Los Onsen (温泉) son los famosos baños termales japoneses. Teóricamente, un Onsen propiamente dicho es aquel que procede de las aguas calentadas por un volcán. Japón es una zona volcánica muy activa y cuenta con miles de Onsen por todo el país. Tradicionalmente eran baños públicos y ahora son uno de sus mayores atractivos turísticos. Hay balnearios realmente ostentosos localizados cerca de alguno de ellos, y son realmente increíbles para pasar un fin de semana o unos días.
Separados únicamente en secciones de hombres y mujeres, la gente tiene a su disposición todo tipo de jabones y fragancias de las que se inpregnan antes de darse un relajante baño termal. Y así, todas las veces que se quiera. Con todo el tradicionalismo de Japón, los Onsen son casi un acontecimiento social. Todas las familias, como una actividad más de la misma, van de vez en cuando a uno de ellos. Lo que ellos denominan 裸の付き合い (Hadaka no Tsukiai - Comunión desnuda), ayuda a romper barreras y a conocer a gente en un ambiente de relajación. Y no penséis mal; realmente no hay nada sexista en un Onsen tradicional. De hecho, ¿no veis que en Shinchan, por poner un ejemplo, la familia Noara está todo el día metida en uno?.
Cuando estuve en Japón el año pasado, nuestro hotel de Tokio tenía un Onsen artificial en la planta superior del edificio. Nunca nos bañábamos en la habitación: lo del Onsen al final del día era una maldita bendición. Soñaría con tener algo similar en Madrid. En Kioto también teníamos uno en el hotel, pero un amigo mío me recomendó uno que hay en un pueblecito en la montaña a las afueras llamado Kurama (鞍馬) del cual os dejo una foto aquí abajo. Fue increíble bañarse durante unas horas en aguas termales al aire de lo alto de una montaña.
Separados únicamente en secciones de hombres y mujeres, la gente tiene a su disposición todo tipo de jabones y fragancias de las que se inpregnan antes de darse un relajante baño termal. Y así, todas las veces que se quiera. Con todo el tradicionalismo de Japón, los Onsen son casi un acontecimiento social. Todas las familias, como una actividad más de la misma, van de vez en cuando a uno de ellos. Lo que ellos denominan 裸の付き合い (Hadaka no Tsukiai - Comunión desnuda), ayuda a romper barreras y a conocer a gente en un ambiente de relajación. Y no penséis mal; realmente no hay nada sexista en un Onsen tradicional. De hecho, ¿no veis que en Shinchan, por poner un ejemplo, la familia Noara está todo el día metida en uno?.
Cuando estuve en Japón el año pasado, nuestro hotel de Tokio tenía un Onsen artificial en la planta superior del edificio. Nunca nos bañábamos en la habitación: lo del Onsen al final del día era una maldita bendición. Soñaría con tener algo similar en Madrid. En Kioto también teníamos uno en el hotel, pero un amigo mío me recomendó uno que hay en un pueblecito en la montaña a las afueras llamado Kurama (鞍馬) del cual os dejo una foto aquí abajo. Fue increíble bañarse durante unas horas en aguas termales al aire de lo alto de una montaña.
Si vais a Japón, no dejéis de buscar un Onsen tradicional: os aseguro que es una experiencia que nunca olvidaréis, y de hecho extrañaréis.
Un abrazo.