12 de marzo de 2008

Llueve en mi corazón

No creo que vayas a leer nunca estas palabras, pero yo tengo la necesidad de escribirlas. Como si te las estuviera escribiendo directamente, una carta sincerándome.

Hace menos de una hora que lo he sabido, y no puedo dejar de llorar desde entonces. Intento pequeñas cosas como escribir estas palabras para así paliar el profundo dolor que me invade y me carcome. No puedo creerlo, no puedo creer que esto tenga ya fecha de caducidad.

Sabía que llegaría, pero supongo que hay certezas que simplemente pospones en tu pensamiento para, de algún modo, alejarlas de ti.

Nunca te diría esto a la cara, supongo. No al menos así. Sé que nunca leerás esto, pero aunque no tenga sentido así puesto me quedo más tranquilo escribiendolo. Supongo que dentro de unos días volveré a escribir sobre ello. Cuando esté con mi querido Sera de viaje, pensaré que solo faltan unos días. Y volveré a llorar.

Odio ser un sentimental. Odio pasarme el día llorando.

Pero estoy triste Muy triste. Hoy es un día de tormenta, de lluvia incesante.

Hoy querría no haber tenido que levantarme. Y sin embargo sé que no pasa nada, que esto es así y punto.

Solo quiero llorar. Nada más. Dejadme tranquilo.