19 de abril de 2007

En los jardines donde nadie va

Mira que arrugada está esa piel.
En su alma siente frío y ves...

Que ni las lágrimas que guarda en él hoy pueden caer.
Otro día tiene que pasar.
Alegrías de otros que verás, y este tiempo inconciliable que juega ya contra ti.

Acabamos al final de pie en una ventana para ver...
Espectadores melancólicos de felicidad improbable.
Tantos viajes que quisiste hacer y ahora sabes que no puede ser.
Un dolor que tú conoces bien… sólo él no te abandonará ya. Jamás.

Te refugias en tu soledad mientras crece tu fragilidad.
Los milagros ya no esperarás… ahora ya no.
Con muñecos ya no hables más, y no toques esas píldoras.
Esa monja es tan simpática… con las almas tiene práctica…

Te daría mi mirada para hacerte ver lo que quieras.
La energía, la alegría para regalarte sonrisas.
Di que sí, siempre sí, y podrás volar con mis alas.
Donde tú sabes ya con tu corazón y sin penas hacer brillar de nuevo el sol...
Para que el invierno se vaya.

Curarte las heridas y darte dientes para que comas.
Y luego verte sonreír, luego verte correr de nuevo.
Olvida ya… hay quien se olvidará de llevar una flor, pasar un sábado.

Después... silencios.
Después... silencios.

En los jardines donde nadie va se respira la inutilidad.
Hay respeto y limpieza pura, es casi locura.
Es tan bello abrazarte aquí, defenderte y luchar por ti.
Y vestirte y peinarte así, y susurrarte “no te rindas, no”.
En los jardines donde nadie va… cuánta vida, cuánta soledad.
Los achaques crecen día a día, somos nadie sin la fantasía.

Sostenles tú, abrázales… te ruego, no dejemos que caigan.
Ésiles, frágiles, tu cariño nunca les niegues.
Estrellas que ahora no se ven pero dan sentido a este cielo.
Los hombres no pueden brillar si no brillan también por ellos.
Manos que ahora temblarán porque el viento sopla más fuerte.

No les dejes, ahora no, que no les sorprenda la muerte.
Somos egoístas cuando en vez de ayudar nos negamos.
Olvida ya… hay quien se olvidará de llevar una flor, pasar un sábado.

Después... silencios.
Después... silencios.

1 comentario:

Frank Palacios dijo...

Nena, o has visto a la Virgen, o la Ouka Lele te ha retocado la foto, o en el pueblo ese donde vives, que no sale ni en la guía de Carretera al Infierno plantáis algo más que margaritas.