22 de agosto de 2006

Aventuras en estado puro

Bueno, pues finalmente el domingo me acerqué a ver Piratas del Caribe: El cofre del hombre muerto, pese a mis reticencias a hacerlo… y es que no es que tuviera en muy buena estima a la primera parte de esta infantil cinta de aventuras, que digamos. La primera entrega, que lanzó en buena parte al estrellato a la ahora hasta en la sopa Keira Knightley, consolidó a Légolas (perdón, Orlando Bloom) en sus papeles de heróico y guapo galán y que supuso una absurda nominación al oscar a Johnny Depp no me parecía la gran película que a todos encantaba, salvo por unos espectaculares efectos visuales, el estupendo Geoffrey Rush y una estupenda reinvención del género de piratas adaptado a los tiempos de hoy cinematográficamente hablando, que por otro lado no es poco. Pero me aburrió, para qué engañarnos.

Pero soy adicto al cine-espectáculo, y sé que solo por eso merecía la pena ver la segunda entrega. A sabiendas, además, del enorme éxito y tirón de la primera parte y que además se han rodado ahora dos películas de golpe y porrazo, estaba claro que iba a ser muchísimo más espectacular que su predecesora. Y efectivamente, así es: absolutamente cada uno de los aspectos técnicos es sublime, con especial mención al maquillaje, efectos especiales y escenografía. No solo el personaje de Davy Jones quita el hipo, sino cada uno de los miembros de su tripulación, y sobre todo el mitológico Kraken.

Los actores, volvemos a lo de siempre: Johnny Depp me resultaba insoportable en la primera entrega, pero aunque en esta segunda parte parece más de lo mismo, aquí hasta me ha divertido. Orlando Bloom sigue tan insulso como siempre pero da el pego como héroe bienintencionado y guaperas, y finalmente lo peor de la película: Keira Knightley, que me ha parecido pava y atontada como nunca. Creo que me siento bastante descontento con su personaje no porque lo haga mal (en el contexto de la película en general, no desentona con el resto del reparto e incluso tiene algún punto interesante), sino que me parece un auténtico desperdicio lo que hacen con su personaje a nivel argumental y, sobre todo, después de lo que puede hacer la muchacha en joyas como la nueva versión de Orgullo y prejuicio, papel que le valió una nominación al oscar.

Y ahora la pregunta del millón: ¿recomendaría esta película?. La respuesta es sí, por supuesto. Es una película infantil, muchísimo, y con algunos personajes realmente estereotipados, mal construidos y tontos (el Comodoro, el Lord), pero todo lo demás es pura adrenalina, aventuras clásicas de piratas en estado puro, humor y buen hacer técnico. Final no tiene (es decir, se queda abierto a la tercera entrega, es lo que tienen las franquicias), pero la sorpresa final es realmente impactante y ya tengo ganas de ver la tercera entrega a ver cómo termina todo.
¡Al abordaje, Capitán Sparrow!.
Un abrazo.

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