3 de febrero de 2010

Cinco años no son nada

Parece mentira, pero hoy hace nada menos que cinco años que este blog comenzó su andadura. Cinco años en los que he escrito más o menos, de manera más profunda o más vanal, impersonal o íntima, más y menos frecuentemente, pero siempre escribiendo.

Intento recapitular todo lo que he escrito en este tiempo, y las razones que me llevaron a empezar a hacerlo, o lo que me impulsó a seguir haciéndolo. La verdad más real es que este blog es un espacio que siempre he necesitado por diversas razones, pero la primera de ellas es la de poder plasmar mis emociones. He sido terriblemente criticado por ello, pero a estas alturas solo siento una profunda alegría de todo lo que he puesto en estas líneas. Hasta lo que parecía más sórdido o personal. Al final, las opiniones que recibes aquí solamente están basadas en el propio prisma de cada uno y su forma de entender la exposición pública.

En fin, supongo que fiel a lo que últimamente ocurre en el blog por falta de tiempo, seré breve: me siento profundamente honrado de tener una retrospectiva tan grande y, echando la vista atrás, haber podido plasmar tantos pensamientos. Si me lo llegan a decir hace cinco años cuando comencé, no lo habría creído.

Estas son las páginas de mi día a día, y las cosas que se me han pasado por la mente en estos cinco años, siempre que he tenido el aplomo y el tiempo de plasmarlas. Y ya es mucho decir, ¿verdad?.

Brindemos por otros cinco años. Siempre que queráis leerlo, claro.

Un abrazo.