Pues no, pese a que todo el mundo ha hablado horrores de esta película, aún no la había visto hasta ayer, una de esas tardes de domingo en las que tras la comida es lo mejor que puedes hacer: ver un DVD.
Pues acabé casi más atontado tras ver la película que antes en plena modorra. La nueva película de Alejandro González Iñárritu, tras la fantástica 21 gramos (película que me encantó de principio a fin), trata básicamente de cuatro historias que están supuestamente conectadas. Y digo supuestamente porque dichas conexiones están metidas con calzador del chungo. Estas tienen lugar en diferentes lugares del mundo, y la supuesta (una vez más) gracia del argumento son las barreras idiomáticas, sociales y políticas que dividen este mundo.
Sin desgranar nada del argumento, decir que tras pensarlo bien, creo que he visto una soberana tontería de película. Es de esas películas que pretende un propósito gigante y al final se queda en un churro. Los personajes son malos, muy malos, y están peor definidos (¡¡qué desperdicio la gran Cate Blanchett!!). Por no hablar de los tópicos que se usan en determinados momentos que a veces llegan a ser demagógicos, como la de los mexicanos, que quedan retratados como una panda de gorrinos, juerguistas, salidos, borrachos y paletos.
Al final me doy cuenta de que he visto una gran nadería. La historia de la chica Japonesa, Chieko, es la mejor por goleada por aquello de lo dramático de su situación personal, pero le pasa lo mismo que a las otras historias: que no cuentan nada. Nada de nada, salvo quizá la de la mujer mexicana, Amelia, que sí tiene un puntito de crueldad bastante acusado, llegando a resultar incluso algo crispante. Y eso por no hablar del interminable y plomizo metraje, ufff… le sobra media hora de panorámicas y de escenitas de los lugareños mirando como pánfilos, o de gente divagando en el desierto.
Más aún, añadiré: lo del doblaje de esta película es de juzgado de guardia. Esta película DEBE verse en versión original. En VO cada uno habla como debe, es decir, en su idioma nativo. En Japón se habla japonés, en Mejico se habla español… y cada uno es de la nacionalidad que es. Pues no, en la versión doblada se pasan esto por el mismísimo forro y todos hablan un perfecto castellano. Solo cuando se ponen a hablar entre ellos, personas de distinta nacionalidad, misteriosamente ya no se entienden, y los marroquíes empiezan a hablar por fin su idioma. Evidentemente, esto queda como el culo. O dobláis solo en inglés o no dobléis, pero no hagáis estos crímenes, por favor.
Otra cosa que me parece ya un auténtico chiste es lo de la BSO de Gustavo Santaolalla, que se ha llevado un oscar por su composición para esta película. Sin ofender, pero creo que siendo bastante entendido en bandas sonoras, no solo no creo que esta película se lo merezca, sino que de hecho me parece una mierda pinchada en un palo. ¡¡Pero si solo hay guitarritas sonando a intervalos indecentes!!. ¿Dónde están las grandes BSO del año pasado?.
El único punto a favor de esta película lo tienen los actores, que al menos se lo creen, con especial mención a las féminas Riko Kikuchi y a Adriana Barraza.
Conclusión personal: esta película se merece un aprobado raspado ya que dentro de lo que cuenta no es mala película, pero no consigo comprender tanto bombo a una película que es tan ambiciosa y que, honestamente, es del montón.
Un abrazo.
Pues acabé casi más atontado tras ver la película que antes en plena modorra. La nueva película de Alejandro González Iñárritu, tras la fantástica 21 gramos (película que me encantó de principio a fin), trata básicamente de cuatro historias que están supuestamente conectadas. Y digo supuestamente porque dichas conexiones están metidas con calzador del chungo. Estas tienen lugar en diferentes lugares del mundo, y la supuesta (una vez más) gracia del argumento son las barreras idiomáticas, sociales y políticas que dividen este mundo.
Sin desgranar nada del argumento, decir que tras pensarlo bien, creo que he visto una soberana tontería de película. Es de esas películas que pretende un propósito gigante y al final se queda en un churro. Los personajes son malos, muy malos, y están peor definidos (¡¡qué desperdicio la gran Cate Blanchett!!). Por no hablar de los tópicos que se usan en determinados momentos que a veces llegan a ser demagógicos, como la de los mexicanos, que quedan retratados como una panda de gorrinos, juerguistas, salidos, borrachos y paletos.
Al final me doy cuenta de que he visto una gran nadería. La historia de la chica Japonesa, Chieko, es la mejor por goleada por aquello de lo dramático de su situación personal, pero le pasa lo mismo que a las otras historias: que no cuentan nada. Nada de nada, salvo quizá la de la mujer mexicana, Amelia, que sí tiene un puntito de crueldad bastante acusado, llegando a resultar incluso algo crispante. Y eso por no hablar del interminable y plomizo metraje, ufff… le sobra media hora de panorámicas y de escenitas de los lugareños mirando como pánfilos, o de gente divagando en el desierto.
Más aún, añadiré: lo del doblaje de esta película es de juzgado de guardia. Esta película DEBE verse en versión original. En VO cada uno habla como debe, es decir, en su idioma nativo. En Japón se habla japonés, en Mejico se habla español… y cada uno es de la nacionalidad que es. Pues no, en la versión doblada se pasan esto por el mismísimo forro y todos hablan un perfecto castellano. Solo cuando se ponen a hablar entre ellos, personas de distinta nacionalidad, misteriosamente ya no se entienden, y los marroquíes empiezan a hablar por fin su idioma. Evidentemente, esto queda como el culo. O dobláis solo en inglés o no dobléis, pero no hagáis estos crímenes, por favor.
Otra cosa que me parece ya un auténtico chiste es lo de la BSO de Gustavo Santaolalla, que se ha llevado un oscar por su composición para esta película. Sin ofender, pero creo que siendo bastante entendido en bandas sonoras, no solo no creo que esta película se lo merezca, sino que de hecho me parece una mierda pinchada en un palo. ¡¡Pero si solo hay guitarritas sonando a intervalos indecentes!!. ¿Dónde están las grandes BSO del año pasado?.
El único punto a favor de esta película lo tienen los actores, que al menos se lo creen, con especial mención a las féminas Riko Kikuchi y a Adriana Barraza.
Conclusión personal: esta película se merece un aprobado raspado ya que dentro de lo que cuenta no es mala película, pero no consigo comprender tanto bombo a una película que es tan ambiciosa y que, honestamente, es del montón.
Un abrazo.
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