10 de octubre de 2007

La brújula dorada

Actualmente me encuentro en plena lectura de la llamada Trilogía de la materia oscura de Phillip Pullman. La razón de esto ha sido lo mucho que me llamó la atención el trailer de la adaptación cinematográfica de la primera entrega cuando fui a ver Harry Potter y la Orden del Fénix, junto con una recomendación personal de mi amigo Frank. Supongo que más de uno ya habréis oído hablar de esta película, La brújula dorada. Pues bien, este libro (en breve una película) se llama en Europa Luces del norte, y forma la ya citada trilogía junto con los libros La daga y El catalejo lacado. Actualmente, estos libros se pueden adquirir en su versión de bolsillo por 5 euros cada uno, y realmente creo que se trata de una compra excelente para todo amante de la fantasía.

Luces del norte nos cuenta la historia de una niña de 12 años llamada Lyra Belacqua, una huérfana que vive en un colegio de Oxford bastante inteligente para su edad, y que se ve inmersa casi sin buscarlo en una aventura sin precedentes. Aunque el mundo en el que vive Lyra parece el nuestro, no lo es. Para empezar, y esto es lo más importante, cada persona se compone de dos entes físicos, el humano y su Daimonion. Uno no puede vivir sin el otro. Un Daimonion es una parte del alma de la persona que se manifiesta en forma de animal y que nunca se separa del humano a quien está vinculado. Es inteligente, puede hablar y piensa, siente y padece lo mismo que su humano. Y por tanto, un hombre o mujer nunca está solo. Cuando una persona no ha alcanzado la edad adulta, los Daimonions mutan constantemente de forma en base a las emociones y necesidades de su humano, pero una vez adultos, estos adoptan una forma definitiva.

En el mundo de Lyra, la Iglesia o Magisterio lo controla todo y decide lo que es bueno o malo, herejía o no. Es entonces cuando el tío de Lyra, Lord Asriel, viaja hacia el norte en busca de unas puertas hacia otros mundos. Lyra comienza entonces a vivir con la enigmática Sra. Coulter, una hermosa y poderosa mujer, y sus aventuras la llevarán al norte donde tendrá que vérselas con profecías de brujas y aceptar ayuda de un oso acorazado, el grandioso Iorek Byrnison, también contando con la ayuda de un extraordinario aparato llamado Aletiometro, una especie de brújula de símbolos que con los conocimientos adecuados es capaz de adivinar cualquier cosa que se le pregunte.

Con un reparto francamente excelente compuesto de Nicole Kidman (la Sra. Coulter), Daniel Craig (Lord Asriel), Eva Green (la bruja Serafina Pekkala) o Sam Elliot (Lee Scoresby), junto a la niña Dakota Fanning Richards como Lyra, y voces de Daimonions de lujo como Kristin Scott Thomas o Ian McKellen (Iorek Byrnison) en su Versión Original, la película se estrena en diciembre y promete bastante.

En cuanto al libro, reconozco que me costó mucho arrancar a leerlo, casi unas 100 páginas, pero a partir de ahí es imposible soltarlo. Actualmente me encuentro en la mitad de la segunda entrega, La daga, y me está gustando tanto o más que Luces del norte.

Dejo un video con una preview de la película en inglés para vuestro deleite. Espero que os guste.

Un abrazo.



Lavado de cara

Ya le iba tocando un pequeño cambio a la estética de este Blog, y ha sido gracias a la fabulosa idea de mi blogoamigo Rafalet de cambiar la imagen de su excelente rincón que a mi me ha dado por hacer lo mismo (esto lo digo para que no vaya diciendo que le plagio: directamente lo admito yo desde el principio), pero creo que es para mejor, sin duda. Una columna más, adaptación a mejor resolución (1024x768) y un nuevo banner para el apartado superior más elegante. Lo que pone en japonés es, evidente, la traducción de Mis muy modestas reflexiones, Watashi No Totemo Chiisai Kangae. Si está mal ya le preguntaré a mi profesora, porque esto ha salido de mi propia cabecita.
En los próximos días espero poner algo más de contenido y mejorar el visionado general, pero lamentablemente tengo poco tiempo para eso. Espero, de todos modos, que os guste el cambio a todos los que tenéis la paciencia de leerme.
Un abrazote.

9 de octubre de 2007

There and back again (II)


Me encanta mi blog. En verdad, me gusta muchísimo porque puedo dedicarme a expresar en él por diversos medios todo aquello que me gusta, inquieta, aquello de lo que quiero hablar y (a veces) de lo que no. Puedo hablar y mostrar partes de mi vida, escribir sobre otras que no son de ella, establecer recuerdos, reflexionar sobre lo eterno, lo efímero, lo divino y lo terrenal, o simplemente hablar de las cosas más superficiales del mundo.

El pasado domingo viví una sensación muy hermosa, que es la de volverme durante unos segundos autoconsciente de mi propio ser para bien. Era por la tarde, estaba en un concierto de la novena sinfonía de Beethoven a dos pianos (uno de los pianistas era Omar, el novio de mi amiga Cristina) y no sé si fue por la embriagadora melodía, o por la sensación de divagación que me provocó, pero por un pequeño momento me di cuenta de que sabía perfectamente quien era, lo que hacía en el mundo y el camino hacia el que me dirigía. Y además, sin ningún tipo de temor, miedo o congoja ante el horizonte. Sonreí. Rodeado como estaba por dos amigos, ninguno de los dos pudo darse cuenta de que estaban junto a una persona que estaba experimentando una sensación de absoluta plenitud. Estaba tan agusto por primera vez en tanto tiempo...

Conforme avanzamos en la vida, la complejidad que esta impone a nuestra existencia nos hace convertirnos en seres que tienen que desarrollar un modo de sobrevivir a sus embates y que además se adapte a la naturaleza innata de nuestro ser. Porque yo, honestamente, creo en la personalidad innata, en algo que está dentro de nosotros desde el primer segundo hasta el último de nuestra vida.

Esta técnica de defensa se puede traducir en muchos modos de comportamiento, y cada uno de ellos aplicado a infinitos factores. Yo creo el problema de la vida no es la vida en sí, sino que estos comportamientos se anulan los unos a los otros, y a su vez generan más y más los mismos patrones. Por poner un ejemplo sencillo, la autoculpabilidad existe porque existen personas cuyo modus operandi en la vida para sentirse fuertes y poderosas es el hacer que lo demás se sientan gusanos. A su vez, los que sufren demasiadas veces de autoculpabilidad acaban desarrollando un pasotismo extremo ante cosas trascendentales, o a mirar hacia otro lado en cualquier situación. Esta es su forma de defenderse.

Todo esto viene a cuento porque, el otro día en una conversación animada con Sera y Álvaro, hablábamos de las personas que viven para sufrir. La conclusión de dicha conversación fue que lo mejor era ser de esas personas que avanzan, que no pierden el tiempo lamentándose ante los sinsabores y derrotas de la vida. Y estoy de acuerdo, pero parcialmente.

Yo he sufrido durante mucho tiempo por un amor perdido, una persona a la que quise de una manera tan desmesurada que casi rozaba lo insensato. Pero en esos momentos, eso era para mi la felicidad, esa panacea que curaba todos los males y que me hacía avanzar día a día. Y todo terminó de una manera tan absolutamente despedazadora, dentro de un contexto tan imposible de concebir en esos felices días, que me marcó de una manera bastante trágica. Y he tardado bastante tiempo en poder siquiera avanzar un paso al respecto de esos momentos. Pero el tiempo que permanecí bajo el pozo rocé la locura, hice las mayores insensateces impropias de mi, fui una sombra de mí mismo. Y durante muchos meses fui incapaz de hablar de ello abiertamente. Quizá por eso ahora me regodeo y suelto todo lo que no dije en su momento, ni para mí mismo ni para los demás.

Ahora creo que toda esa locura y drama fue necesario para mí mismo. Me ha ayudado a entenderme y a entenderle. A ver que ni yo hice las cosas tan mal ni él tampoco. A que ambos lo hicimos. A que tenía que pasar y punto. A que a veces en la vida, lo mejor que te pasa a veces conlleva lo peor, y aún así la vida sigue y avanza inalterable en su perfecto ciclo.

Es posible que aún siga sufriendo en parte por todo aquello, pero ya solo suponen pequeños rasgones en la piel en lugar de heridas sangrantes. Ni me duele pensar en cómo estará ni realmente me importa. Lo único que a mí, por mi forma de ser, siempre me quedará dentro revolviéndome en mayor o menor medida, es pensar si podría haberse evitado o buscar una solución pacífica en lugar de dar rienda suelta al odio y al extremismo, algo que para mi es un completo y absoluto anatema.

El otro día, escuchaba a gente hablando de alguien que no era yo, y se habló de esta persona de un modo completamente negativo pero respetuoso, una persona que ha quedado atrás en la vida de otros. Me pregunté, aunque yo no era el objeto de esos comentarios, si por el lado de él se hablaría así de mí. Y la verdad es que me dolió pensar que pudiera pasar. Pasar de presente a recuerdo, de amado a odiado, de real a pesadilla.

Hay personas que avanzan, otras que tardan en avanzar, y otras que se quedan en el sitio. Yo soy de los segundos. Es como soy, y aunque no lo cambiaría, a veces sí querría situarme en un lugar intermedio entre el primero y el segundo.

Y por fortuna, resulta precioso verlo y pensar en ello cuando ya estás en camino, aunque (en mi caso) a veces me detenga y mire hacia atrás durante un rato.

Adelante, que hay mucho por vivir. Brindemos por ello.

Un abrazo.

8 de octubre de 2007

Mi Home Theater PC

Un Home Theater PC o HTPC a secas es un híbrido entre ordenador personal y servidor multimedia dedicado para centralizar todo lo que uno pueda desear en estos lares, para ser "el" aparato del salón y descartar todos los demás. Por fin me he decidido a lanzarme a la piscina y hacerme uno, pieza a pieza para que salga más baratito, y tener por fin el aparato de mis sueños audiovisualmente hablando. Y además me quito, de paso, cacharros y cables de enmedio.

La caja, para empezar, es la siguiente:



Bonita, eh?.


El resto de las especificaciones son las siguientes,


- Placa a 1066Mhz, con 4 slots de memoria DDR2, varios puertos USB, SATA, PCI-Express, etc... y tarjeta de red integrada y tarjeta de sonido 7.1 con salida óptica (muy importante).
- Procesador Pentium Core Duo 2 a 2,4 Ghz.

- VGA ATI 256Mb pasiva High Definition PCI Express.

- Ventilador+Disipador ultrasilencioso de alto rendimiento.

- Tarjeta TDT Dual Pinnacle PCI.

- 2 Gb RAM DDR2 a 800 Mhz.

- Disco duro SATA de 500 Gb.

- DVD Estandar 16x (con vistas a poner Blu-Ray y/o HD-DVD en el futuro).

- Teclado, ratón y Mando a Distancia especial Windows Media Center.

- Lector multitarjeta 23 en 1.


A ver, traduzcamos al castellano: será como tener un ordenador dedicado a procesos multimedia en el salón, y en él tendré integrados TDT, DVD, multimedia de audio y video, etc, y además tendré grabador de programas, reproductor en gran calidad de todos los formatos audiovisuales habidos y por haber, todo ello además preparado para reproducción de Alta definición si quiero ponérselo (veréis cuando haya Blu-Rays o HD-DVD a precios asequibles) y, si por algún casual faltara algo, fácilmente ampliable. Para más inri, se acabó tener un reproductor de DVD, otro cacharro para la TDT, otro para grabar esto, otro para ver los DIVX, etc...

Lo mejor es que al habérmelo hecho por mi cuenta, me sale un pepinazo de máquina a un precio muy, pero que muy interesante.
Cuando esté montado (unos días son necesarios para ello), ya me encargaré de presumir de ello.

¡¡Abrazos!!.

Happy birthday!

Este pasado viernes hice una pequeña fiestecilla en casa para celebrar mi 27 cumpleaños. Me hacía especial ilusión este año invitar a lo amigos, aunque llevo haciéndolo ya bastantes, porque es la primera vez que se hace en mi propia casa, con lo cual también lo he considerado en cierto modo una “fiesta de bienvenida”.

No faltó casi nadie: allí estaban Jose, Miguel, Dany Gemma, Carlos, Sergiote, Antonio, Mónica, Jimmy… y las no menos notables nuevas incorporaciones, Sera, Rosa y Ángel. Faltaron, lamentablemente, Juan Carlos, Manolo, Cristina y Omar, pero es normal que no puedan venir todos. También hubiera querido que vinieran María y Jose, pero con la niña era complicado.


El caso es que fue una velada muy agradable y divertida: comida, risas, conversación, tartas… y aunque suene a niño caprichoso, a unos maravillosos regalos que me hicieron, desde un juego de café, una Foundie (no sé si se dice así, lo mío es el inglés), una camiseta que ponía “I love Chanquete” (Brutal), los Blu-Ray de 300 y Final Fantasy: La fuerza interior, un oso de peluche… ¡¡pero qué buenos amigos tengo!!. Y por mi parte, yo estrenaba modelito regalado por mi madre y flamantes gafas nuevas.

Tras la fiesta nos fuimos los no-madrugadores y/o no-muermos de cachondeo a un Pub del centro de Madrid, a petardear de lo lindo, y lo pasamos de fábula. Antológicos los momentos Your Disco needs you de Carlos y yo, jejejeje.

Aquí, con Rosa y Ángel.

Con Antonio y Sergiote.

Con Juan Carlos, en los prepararativos-

Sacándole partido a Andúril.

Las fotos del evento, en Flickr.

Un abrazo.

5 de octubre de 2007

Veintisiete

Hoy entro en posesión de mis veintisiete años cumplidos de vida. Me gusta hacer comentarios todos los años al respecto de ello, y este no iba a ser una excepción. Como ya he dicho en más de una ocasión, las valoraciones sobre el año vivido las dejo siempre para año nuevo, que es cuando considero que se puede y debe hacer. Esto, más bien, es una pequeña reflexión acerca de mi peculiar forma de ver la vida y las cosas, y de cómo me voy desenvolviendo en este mundo que me ha tocado vivir.

Releyendo mi comentario sobre los ventiseis años me doy cuenta de que las cosas no han cambiado tanto. He traído una vez más mi deliciosa tarta de queso casera a mis compañeros de trabajo, e incluso la misma mujer de la limpieza, Maria Jesús, ha vuelto a elogiarme. ¡Me ha dicho que yo era el hombre perfecto!. Vaya, eso es algo que me gustaría creer, pero entiendo perfectamente que quizá esa es la única imagen que recibe de mi: un chico serio, simpático, bien hablado, cariñoso y que además hace tartas. Bueno, a nadie le amarga un dulce, ¿verdad?. Y sin embargo, aún era mucho más positivo el comentario sobre mi venticinco cumpleaños, sin duda agudizado por una situación personal mucho más estable.

Sin embargo, seamos francos: mis últimos dos años de vida han sido posiblemente lo más caóticos que he vivido nunca a nivel emocional, casi siempre para mal. De hecho, y ahora que por fin las aguas van volviendo a su cauce, no recuerdo haber sido nunca una persona con una más que evidente tendencia a la depresión (al menos no de forma tan exagerada). La depresión (real, no de las de boquilla) que he vivido y que ahora ya empieza a verse en la distancia (no del todo, que ya se sabe que de esto se sufren secuelas permanentes) ha sido posiblemente lo que más ha marcado mi día a día en este tiempo.

Como ya dije en el comentario del año pasado por octubre, sentía que aún me quedaba un enorme y largo camino por recorrer respecto a mi fragilidad emocional. Así fue, y posteriormente a esos días lo pasé realmente mal. La vida hay que vivirla, ya sea para cumplir las obligaciones y las responsabilidades inherentes a ella (trabajo, familia, amigos y compromisos), o para saborear como el mejor de los pasteles esos pequeños momentos en los que haces cosas extraordinarias y fuera de lo normal que te llenan, completan y te hacen llegar hacia el propio éxtasis de la vida. Afortunadamente, de esos momentos no he estado exento.

Y así, puedo decir con orgullo que en un año he pasado de vivir con mi madre a emanciparme a mi propio rincón (aún tengo que enseñar mi casa en este blog, no lo olvido), he realizado uno de los más grandes sueños de mi vida, viajar a Japón, y también lo he hecho a la increíble ciudad de Chicago e incluso a sitios más cercanos pero preciosos como Oxford. He visto la tumba de Tolkien con mis propios ojos, he llorado ante ella, he sentido la llamada de la ilusión ante posibles nuevos amores, he sufrido decepciones menores y he consolidado amistades, perdido otras tantas y también las he recuperado. He sentido pena de mi mismo y me he odiado por mi pedantería, y otras me he sentido terriblemente orgulloso de mí mismo. Me he peleado con mis amigos, y otras los he abrazado. He añorado a la gente que he perdido. Y, en definitiva, he vivido y sentido exprimiendo cada gota de emoción hasta sus últimas consecuencias, que es la forma de vivir y entender la vida con la que mejor convive mi alma y persona. ¿Y no es esto sinó la esencia de la vida en sí?.

El tiempo va pasando, y como dice la maravillosa canción de Keane, me voy haciendo mayor y necesito algo en lo que confiar. Y en lo que más deseo confiar es en mi propia capacidad para superar baches, en que pueda moldear mi mundo, ese que me rodea día a día, en aquello que deseo que sea. Ese es un objetivo imposible y soy consciente de ello, pero no pienso rendirme.

Hoy, con veintisiete años recién estrenados, quiero ponerme eufórico y decir a los amigos que día a día, semana a semana o mes a mes, lejos o cerca en la distancia o en el corazón, deciros que sois el pilar en los que se sostienen muchas de las ilusiones y esperanzas de este idiota al que aceptáis libremente en vuestro entorno. Por ello, os doy las gracias, porque a veces sé que no lo merezco. Sin menciones especiales, porque de un modo u otro todos lo sois, y todos sois una parte diferente, única e insustituible.

Se presupone que uno siempre agradece el apoyo y amor de la familia, y yo no soy excepción, aunque la familia siempre es un concepto que objetivamente es tan amplio que mentiría si dijera que quiero mucho a mi familia. En absoluto, solo quiero a ciertos miembros, que en mi caso y por fortuna son muchos, y se me llena la boca al hablar de ellos y el corazón al pensar en ellos. No me faltéis nunca, por favor. Y a los que ya faltáis físicamente, deciros que no hay un solo día en los que no volváis a la vida dentro de mi.

Y ahora, como no quiero convertir esto en un plomizo emocional de esos que tanto me gustan (no debéis olvidar que soy un genuino Drama Queen), me despido con esa canción a la que he hecho referencia antes y con la que tanto me identifico últimamente, y que ya puse hace poco tiempo, Somewhere only we know de Keane.

Mi objetivo principal: poder librarme del todo de los fantasmas del pasado, porque un luto de dos años me parece un luto demasiado prolongado, aunque por fortuna la luz del tunel ya no está al final del camino, sino mucho más cerca. De ese modo no solo podré ver la luz, sino hacérsela ver también a quien dejo detrás. Porque por suerte, el presente inmediato no podría ser más perfecto.

Muchas gracias a los que sea por Mail, SMS o llamada de teléfono os habéis acordado de mi.

Un fuerte abrazo.

I walked across an empty land,
I knew the pathway like the back of my hand.
I felt the earth beneath my feet.
Sat by the river and it made me complete.

Oh, simple thing, where have you gone?
I'm getting old and I need something to rely on.
So tell me when you're gonna let me in
I'm getting tired and I need somewhere to begin.

I came across a fallen tree,
I felt the branches; are they looking at me?
Is this the place we used to love?
Is this the place that I've been dreaming of?

Oh, simple thing, where have you gone?
I'm getting old and I need something to rely on.
So tell me when you're gonna let me in
I'm getting tired and I need somewhere to begin.

And if you have a minute why don't we go
Talkin' 'bout it somewhere only we know?
This could be the end of everything.
So why don't we go somewhere only we know?
Somewhere only we know.

4 de octubre de 2007

¿Y ahora qué hacemos?

No tienes por qué tomar una decisión
Tan solo quiero tomarme mi tiempo contigo
Si eso te parece bien
Está bien, está bien
Oh, perdóname si me pongo muy tímida pero
Quizá tú seas la razón por la cual
Siento mariposas
Yo también las siento
Algo en tu mirada
Oh, simplemente me hace sentir tan bien

Eres mi chico
Eres mi alegría
Eres mi sueño
Soy para ti
Adoro ese todo que yo necesito
Amo la forma en que me quieres
Si estoy hecha para ti
Tú estás hecho para mi
Así que dime qué hacemos ahora

Es divertido ver cómo mi mundo sigue girando
A veces puedes llegar a ser tan tonto
Tú sabes cómo hacerme reir
Tu piel es tan adorable
Cuando me tocas
Sé que estás detrás de mi
Sin duda que lo sé
Me siento tan segura cuando me abrazas
Es como si me conocieras

Eres mi chico
Eres mi alegría
Eres mi sueño
Soy para ti
Adoro ese todo que yo necesito
Amo la forma en que me quieres
Si estoy hecha para ti
Tú estás hecho para mi
Así que dime qué hacemos ahora

Oh, ahora mismo
Mira, nene, adoro cómo me haces sonreir
No te vayas
Por favor, quédate un poco más
Hagamos que esto ocurra
No me importa el cómo

Ahora mismo quedémonos en el presente
No puedo preocuparme por el mañana porque el hoy es una bendición
El mundo en un estado de agresión
Y yo encuentro la calma en ti
Es como un sentimiento en el estómago
Cuando deseas algo muchísimo
Si sigue manteniendo esto así de bien
Yo no me pondré furiosa
He pasado por el valle del amor
Recorrido las costas de Cali
Tan solo para encontrar la paz espiritual
Mirando al cielo
Pidiendo al menos una señal
Y tú llegaste tan guapo en el momento idoneo
Cuando nos combinamos
Es como la buena comida y el vino
Sabroso, pero refinado
Tú me haces pensar en lo divino
Tan fácilmente
El amor es como un objeto perdido y encontrado
Como en la canción de Stevie
Adoro tenerte cerca
Tú llevas un vestido largo
Yo llevo una corona
Libra por libra
Somos la mejor pareja de la ciudad

Eres mi chico
Eres mi alegría
Eres mi sueño
Soy para ti
Adoro ese todo que yo necesito
Amo la forma en que me quieres
Si estoy hecha para ti
Tú estás hecho para mi
Es demasiado bueno para ser verdad
Dime qué hacemos ahora
Dime qué hacemos ahora