7 de mayo de 2007

La playa de mi vida

Todas las personas tenemos un lugar. No, perdón, tenemos EL lugar que despierta en nosotros nuestros sentimientos más profundos, más hondos, donde nos encontramos a nosotros mismos y conseguimos adentrarnos más dentro de nuestra a veces cerrada alma.

Existe un lugar en este mundo donde, en mi caso, esto se aplica. Pero nunca, hasta hace unos días, había ido solo a él. Este lugar es una pequeña playa, casi una cala, que se encuentra cerca de Sanxenxo, la playa de Bascuas.

Hace unos días, concretamente el miércoles pasado, fui por primera vez acompañado únicamente de mi memoria y mis pensamientos, para contemplar el que yo considero el atardecer más precioso del mundo, inigualable en su forma y concepción.

Allí, literalmente solo en la playa, me senté en una roca mientras el agua bañaba mis pies, y la brisa me acariciaba. Empecé a buscar las inquietudes en mi, y el iPod me volvió a jugar una mala pasada cuando comenzó a sonar Memory de Barbra Streisand. Al llegar a esa parte de Life was beautiful then eché a llorar. Me quité los cascos y sólo quedamos el sol, las olas, la arena... y mi piel, sangre y lágrimas entremezclándose con los recuerdos y las vivencias pasadas en ese lugar.
Me levanté y corrí hacia ninguna parte para sentir más vivamente el viento, y escribí la frase tonta de la semana en la arena, aunque como dice la canción, la persona a quien iba dirigida no estuviera para leerla en esa playa. Y volví a pensar en ella una vez más y en las promesas que no pudimos cumplir, y me entristecí.

Un abrazo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ha pasado casi un año desde que escribiste ésto y hoy las olas lo trajeron hasta los pies de mi muelle.
Espero que tus lágrimas de aquella tarde hayan abierto el camino a otras emociones menos tristes.

Bascuas también es mía y mis lágrimas... son lilas.

Lagrimaslilas