18 de junio de 2007
Sueños rotos
¡Que el mundo siga equivocándose!
Sí, ya sé que soy un pesado con esos grupos que me gustan, pero no puedo evitar emocionarme cuando un grupo me gusta mucho, pero que mucho mucho, y veo que encima por fin están teniendo el éxito que se merecen.
Ayer fui a ver nuevamente a La quinta estación a las fiestas municipales de Torrejón de Ardoz, donde actuaban gratis en una enorme explanada del recinto ferial del municipio. Acudí allí con mis tíos Juli y Antonio y mi primita Irene, a quienes les he enganchado y se morían por ver en vivo.
Tras un retrasillo provocado por el partido del Madrid (me enteré de que era la jornada definitiva y esos rollos mientras iba hacia allá… es lo que tiene pasar olímpicamente del futbol), Natalia y su banda salieron como siempre a darlo todo.
El concierto fue más de lo mismo en este grupo, es decir, TODO: Natalia con una voz que quita el hipo, simpatía y buen rollo a raudales, un repertorio perfecto y un público entregado en una hora y media de concierto intenso y comedido.
No faltaron los grandes temas de su último disco: Tu peor error (por duplicado, que hubo bis), Ahora que te vas, Sueños rotos, Nada, Cosa de dos, La frase tonta de la semana (mi favorita por goleada), El amor no duele y, por supuestísimo, Me muero, que fue un auténtico karaoke colectivo. De sus dos trabajos previos no dejaron de lado sus exitazos Perdición, Daría, Algo más, Niña, Rompe el mar, Flores de alquiler y la maravillosa e inigualable El sol no regresa, otro de los momentazos de la noche.
La quinta estación empieza a despegar en España tras muchos años de esfuerzo… ¡y ya era hora! Mis tíos y prima se lo pasaron pipa, y pensaron lo mismo que yo desde hace mucho tiempo… que este grupo se merece el éxito por su buen hacer, su humildad y su calidad. Yo personalmente estoy encantado de haber pasado de ir a verlos a salitas pequeñas de 200 personas como mucho a grandes multitudes como la de ayer. Se lo merecen.
Este verano harán más de 40 conciertos por toda España. Si tenéis ocasión, ¡no os los perdáis, gañanes!. Os aseguro que no os arrepentiréis.
Os dejo con un video que grabé ayer (y perdonad la calidad, es lo que tienen los móviles) con mi canción favorita de ellos: La frase tonta de la semana. Sobran las palabras.
Un abrazo.
Babel, un absurdo "quiero y no puedo"
Pues acabé casi más atontado tras ver la película que antes en plena modorra. La nueva película de Alejandro González Iñárritu, tras la fantástica 21 gramos (película que me encantó de principio a fin), trata básicamente de cuatro historias que están supuestamente conectadas. Y digo supuestamente porque dichas conexiones están metidas con calzador del chungo. Estas tienen lugar en diferentes lugares del mundo, y la supuesta (una vez más) gracia del argumento son las barreras idiomáticas, sociales y políticas que dividen este mundo.
Sin desgranar nada del argumento, decir que tras pensarlo bien, creo que he visto una soberana tontería de película. Es de esas películas que pretende un propósito gigante y al final se queda en un churro. Los personajes son malos, muy malos, y están peor definidos (¡¡qué desperdicio la gran Cate Blanchett!!). Por no hablar de los tópicos que se usan en determinados momentos que a veces llegan a ser demagógicos, como la de los mexicanos, que quedan retratados como una panda de gorrinos, juerguistas, salidos, borrachos y paletos.
Al final me doy cuenta de que he visto una gran nadería. La historia de la chica Japonesa, Chieko, es la mejor por goleada por aquello de lo dramático de su situación personal, pero le pasa lo mismo que a las otras historias: que no cuentan nada. Nada de nada, salvo quizá la de la mujer mexicana, Amelia, que sí tiene un puntito de crueldad bastante acusado, llegando a resultar incluso algo crispante. Y eso por no hablar del interminable y plomizo metraje, ufff… le sobra media hora de panorámicas y de escenitas de los lugareños mirando como pánfilos, o de gente divagando en el desierto.
Más aún, añadiré: lo del doblaje de esta película es de juzgado de guardia. Esta película DEBE verse en versión original. En VO cada uno habla como debe, es decir, en su idioma nativo. En Japón se habla japonés, en Mejico se habla español… y cada uno es de la nacionalidad que es. Pues no, en la versión doblada se pasan esto por el mismísimo forro y todos hablan un perfecto castellano. Solo cuando se ponen a hablar entre ellos, personas de distinta nacionalidad, misteriosamente ya no se entienden, y los marroquíes empiezan a hablar por fin su idioma. Evidentemente, esto queda como el culo. O dobláis solo en inglés o no dobléis, pero no hagáis estos crímenes, por favor.
Otra cosa que me parece ya un auténtico chiste es lo de la BSO de Gustavo Santaolalla, que se ha llevado un oscar por su composición para esta película. Sin ofender, pero creo que siendo bastante entendido en bandas sonoras, no solo no creo que esta película se lo merezca, sino que de hecho me parece una mierda pinchada en un palo. ¡¡Pero si solo hay guitarritas sonando a intervalos indecentes!!. ¿Dónde están las grandes BSO del año pasado?.
El único punto a favor de esta película lo tienen los actores, que al menos se lo creen, con especial mención a las féminas Riko Kikuchi y a Adriana Barraza.
Conclusión personal: esta película se merece un aprobado raspado ya que dentro de lo que cuenta no es mala película, pero no consigo comprender tanto bombo a una película que es tan ambiciosa y que, honestamente, es del montón.
Un abrazo.