Bueno, parece que he tenido un gran lapsus desde mi último post (al menos respecto a lo que pretendía), pero no es así.. Ayer escribí un largo párrafo sobre curiosidades que noto aquí en Norteamérica y veo en la televisión, pero lo “perdí” mientras lo escribía cortesía del maravilloso editor Beta de Blogger. La próxima vez (ahora) recordaré que las cosas se escriben en Word antes de hacer un copy-paste en el editor y poner los HTML Tags para que quede más cuco.
Y ahora, tras mi pequeña pataleta inocua y absurda, me pongo a escribir nuevamente lo que intenté decir ayer anoche.
Llevo en Chicago solo un par de días. En unos minutos (quizá mientras escribo esto) vuelva Javi de Indianápolis, donde ha estado haciendo unas gestiones este tiempo. Pero yo soy muy apañao y no me asusta quedarme “solo” en una gran urbe como esta. Es más, ¿quién no querría quedarse solo dos días en Chicago, con dominio perfecto del idioma, y con un maravilloso piso en el centro?. La verdad, más que miedo debería sentirme profundamente afortunado, lo cual es el caso.
Ayer por la tarde, tras mi maravilloso viaje en barco por el río y el lago, finalmente no fui al museo de Arte. Resulta que es mañana jueves por la tarde cuando es gratis, y yo soy muy agarrao, máxime cuando pienso en lo que me he gastado en Souvenirs. Y es que joder, si sumas a+b+c es una pasada. Y mira que me dije a mí mismo en Nueva York que no repetiría experiencia, pero… bueno, en fin, debe ser que no aprendo. No no, ayer por la tarde me eché la siesta y opté por irme de marcha yo solito. Me fui de nuevo, esta vez solo, al Sidetrack de Belmont, que me dejó profundamente alucinado. Ojalá en España hubiera bares como ese. No me sacarían en siglos.
La entrada eran 15 dólares. Eso sí, el local es grande, muy grande, preciosamente decorado, bien ventilado y con mucha clase. Las bebidas no-alcohólicas eran GRATIS… ¡aleluya!. ¡Por fin algo de comprensión para los abstemios!. Y además había copas recién servidas de champán y catering variado por todos los rincones del local. Este está plagado de pantallas LCD y hasta un proyector digital que emite la música que suena en el local: lo último de lo último y además música que me encanta. Lo gracioso es lo que dije el otro día: cada día es un tipo de música. El domingo eran musicales… ayer, música actual… hoy seguramente sean los 80… para rizar el rizo, hubo actuaciones musicales en 2 escenarios distintos durante toda la velada, cortesía de graciosísimas Drag-Queens. Genial… ¿por qué no habrá sitios tan chachis en Madrid?. Ah, olvidaba lo más importante: menudo PERCAL de tíos-as. Había gente hetero y gay perfectamente mezclada y todos ellos, chicos y chicas (salvo excepciones, claro) que levantaban mis más bajos instintos o me alegraban la vista de forma descomunal.
Lo pasé bien pese a estar solo. Aguanté hasta eso de las 11 de la noche (empecé a las 7), y en ese tiempo conocí a un tío majete que me caía bien y parecía que a la inversa. En medio de ese proceso o ritual de Hola, ¿qué tal? ¿a qué te dedicas? Blablabla… llego un tio guapísimo, le dijo You’re hot y ahí acabo el conocerle. Se largó con él. Vaya, al final tendré que hacerme más atrevido, por lo que veo.
Ayer cogí bastante frío en el barco, así que estoy tocado de la garganta por muchos cafés Starbucks calientes que me tome. Aj Aj. No salgo de uno y pillo otro. Hoy sí me he ido al Science & Industry Museum, para lo cual he tenido que coger un cercanías (llamado Metra aquí) que por fortuna no ha tardado mucho en llegar a su destino. El museo: un rollazo. Salvo un par de secciones como una interesante exposición sobre los submarinos, otra sobre robótica, y otra de fotografías de “Comida en el mundo” (que ya había visto en un dominical de El país), el resto es olvidable. Una especie de parquecillo de atracciones para niños. A mi, personalmente, no me ha dicho nada.
La tarde la he dedicado a comprar souvenirs y dar un paseo por el Loop de Chicago, es decir, la parte del metro que recorre el Downtown por vías que van por encima de la carretera. Preciosas vistas de un atardecer dorado. Es genial, la verdad… cada vez me gusta más esta ciudad, y me hago más a ella. Pero debo ser realista: me quedan dos días.
Esta mañana ha pasado algo gracioso, por cierto. A ver si antes de irme hago una foto al tema en cuestión: resulta que el telediario local de la cadena ABC lo emiten en vivo desde la esquina de abajo, en un escaparate. Sí sí, lo que oís. Como ir a ver una tienda, ves a los presentadores y sus invidados haciendo el programa. El truco, creo, es que ellos no nos ven a nosotros, pero no estoy seguro. El caso es que he bajado corriendo esta mañana porque en el telediario ha actuado en vivo (otra diferencia respecto a los nuestros) una cantante que me encanta llamada Kelly Price, que hace muchos años era corista de Mariah Carey y despuntó después en solitario. Pues he bajado a verla, friki que es uno. Pero no sé dónde se ha metido después. Le habría pedido un autógrafo. Qué divertido ha sido, jeje.
Ahora por la noche he pedido un McMenú y me he venido a ver Lost ¡por primera vez en vivo! Desde su cadena original. Ya sé que podría comer cosas mejores, pero ¿venir a America y no ir a un Fast-Food?. Eso sí que es delito. Además, no sé que tendrán las hamburguesas y patatas aquí, que están mucho más ricas. A saber.
Como auguraba, Javi ya está aquí. Supongo que veremos la tele y nos iremos respectivamente a dormir prontito. Yo mañana quiero ir al Oak Park y por la tarde al museo de Arte… así que mejor será que me ponga las pilas.
Ahora me veo cansado para escribir acerca de ciertas curiosidades que he visto en la tele, pero todo a su tiempo. De momento, un día más llega a su fin en Chicago mientras en España está amaneciendo el jueves. Qué cosas, ¿eh?.
Ya sé que solo han pasado 5 días, pero el hecho de estar en otro mundo agudiza mucho mi sensación de echar de menos mi hogar y, sobre todo, a mis amigos. Es como si fuera hoy cuando me he dado cuenta de que estoy en el otro lado DEL PLANETA!!. Lo dicho: a los que leen esto, escriben o no, os echo mucho de menos. Que bobo soy.
Un abrazo fuerte.
Y ahora, tras mi pequeña pataleta inocua y absurda, me pongo a escribir nuevamente lo que intenté decir ayer anoche.
Llevo en Chicago solo un par de días. En unos minutos (quizá mientras escribo esto) vuelva Javi de Indianápolis, donde ha estado haciendo unas gestiones este tiempo. Pero yo soy muy apañao y no me asusta quedarme “solo” en una gran urbe como esta. Es más, ¿quién no querría quedarse solo dos días en Chicago, con dominio perfecto del idioma, y con un maravilloso piso en el centro?. La verdad, más que miedo debería sentirme profundamente afortunado, lo cual es el caso.
Ayer por la tarde, tras mi maravilloso viaje en barco por el río y el lago, finalmente no fui al museo de Arte. Resulta que es mañana jueves por la tarde cuando es gratis, y yo soy muy agarrao, máxime cuando pienso en lo que me he gastado en Souvenirs. Y es que joder, si sumas a+b+c es una pasada. Y mira que me dije a mí mismo en Nueva York que no repetiría experiencia, pero… bueno, en fin, debe ser que no aprendo. No no, ayer por la tarde me eché la siesta y opté por irme de marcha yo solito. Me fui de nuevo, esta vez solo, al Sidetrack de Belmont, que me dejó profundamente alucinado. Ojalá en España hubiera bares como ese. No me sacarían en siglos.
La entrada eran 15 dólares. Eso sí, el local es grande, muy grande, preciosamente decorado, bien ventilado y con mucha clase. Las bebidas no-alcohólicas eran GRATIS… ¡aleluya!. ¡Por fin algo de comprensión para los abstemios!. Y además había copas recién servidas de champán y catering variado por todos los rincones del local. Este está plagado de pantallas LCD y hasta un proyector digital que emite la música que suena en el local: lo último de lo último y además música que me encanta. Lo gracioso es lo que dije el otro día: cada día es un tipo de música. El domingo eran musicales… ayer, música actual… hoy seguramente sean los 80… para rizar el rizo, hubo actuaciones musicales en 2 escenarios distintos durante toda la velada, cortesía de graciosísimas Drag-Queens. Genial… ¿por qué no habrá sitios tan chachis en Madrid?. Ah, olvidaba lo más importante: menudo PERCAL de tíos-as. Había gente hetero y gay perfectamente mezclada y todos ellos, chicos y chicas (salvo excepciones, claro) que levantaban mis más bajos instintos o me alegraban la vista de forma descomunal.
Lo pasé bien pese a estar solo. Aguanté hasta eso de las 11 de la noche (empecé a las 7), y en ese tiempo conocí a un tío majete que me caía bien y parecía que a la inversa. En medio de ese proceso o ritual de Hola, ¿qué tal? ¿a qué te dedicas? Blablabla… llego un tio guapísimo, le dijo You’re hot y ahí acabo el conocerle. Se largó con él. Vaya, al final tendré que hacerme más atrevido, por lo que veo.
Ayer cogí bastante frío en el barco, así que estoy tocado de la garganta por muchos cafés Starbucks calientes que me tome. Aj Aj. No salgo de uno y pillo otro. Hoy sí me he ido al Science & Industry Museum, para lo cual he tenido que coger un cercanías (llamado Metra aquí) que por fortuna no ha tardado mucho en llegar a su destino. El museo: un rollazo. Salvo un par de secciones como una interesante exposición sobre los submarinos, otra sobre robótica, y otra de fotografías de “Comida en el mundo” (que ya había visto en un dominical de El país), el resto es olvidable. Una especie de parquecillo de atracciones para niños. A mi, personalmente, no me ha dicho nada.
La tarde la he dedicado a comprar souvenirs y dar un paseo por el Loop de Chicago, es decir, la parte del metro que recorre el Downtown por vías que van por encima de la carretera. Preciosas vistas de un atardecer dorado. Es genial, la verdad… cada vez me gusta más esta ciudad, y me hago más a ella. Pero debo ser realista: me quedan dos días.
Esta mañana ha pasado algo gracioso, por cierto. A ver si antes de irme hago una foto al tema en cuestión: resulta que el telediario local de la cadena ABC lo emiten en vivo desde la esquina de abajo, en un escaparate. Sí sí, lo que oís. Como ir a ver una tienda, ves a los presentadores y sus invidados haciendo el programa. El truco, creo, es que ellos no nos ven a nosotros, pero no estoy seguro. El caso es que he bajado corriendo esta mañana porque en el telediario ha actuado en vivo (otra diferencia respecto a los nuestros) una cantante que me encanta llamada Kelly Price, que hace muchos años era corista de Mariah Carey y despuntó después en solitario. Pues he bajado a verla, friki que es uno. Pero no sé dónde se ha metido después. Le habría pedido un autógrafo. Qué divertido ha sido, jeje.
Ahora por la noche he pedido un McMenú y me he venido a ver Lost ¡por primera vez en vivo! Desde su cadena original. Ya sé que podría comer cosas mejores, pero ¿venir a America y no ir a un Fast-Food?. Eso sí que es delito. Además, no sé que tendrán las hamburguesas y patatas aquí, que están mucho más ricas. A saber.
Como auguraba, Javi ya está aquí. Supongo que veremos la tele y nos iremos respectivamente a dormir prontito. Yo mañana quiero ir al Oak Park y por la tarde al museo de Arte… así que mejor será que me ponga las pilas.
Ahora me veo cansado para escribir acerca de ciertas curiosidades que he visto en la tele, pero todo a su tiempo. De momento, un día más llega a su fin en Chicago mientras en España está amaneciendo el jueves. Qué cosas, ¿eh?.
Ya sé que solo han pasado 5 días, pero el hecho de estar en otro mundo agudiza mucho mi sensación de echar de menos mi hogar y, sobre todo, a mis amigos. Es como si fuera hoy cuando me he dado cuenta de que estoy en el otro lado DEL PLANETA!!. Lo dicho: a los que leen esto, escriben o no, os echo mucho de menos. Que bobo soy.
Un abrazo fuerte.
2 comentarios:
Saludos desde Madrid. Veo que te lo estás pasando en grande.
Un abrazo
Jeje... gracias, Isaac wapetón.
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