Ayer recibí las notas del examen del Noken de nivel 3 al cual me presenté en diciembre. El resultado: he suspendido. Por la mínima, pero he suspendido. El Noken se compone de muchas partes, las cuales dan en total 400 puntos de máxima. Para aprobar, se necesitan 240, esto es, el 60% de las preguntas. De estas, he sacado 233 puntos. Es decir, un 58,2% de respuestas correctas. Así que, lamentablemente, he suspendido.
Concretamente, mis puntuaciones han sido:
Escritura y vocabulario: 60/100.
Comprensión auditiva: 57/100.
Lectura y Gramática: 116/200.
Me siento dividido. Por una parte pienso: joder, qué mierda, he estado a pero muy que muy poco de aprobar. Por otro, me siento orgulloso. Desde el principio, esto era una apuesta muy fuerte teniendo en cuenta el tiempo que llevo estudiando el idioma y las condiciones en que lo he hecho. A principios de este verano pasado no sabía siquiera si hubiera podido aprobar el yonkyuu (nivel 4), y decidí presentarme al tres. Y ¡casi lo consigo!. Y ese conocimiento y esfuerzo ya me ha reportado frutos que nadie va a quitarme aunque no me los reconozcan en un papel. Esto es así, y el haberme atrevido con un nivel por encima del que me correspondía me obligó a mí mismo a darme mucha caña con el estudio. Y lo hice lo mejor que pude.
Así que, honestamente, la sensación que me invade es de alegría, y al mismo tiempo de ganas de seguir. Este diciembre que viene volveré a presentarme y, sin duda, aprobaré e incluso trataré de sacar una nota buena, nada de aprobar por lo raspado. El sentimiento que me invade es, sobre todo, el de por mis cojones que esto lo apruebo. Pero no solo eso: sino que voy a llegar a más nivel todavía, hasta que consiga dentro de unos años aprobar el nikyuu (nivel 2).
Qué pena haber estado tan cerca, pero al mismo tiempo: ¡qué subidón haber podido hacerlo! Es más, ahora sé quie puedo hacerlo. Y lo haré como que me llamo Dani.
12月また、ノケン。Un abrazo.
Concretamente, mis puntuaciones han sido:
Escritura y vocabulario: 60/100.
Comprensión auditiva: 57/100.
Lectura y Gramática: 116/200.
Me siento dividido. Por una parte pienso: joder, qué mierda, he estado a pero muy que muy poco de aprobar. Por otro, me siento orgulloso. Desde el principio, esto era una apuesta muy fuerte teniendo en cuenta el tiempo que llevo estudiando el idioma y las condiciones en que lo he hecho. A principios de este verano pasado no sabía siquiera si hubiera podido aprobar el yonkyuu (nivel 4), y decidí presentarme al tres. Y ¡casi lo consigo!. Y ese conocimiento y esfuerzo ya me ha reportado frutos que nadie va a quitarme aunque no me los reconozcan en un papel. Esto es así, y el haberme atrevido con un nivel por encima del que me correspondía me obligó a mí mismo a darme mucha caña con el estudio. Y lo hice lo mejor que pude.
Así que, honestamente, la sensación que me invade es de alegría, y al mismo tiempo de ganas de seguir. Este diciembre que viene volveré a presentarme y, sin duda, aprobaré e incluso trataré de sacar una nota buena, nada de aprobar por lo raspado. El sentimiento que me invade es, sobre todo, el de por mis cojones que esto lo apruebo. Pero no solo eso: sino que voy a llegar a más nivel todavía, hasta que consiga dentro de unos años aprobar el nikyuu (nivel 2).
Qué pena haber estado tan cerca, pero al mismo tiempo: ¡qué subidón haber podido hacerlo! Es más, ahora sé quie puedo hacerlo. Y lo haré como que me llamo Dani.
12月また、ノケン。Un abrazo.