En los pasados días he conseguido eliminar a los enemigos más poderosos de Final Fantasy XII, Yiazmat y Omega v. XII, que son, por así decirlo, las criaturas más poderosas del juego. Los Final Fantasy siempre tienen esa característica: de manera absolutamente opcional al desarrollo argumental del juego, hay una serie de sub-retos que desafían todo lo imaginable. En este caso, para llegar a siquiera poder enfrentarse a estas criaturas hay que vencer previamente a otras que, para que os hagáis una idea, son mucho, pero mucho más fuertes que el enemigo final del juego.
En el mini-juego de cazas denominado El Clan Centurio, la estrella es la última de las escorias, el dragón gigante Yiazmat. Este bicho tiene una vida de ¡¡50 millones de puntos!!. Solo como referencia, decir que el jefe final del juego tiene 350.000 puntos, y además no es tan fuerte. Nuestros personajes aliados pueden llegar como mucho a 9.999 puntos de vida, pero eso sí: ellos pueden curarse cuando la cosa se complique e incluso invocar su resurrección si caen. Lo que no puede suceder es que los maten a todos. Pura estrategia, claro.
Pues me cargué a Yiazmat. Tras varias horas de combate, lo logré. Lo peor es que cuando entra en estado de agonía (en este caso, cuando le quedan “solo” 5 millones de puntos), este duplica su fuerza, velocidad y defensa, haciéndolo increíblemente más difícil. Se necesita un equipo muy bien entrenado, poderoso y con una estrategia muy bien definida.
Yiazmat puede tener una cantidad de vida descomunal, pero su nivel es solo el 73. En Final Fantasy XII, la fuerza de un personaje o desarrollo se compone, además de las distintas magias y habilidades que posea, de su nivel. Es su exponencial de fuerza, siendo este comprendido entre el 1 y el 99. Desarrollar a un personaje hasta el último nivel es algo que requiere de horas y horas de entrenamiento, pero yo puedo decir con orgullo que mi equipo principal de 3 personajes tiene el nivel 99, y que el equipo de reserva con los otros tres personajes tiene el 70. Luego están otras cosas como las armas, las protecciones físicas y mágicas, etc… pero no voy a enrollarme con eso.
Lo que me apetece es contar la estrategia que he seguido para derrotar al enemigo más poderoso, Omega v. XII, que no tiene tanta vitalidad como Yiazmat, pero su nivel es el 99… es decir, el máximo. Eso se traduce en que la velocidad y ferocidad de sus ataques es absolutamente devastadora.
Con tres personajes bien definidos, la victoria puede estar chupada. Los personajes deben tener como mínimo nivel 94 (yo tenía el 99, por suerte) y estar equipados con armas no elementales y cinturones duplo. La clave de la victoria está en que uno de los personajes, a ser posible el lider, se aplique constantemente las magias Revés y Carisma. La primera hace que los ataques le curen y las curas le maten, mientras que la segunda le convierte en un señuelo para que el enemigo siempre le ataque a él. La combinación de esto es, evidentemente, que Omega solo ataca a este personaje y que sus ataques le curan en vez de matarle, dejando a los otros dos personajes a su bola, es decir, atacándole sin piedad.
Dicho así suena muy bonito, pero no todo es tan fácil. La velocidad de ataque de Omega es brutal, y el estado Revés dura muy poco tiempo, siendo necesario realizar esta magia constantemente. Si no se tiene la suficiente rapidez, esta técnica no serviría para nada. El único estado que nunca le puede faltar a los personajes es Prisa+, ya que de lo contrario no hay ninguna posibilidad de victoria. Lo mejor es que esto se automatice en uno de los personajes de apoyo. Tampoco es nada desdeñable que al principio del combate, el comando Atacar se cambie por la técnica Rompedefensa hasta que haya alcanzado al enemigo 10 veces, de manera que será mucho más vulnerable a los ataques de ahí en adelante.
Omega, a su vez, puede provocar el estado Locura con sus ataques, y si esto le ocurre a nuestro señuelo, ya no podrá aplicarse Revés y Carisma. Por tanto, hay que tener preparado un gambit de Antimagia en nuestros personajes de apoyo para curar al señuelo en caso de que entre en estado locura (se puede ver en el video). En cuanto a las curas, estas deben aplicarse a los personajes atacantes a sí mismos unicamente. El señuelo no necesita curas (ya lo hace el enemigo). Ni que decir tiene, por último, que todos los personajes deben tener como máxima prioridad el usar Lázaro+ en caso de que caiga un aliado (no usar colas de fénix, no valen para nada contra un enemigo así).
Si se sigue esta estrategia, se consigue lo que yo consigo en el video, jejeje.
Un abrazo.
27 de junio de 2007
El día que vencí a Omega v. XII
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Videojuegos,
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4 comentarios:
¡A tomar por saco! xDD
"Omega, a su vez, puede provocar el estado Locura con sus ataques, y si esto le ocurre a nuestro señuelo, ya no podrá aplicarse Revés y Carisma. Por tanto, hay que tener preparado un gambit de Antimagia en nuestros personajes de apoyo para curar al señuelo en caso de que entre en estado locura (se puede ver en el video). En cuanto a las curas, estas deben aplicarse a los personajes atacantes a sí mismos unicamente. El señuelo no necesita curas (ya lo hace el enemigo). Ni que decir tiene, por último, que todos los personajes deben tener como máxima prioridad el usar Lázaro+ en caso de que caiga un aliado (no usar colas de fénix, no valen para nada contra un enemigo así)".
Amigo, ahora póngase en la piel de alguien que no es nada jugón y lea por ejemplo el párrafo anterior. ¡Ahora ya sabe cómo me siento! Sí, en estado Locura. Lo llega a escribir en japonés y me entero igual, jeje.
Y yo que los tengo en el nivel 20 y ya estoy HASTA EL COÑO de tanta marandanga!!!!
Bueno, eso de ser el enemigo más poderoso del juego no me parece... Yo la maté porque me la conseguí por casualidad, y de mi grupo principal, sólo vaan tenía nivel 70, otros dos con 67 y los demás no llegaban a 30... Y la acabé en 40 minutos en mi primera pelea contra ella... Mientras que Yiazmat si es complicado, a parte de que la pelea no se baja de 5 horas...
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