17 de noviembre de 2006

¡Viva el ClearType!

Vaya, que bobo soy al no darme cuenta hasta la fecha de que existía esta maravillosa herramienta para Windows llamada ClearType...

Veréis, con el lanzamiento del nuevo Internet Explorer 7, y al ver lo maravilloso del visionado de sus fuentes, limpias, nítidas y redondeaditas... me pregunté a mí mismo Vaya, ¿y cómo es que no se ve todo así de bien?. Pues nada, resulta que bobo de mi, no me había descargado este interesante Add-On.

El ClearType hace que todas las fuentes (o texto, vaya) de la pantalla aparezca con mucha más calidad, eliminando dientes de sierra y aprovechando al máximo las posibilidades del monitor, especialmente si es LCD o similar. Además, es configurable desde el panel de control.

Personalmente, es otra dimensión trabajar o manejar el ordenador de este modo. Os recomiendo a todos los usuarios de Windows XP o similares que no lo tengáis instalado que lo hagáis YA.

Podéis descargarlo directamente en esta dirección.

Un abrazo.

16 de noviembre de 2006

Hijos de los hombres

Ayer al salir del trabajo, y ante las pocas ganas que tenía de marcharme a casa pese a la bronquitis que aún padezco desde hace bastantes días, decidí ir al cine a ver Hijos de los hombres, última película del Mexicano Alfonso Cuarón, que desde Harry Potter y el Prisionero de Azkaban no había vuelto a dirigir.

La idea: el Apocalipsis de la humanidad en forma de desesperación por la falta de descendencia infantil. Nos encontramos en el año 2027 en el Reino Unido. Hace más de dieciocho años que no ha nacido ni un solo bebé en el mundo a causa de una incapacidad general de las mujeres para concebir niños, solo Dios sabe por qué. Y en un mundo sin perspectivas de futuro, en el cual la humanidad se extinguirá en menos de un siglo si nada lo remedia, los humanos nos dedicamos a hacer lo que mejor se nos da cuando estamos desesperados: daño al prójimo, radicalizar nuestras posturas, aferrarnos a ideologías absurdas.

En medio de todo este caos, observamos cómo Gran Bretaña se ha convertido en un país completamente aislado, en el que los inmigrantes ilegales son perseguidos y tratados como perros de forma despiadada y cruel. Grupos de activistas luchan contra esta opresión sin darse cuenta de que ellos mismos están llenos de mierda. Y entre todo este caos, de este mundo sin esperanza, aparece Theo, interpretado por Clive Owen, que se verá inmerso dentro de una misión crucial para el futuro de la humanidad sin esperarlo, y la cual llevará a cabo movido por sus propias convicciones y experiencias traumáticas del pasado.

La película, durante todo su metraje, resulta abrumadoramente dura y sin concesiones. La visión de la desesperación y el caos que reina en el mundo está perfectamente reflejada desde las mentalidades de los personajes hasta los sucios y repugnantes escenarios de las urbes que dan forma al mundo futuro. Técnicamente, la factura técnica es correcta, con moderados efectos especiales utilizados para lo justo y necesario al servicio del film, pero donde este realmente sobresale es en sus impactantes secuencias magistralmente dirigidas, como una en la cual Clive Owen recorre toda una barriada y entra y sale de edificios en medio de una batalla campal, en la cual la cámara no corta la acción ni un solo momento, y donde todo se cruza y entrelaza. Esta secuencia está evidentemente trucada (la sangre se limpia sola de la cámara cuando salpica), pero no por ello deja de ser impresionante, por solo citar una de las muchas escenas que te ponen el corazón a 100. La música es igualmente correcta y siempre utiliza fragmentos de una misma pieza, algo que está hecho a propósito y que sienta como un guante a la estética y motivo de la historia.

El peso de la película cae total y absolutamente sobre un magnífico Clive Owen, que emociona y sobrecoge desde el principio hasta el final, con pequeños papeles secundarios de Julianne Moore (en esta película, simplemente correcta) y Michael Caine (soberbio: realmente no podría sacarle más jugo a su personaje pese al limitado metraje del que dispone). La segunda protagonista de la película es la prácticamente desconocida y jovencísima Claire-Hope Ashtitei, de apenas 19 años.

Y ahora voy a mis propias conclusiones: me ha parecido una obra maestra, una visión de una forma de Apocalipsis de la humanidad que a priori no parece posible pero tampoco inviable. En un mundo sin risas de niños, nada tiene sentido. En un mundo de adultos, sin ese componente de ternura que nos inspira la siempre mágica presencia de la inocencia de los pequeños, ¿qué puede suceder?. Nada bueno, en absoluto. Los adultos siempre nos buscamos formas de destruirnos los unos a los otros: religión, guerra, política, diferencias de raza y condición… si a eso le añadimos la falta de esperanza en un futuro, en una siguiente generación de vida, ¿dónde buscar cobijo?. ¿En el amor, en la amistad?. ¿Qué nos queda?.

La fe y el azar son la clave, como bien dice Michael Caine en esta película. La fe mueve montañas, la fe hace que nos planteemos metas, razones para vivir. El azar, por otra parte, tiene también su papel dentro del libre albedrío de la vida. Si no fuera por este azar, no llegaríamos a conocer ciertas realidades, personas, situaciones. Theo y Julian se conocieron por azar, dentro de un acto de fe. Así como nosotros conocemos a las personas más importantes de nuestras vidas por puro azar, y llegamos a ciertas fases de nuestra existencia por la misma razón. La fe y el azar son dos de los pilares básicos de nuestra efímera existencia en este mundo. Y pese a que siempre te planteas dudas acerca de estas, sigues adelante. ¿Por qué molestarse en tener fe si la vida se encarga ella sola de tomar sus propias decisiones?.

La respuesta, creo, es que si el llanto de un niño es capaz (de forma literal) de detener todo el horror latente en un mundo sembrado de llanto, dolor y odio, es que aún existe esa esperanza a la que la fe hace siempre referencia. Porque la fe es la creencia en aquello que no podemos ver.

Recomiendo a todo el mundo que vea esta fabulosa película, sin dudarlo un momento.

Un abrazo.

Lord Voldemort

Ya va quedando menos...

El retorno de Dolly

Señoras y señores, que tiemble el mundo...
¡¡DOLLY PARTOS HA VUELTO!!
Se te echaba de menos, so petarda...

15 de noviembre de 2006

Belén Arjona en el Buho real


Hace unos días, concretamente el día 9, asistí al que considero uno de los conciertos más especiales de mi querida Belén Arjona en la sala Buho Real de Madrid. ¿Y por qué es tan especial?. Porque me recordó a aquellos días en los que aún no era famosa ni tenía discos en el mercado, y se recorría todos los baretos de Madrid con su guitarra tocando temas propios o versiones de artistas a los que ella admira.

Muchos son los temas que la he visto interpretar de otros artistas en vivo: desde el Mercedes Benz de Janis Joplin, Stay de Lisa Loeb, Torn de Natalie Imbruglia, I will survive de Gloria Gaynor, I say a little prayer de Aretha Franklin, Stop de Sam Brown, Eternal flame de The bangles, My all de Mariah Carey… y un larguísimo etcétera.

Pero el jueves pasado Belén se centró, sobre todo, en cantar los temas de sus discos, que para eso los tiene. No faltaron Infinito, No habrá más perdón, Mi absolución, Sangre en la nevera, Si no estás, Soy nadie… etc. Todo esto acompañado de un buen rollo impresionante… un aforo de 90 personas cuya mayor parte eran fans, amigos y familia… es decir, calor y la sensación de estar como en casa. Sentados en mesas, tomandote una copa, y escuchando a Belén cantar y contar su vida, su razón de ser y su futuro y pasado. Chico, así da gusto.

Además, Belén interpretó un tema nuevo llamado Rehen, una versión de Creep de Radiohead y, para rizar el rizo, el Fallin’ de Alicia Keys, del cual os dejo un video (incompleto, eso sí) que grabé con mi cámara desde el lateral en el cual estaba sentado.

Belén ya no tiene discográfica. Se ha ido de Warner Music por el espantoso trato que llevaba recibiendo de ellos en el último año, en el cual solo ha salido adelante gracias a sus propios Bolos y al apoyo que tiene de ciertos sectores mediáticos. Esperemos que ahora, con un descanso de por medio, Bel encuentre la compañía que necesita para subir al cielo, donde pertenece profesionalmente hablando.

Y si no es así, sus amigos seguiremos a su lado.

Un abrazo.

La joven del agua

Por petición popular, y la de Sergiote en particular, voy a comentar por fin la última película de M. Night Shyamalan, La joven del agua, cuando curiosamente ya queda muy poquito para su lanzamiento en DVD.

Personalmente, creo haber visto una película que transmite la magia que pretenciosamente pretende. Un cuento de hadas clásico impregnado de cierta peculiaridad y que, pese a distar de resultar redondo en todas sus facetas, resuelve con nota alta en términos generales. Y más si tenemos en cuenta los irregulares trabajos de este autoproclamado sucesor de Hitchcock (algo que, personalmente, me parece muy exagerado).

Recapitulemos: Shyamalan tiene dos grandes películas en su haber, que son El sexto sentido y la incomprendida e impresionante El protegido. Su tercer film, con caracartón Mel Gibson, Señales, un auténtico coñazo insufrible. Y la interesante El bosque, que si bien a mi me pareció muy decente pese al engaño argumental de la cinta y los irregulares actores, a mucha gente se le salieron los higadillos viéndola.

Y ahora lleguemos a La joven del agua. La premisa: una comunidad de vecinos de New Jersey, a cada cual más peculiar y extraño (aunque eso los hace más cercanos y vistosos pese a su más que forzada naturaleza) y un presidente de comunidad de pasado turbio y atormentado interpretado por el excelente Paul Giamatti recibe un buen día la visita de un extraño ser, una especie de hada marina perteneciente a una raza ancestral que tiene que entregar un enigmático mensaje a alguien destinado a cambiar el destino del mundo. Pero esta se ve amenazada por una extraña criatura que le impedirá volver a su mundo sana y salva, y necesitará la ayuda de esta comunidad de vecinos para hacerlo.

Sin desgranar mucho del argumento, decir que la historia es interesantísima aunque se hace algo dispersa y la película, en general, larga. En segundo lugar, las peculiaridades de los vecinos de la comunidad son exageradas, unas más que otras, con especial mención al chico que solo entrena un brazo y el niño vidente capaz de sacar mensajes metafísicos de una caja de cereales. Lo cual, por otra parte, es sumamente divertido.

Bryce Dallas Howard, talentosa hija del espantoso director Ron Howard, cumple sin más. Pone su carita de ser etéreo y apenas aporta mucho más. El peso de todo el film a nivel interpretativo cae sobre Giamatti, que lo asume con dignidad y sale más que bien parado, y en algunos momento con matrícula de honor. De hecho, una de sus secuencias en la película, sin decir cual es, hizo que me pusiera a llorar por lo desgarrador de su actuación y la fuerza que desprendió. De oscar, desde luego.

Como anécdota, decir que el propio Shyamalan aquí riza el rizo y, lejos de aparecer como en cualquiera de sus películas en plan cameo, aquí tiene un papel importante: el del escritor visionario.

En definitiva, aunque muchos aborrecerán el tedioso ritmo narrativo y quizá no sean del agrado del género, esta película es un cuento clásico de los que no recordaba desde hace mucho tiempo, sin épica ni artefactos magnificadores. La música de James Newton Howard es simplemente maravillosa y embriagadora, y Paul Giamatti está soberbio. Lo peor: la secuencia del escritor prepotente enfrentándose al peligro, que todos encontraron muy graciosa y a mi, una petardada.

Una película muy digna de ver, emocionante a momentos, divertida a otros, y llevada con buena realización. Simple pero efectiva. Os la recomiendo abiertamente.

Un abrazo.

Cena de parejas

Recapitulemos...
Anoche me fui de cena con una panda de amigos.

- Jose y su novio Miguel.
- Carlos y su novio Nacho.
- Sergiote y su novio Antonio.

Y yo...