luego... me cuesta creer que un muchacho de 26 años tan guapete, agradable e inteligente haya decidido poner fin a su existencia.

Esto, además de entristecerme profundamente, me está haciendo pensar en lo frágiles que somos emocionalmente hablando. Literalmente, el cómo un grano de arena puede comerse todo nuestro universo desde la raíz y convertir todo en el más absoluto de los vacíos si nos dejamos arrastrar y no obtenemos suficiente ayuda. A mi me pasó, y no hace demasiado tiempo.

Hoy estoy triste, decaído y no dejo de pensar en mi amigo, en cómo hubiera deseado poder hablar con él e intentar convencerle de que aún tenía mucho sol en su vida por delante. Decirle que mientras haya vida hay esperanza, que hay que empeñarse en vivir porque en cada esquina encontrarmos un nuevo motivo que le da color a esta existencia agridulce que vivimos.

Hoy, simplemente, no puedo escribir una palabra más. Lo siento. Qué triste es esto, qué triste...

Un abrazo.


5 de mayo de 2009

Verdadera piratería

Como ya pone en varios periódicos, esta noticia debería ser más que suficiente para demostrar que nuestra queridísima organización de autores, la SGAE, no tiene ni escrúpulos ni corazón a la hora de llenar aún más sus arcas, para uso y disfrute de ese selecto grupo de vagos y chorizos que están hechos, eso sí, amparados por la ley. Que quede claro: esto lo digo basándome en mi derecho constitucional para expresarme libremente, no les de por cerrarme el blog como ya han hecho en el pasado con otra persona.

Juanma es un niño pequeño afectado por la rara enfermedad de Alexander, que es degenerativa y mortal. Para recaudar fondos solidarios y así poder seguir investigando en esta, el cantante almeriense David Bisbal ofreció no hace mucho un concierto sin cobrar ni un duro para poder contribuir a la causa de Juanma.

Pero llegaron otros invitados al concierto: los inspectores de la SGAE que, al interpretar Bisbal canciones no escritas por él mismo (ese es su alegato), exigían por ley el 10% de lo recaudado en el concierto, aproximadamente 5.000 euros.

A día de hoy, la SGAE no hace declaraciones ante tal lamentable acto de impunidad, vesvergüenza y falta de ética, sino que se limita a decir que hará una nota de prensa.

Señores, ¿cuándo les pararemos los pies a esta panda de desgraciados que, para más inri, no defiende lo que se supone que defiende?. A mi, tras leer esta noticia, lo único que se me ocurre es vomitar. ¡Qué vergüenza!.

ACTUALIZADO: Parece que ahora la SGAE se retracta y devolverá el importe robado. ¿Al final resultará que la presión mediática del populacho funciona?.

Un abrazo.