Pues sí, señoras y señores. Desde hace unos días vivo oficialmente solo y en mi propio piso. Y estoy empezando a descubrir todo un nuevo mundo de tareas y obligaciones hasta la fecha desconocidas para mi, pero también muchas otras satisfacciones.
Empecemos por lo de hacerme la comida: sinceramente, creo que he salido ganando. Mi madre es muy, pero que muy celosa de lo suyo, y aunque yo hubiera querido ponerme a hacer platitos interesantes en mi antigua casa, ella no me dejaba alegando que lo dejaba todo hecho un asco. Nada más lejos de la realidad, pero en todo caso yo me hastiaba y la dejaba hacer a ella. Ahora, de repente llego a casa preguntándome qué platito me voy a hacer. De momento no he comido ni una sola vez lo que se denomina comida basura, porque me niego a acabar siendo esclavo del Telepizza y del Chino de abajo o del Kebab de turno, como mis primos hermanos. No señor, yo me hago mi sopita, mi pasta, mis filetes, mis patatas asadas, mis Ñokis a la boloñesa, mis ensaladitas con módena, y un largo etcétera. Por no hablar de mi reciente adquisición del libro que tiene media España, 1080 recetas de Simone Ortega, así como otros dos que tengo de pasta y comida al Wok, respectivamente. Mis próximos retos: hacer un cocido, unas lentejitas con chorizo, una paella con pollo, unas fabes, una enorme tortilla de patata con cebolla… ¡¡quiero comer bien, y nada me lo impedirá!!. De momento, ya he hecho comiditas con olla, horno, sartén, micro, etc… es decir, que voy por fin haciendo los platos que siempre quise y nunca pude.
Los otros grandes desconocidos: la lavadora, el lavavajillas y la plancha. De momento bien, gracias. Usar estos cacharros está tirao y como solo soy yo, tampoco es una tarea muy pesada. Aún no me he puesto con la plancha ni la lavadora en un caso práctico (será este fin de semana, mi madre sigue queriendo hacerlo ella), pero no creo que me suponga ningún problema. Además, planchar me parece sumamente divertido mientras veo la tele y me tomo un refresquito.
La limpieza: pan comido. Una casa nueva da mucho trabajo en este sentido, máxime cuando aún hay obras enfrente tuya, pero amos, que no se me caen los anillos por pasar el aspirador, la fregona (¡con jabón de Marsella, NENA, o como me recomendó mi amiga Dolly, con Amoniaco Perfumado para las partes que no son Tarima!), la mopa, limpiar los cristales y los muebles, acondicionar… y hasta los aseos. Nada nada, todo está controlao. Con tener la casa decentilla durante la semana y hacer una limpieza gorda el sábado, voy servido.
También estoy metido con los temas de la comunidad de vecinos, aunque por fortuna aún no he tenido mucho que hacer. Supongo que ya me irán llamando como al Señor Cuesta. Ayns…
He programado y temporizado la calefacción para que cuando me levante por las mañanas la casa esté calentita, que se quite mientras estoy en el curro, y que cuando llegue a casa por la noche esté calentito también hasta la hora de acostarme. Así que ahorro bastante, al igual que con las bombillas, que son todas de bajo consumo. ¡¡Si hasta me he hecho las tarjetas del DIA y el CARREFOUR!!.
Y ahora, tras los marujeos de turno, vayamos a la parte bonita: es muy agradable llegar a casa, a TU casa, dejar el abrigo en la puerta, ponerte el pijama y prepararte tranquilamente la cena, con un vinito, comer tranquilamente, y tras acabar prepararte una infusión calentita y ponerte en el sofá a ver la tele antes de irte a la cama. Ni que decir que ya he instalado, además, mi LCD con el sistema 5.1, así que ya puedo disfrutar de una buena película en el salón.
Poco a poco, iré completando la casa y grabaré algún video de la misma para ponerla por aquí. De momento, me siento feliz. Económicamente es y va a ser duro, pero estoy ganando muchísimo con todo esto. ¡Seguiremos informando!.
Un abrazo.
Empecemos por lo de hacerme la comida: sinceramente, creo que he salido ganando. Mi madre es muy, pero que muy celosa de lo suyo, y aunque yo hubiera querido ponerme a hacer platitos interesantes en mi antigua casa, ella no me dejaba alegando que lo dejaba todo hecho un asco. Nada más lejos de la realidad, pero en todo caso yo me hastiaba y la dejaba hacer a ella. Ahora, de repente llego a casa preguntándome qué platito me voy a hacer. De momento no he comido ni una sola vez lo que se denomina comida basura, porque me niego a acabar siendo esclavo del Telepizza y del Chino de abajo o del Kebab de turno, como mis primos hermanos. No señor, yo me hago mi sopita, mi pasta, mis filetes, mis patatas asadas, mis Ñokis a la boloñesa, mis ensaladitas con módena, y un largo etcétera. Por no hablar de mi reciente adquisición del libro que tiene media España, 1080 recetas de Simone Ortega, así como otros dos que tengo de pasta y comida al Wok, respectivamente. Mis próximos retos: hacer un cocido, unas lentejitas con chorizo, una paella con pollo, unas fabes, una enorme tortilla de patata con cebolla… ¡¡quiero comer bien, y nada me lo impedirá!!. De momento, ya he hecho comiditas con olla, horno, sartén, micro, etc… es decir, que voy por fin haciendo los platos que siempre quise y nunca pude.
Los otros grandes desconocidos: la lavadora, el lavavajillas y la plancha. De momento bien, gracias. Usar estos cacharros está tirao y como solo soy yo, tampoco es una tarea muy pesada. Aún no me he puesto con la plancha ni la lavadora en un caso práctico (será este fin de semana, mi madre sigue queriendo hacerlo ella), pero no creo que me suponga ningún problema. Además, planchar me parece sumamente divertido mientras veo la tele y me tomo un refresquito.
La limpieza: pan comido. Una casa nueva da mucho trabajo en este sentido, máxime cuando aún hay obras enfrente tuya, pero amos, que no se me caen los anillos por pasar el aspirador, la fregona (¡con jabón de Marsella, NENA, o como me recomendó mi amiga Dolly, con Amoniaco Perfumado para las partes que no son Tarima!), la mopa, limpiar los cristales y los muebles, acondicionar… y hasta los aseos. Nada nada, todo está controlao. Con tener la casa decentilla durante la semana y hacer una limpieza gorda el sábado, voy servido.
También estoy metido con los temas de la comunidad de vecinos, aunque por fortuna aún no he tenido mucho que hacer. Supongo que ya me irán llamando como al Señor Cuesta. Ayns…
He programado y temporizado la calefacción para que cuando me levante por las mañanas la casa esté calentita, que se quite mientras estoy en el curro, y que cuando llegue a casa por la noche esté calentito también hasta la hora de acostarme. Así que ahorro bastante, al igual que con las bombillas, que son todas de bajo consumo. ¡¡Si hasta me he hecho las tarjetas del DIA y el CARREFOUR!!.
Y ahora, tras los marujeos de turno, vayamos a la parte bonita: es muy agradable llegar a casa, a TU casa, dejar el abrigo en la puerta, ponerte el pijama y prepararte tranquilamente la cena, con un vinito, comer tranquilamente, y tras acabar prepararte una infusión calentita y ponerte en el sofá a ver la tele antes de irte a la cama. Ni que decir que ya he instalado, además, mi LCD con el sistema 5.1, así que ya puedo disfrutar de una buena película en el salón.
Poco a poco, iré completando la casa y grabaré algún video de la misma para ponerla por aquí. De momento, me siento feliz. Económicamente es y va a ser duro, pero estoy ganando muchísimo con todo esto. ¡Seguiremos informando!.
Un abrazo.
5 comentarios:
Mis próximos retos: hacer un cocido, unas lentejitas con chorizo, una paella con pollo, unas fabes, una enorme tortilla de patata con cebolla… ¡¡quiero comer bien, y nada me lo impedirá!!"
Si a mi me parece fantabuloso, nena, pero comiendo eso, no te parecerás al de la foto, NEVER!
Fijo que cuando me invites a esa cena, tendré que llevarme mi diva-taper con un diva-bruch, porque si me como algo de eso que has mencionado, puedo tardar haciendo la digestión dos meses, nena!
Y el amoniaco perfumado es para la cocina y el baño, nena, no para los SUELOS, y menos si estos son de madera.
La Plancha, es una auténdica DollyExperience, si la haces viendo (of course) una película de Dolly Parton, o un concierto de la Kilie Minogue, al ritmo "punta-talón".
¿Que qué es el "punta-talón"?
Pues ponerse muy tiesita, con la espalda recta mientras planchas, y te pones de puntilllas y vuelves al suelo tras unos segundos. ¡TOBILLOS JUNTOS, NENA!
Con el "punta-talón" y la plancha, no te ayudrá a quemar grasas, pero se te pone un culito a lo brasileño que lo flipas, nena.
Y en el próximo capítulo...
El Increíble y Fantabuloso mundo de los Imanes de Nevera y el Toque Diva en la Encimera.
Espero que sigas opinando lo mismo después de unos mesecillos jejeje
Ahora en serio, me alegro un montón por ti :)
No es por dar envidia pero mi novio plancha igual de bien...pero con algo más de pelo jajjaja. Y el cocido ya la preparo yo otro dia, aunque he de decir que no hay mejor cosa que comer con mi amigo en su casa nueva.
Un beso guapo¡¡¡
Hombre, Juan Carlos, tienes un marío guapísimo, pero tanto como el de la foto... ¡ya te gustaría!. Pero coincido en algo: no hay nada mejor que comer tú y yo juntos en casita tranquilamente. Me encantó el otro día nuestra tertulia y café. Será la primera muchas :)
Un besazo!!
felicidades por esa independencia, a que en tu casa te están riquísimas hasta unas patatas cocidas? con respecto a lo de la plancha, lo siento, no estoy de acuerdo, para mi es un tormento chino así que viva la arruga!!
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