Hoy he hecho algo. Hoy he hecho algo que llevaba... mucho, pero que mucho tiempo queriendo hacer pero nunca había encontrado la entereza necesaria para llevarla a cabo. Pero hoy, por fin, me he atrevido. Y lo he conseguido con éxito.
Sin embargo, me está pasando factura ser tan valiente. Acabo de terminar la tarea en cuestión, pero ahora... ahora no puedo hacer más que llorar. ¿Alguna vez habéis tenido la sensación de hacer un esfuerzo tan extraordinariamente sobrehumano que luego de acabar quedáis tan débiles que estáis expuestos a que cualquier cosa, incluso una pequeña hormiga, pueda devoraros?.
Eso me pasa a mi ahora.
No puedo salir de casa. No puedo moverme. Apenas si puedo contenerme mientras escribo. Me tiembla la mano, tengo miedo, no quiero hablar, no quiero hacer nada. No puedo hablar con nadie, nadie ni nada es ahora consuelo.
¿Por qué para obtener un bien superior tenemos que perder TANTO a veces?. He ganado mucho enfrentándome a este reto y superándolo, pero ahora me planteo si habrá merecido la pena todo este DOLOR.
Un abrazo.
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