23 de febrero de 2009

Hipnos, el Dios del Sueño

Aquí tenéis a mi nuevo Myth Cloth, Hipnos el Dios del Sueño, junto a su hermano Tánatos, el Dios de la Muerte. Ambos son los brazos del Dios del Inframundo, Hades, y estaba deseando unirlos desde hace bastante tiempo (concretamente desde que tengo a Tánatos, hace ya cerca de un año).

Las armaduras de estos Dioses son poco menos que portentosas, y sin duda las más elaboradas y espectaculares de todas las que hay en el universo Saint Seiya. Ocupándonos de la que toca, es decir, la de Hipnos, solo os diré que me las he visto canutas para ensamblar las innumerables piezas que la componen. Eso sí, pese a que quede demasiado pomposo (esas plumas de pavo real, por Dios!), el porte majestuoso que tiene una vez terminado el montaje hace que se te caiga la baba: cromado en negro-lila perfecto, tintes dorados, ribetes, etc... a mi gusto, y aunque tengo auténticas preciosidades en la colección, estas dos figuras (especialmente la de Hipnos) son las mejores de mi colección y de los Myth Cloth en general, a superar presumiblemente solo por las Armaduras Divinas que estén por venir y las respectivas armaduras de Hades y Atenea.

Pero bueno, ya iremos informando... el otro día, un amigo mío me dijo que lo de mi colección de Myth Cloth estaba adquiriendo ya tintes épicos... un día de estos tengo que hacer un especial.

Un abrazo.


La noche del millonario

Bueno, pues viendo los resultados de los Oscars de la recién terminada noche española, puedo decir que, salvo alguna excepción mínima, han sido los que esperaba y deseaba. Slumdog Millionaire, la gran vencedora de la noche con diferencia, ha ganado 8 de los 10 premios a los que optaba, y Benjamin Button ha perdido estrepitosamente con solo tres de trece galardones, todos ellos de índole técnica. Es decir, que el cine diferente, alternativo e interesante ha vencido al clasicismo. La verdad, me alegro. Sin quitarle méritos a Benjamin Button, que los tiene, la película de Danny Boyle es mil veces más interesante.

Pero lamentablemente, en España la única imagen que existe es la que hay aquí arriba: la de Penélope Cruz ganando el oscar a la mejor actriz de reparto por Vicky Cristina Barcelona. Hoy me están acribillando, porque desde el minuto cero he estado en contra de su victoria; en primer lugar porque creo que no se lo merece, en segundo porque sus competidoras se la comían con patatas. Yo se lo hubiera dado a Amy Adams por La duda, en la que está soberbia.

Pero analicemos esto: no es que me moleste que haya ganado, no es hacia ella a quien va dirigida mi ira, sino a los babosos y repelentes medios de comunicación de España, que hacen de esto un auténtico círculo mediático casposo en torno a su victoria, un orgullo patrio propio de Manolo Escobar en los mejores tiempos de esta España nuestra. Hoy solo existe la española ganadora de un oscar: la guapa, glamurosa, sensible, gran actriz que es y la fantástica carrera cinematográfica (juas) que lleva Penélope Cruz. El resto, no existe. Si no me creéis, ved cualquiera de los periódicos de tirada en papel o en Internet y comparad cuánto hablan de Pe y... del resto. La desproporción resulta casi asquerosa. Entiendo que es un hecho histórico que una actriz española gane un oscar, pero... ¿en serio se merece tanta cobertura?. ¿En serio hay que usarla como icono de orgullo español?. Me alegro por ella, y lo digo de corazón, pero desde aquí mando mi más absoluta repulsa a los medios de comunicación que la elevan a un lugar que no la pertenece aún.

Hablemos de cosas más interesantes: por fín, POR FÍN Kate Winslet se ha llevado el Oscar que tanto ha merecido durante tantos años. Aunque lo haya hecho por un trabajo en el que ha brillado menos que otras veces, el precioso personaje de Hannah de The reader (se lo merecía más este mismo año por Revolutionary Road), me siento muy feliz y contento por ella.

La otra gran sorpresa, para bien, es la victoria del gran Sean Penn encarnando a ese otro gran hombre que es Harvey Milk, dejando a Mickey Rourke por los suelos porque parece que ya daba por hecho que iba a ganar. Como ya dije hace unos días, la interpretación de Penn es magistral (sin haber visto a Rourke), y más que merecedora del oscar que se ha llevado. ¡Bravo!.

Ninguna sorpresa sobre la victoria de Heath Ledger como actor de reparto: era más que cantado, pero es que su Joker es todo un prodigio de buen hacer. Un papel mítico que va a pasar a la historia del cine, sin duda, aunque sea por el macabro aderezo de su fallecimiento. Enhorabuena, Heath, estés donde estés.

¡Ah! Aunque estaba cantado, la victoria de Wall-E como mejor película de animación me ha arrancado una enorme sonrisa esta mañana. Y es que esta absoluta y jodida obra maestra de Pixar se merece todos los premios de este mundo.

Tengo muchas ganas de ver la ganadora de la película de habla no inglesa, Departures, del país nipón. ¿Quizá me pueda hacer con ella en Tokio dentro de unas semanas?. ;)

Y dicho esto, me despido. Me alegro porque este año he visto casi todo lo que tenía una nominación, siendo muy difícil verlo todo. Esperemos que el año que viene haya tanta variedad y calidad como este. Ha sido un buen año cinematográficamente hablando.

Un abrazo.


Operación Palillo #29


Masa corporal: 29,1