Hace unos días fui a la embajada de Japón en Madrid (Serrano 109, para quien no lo sepa) a recoger mi solicitud para presentarme al Nihongo Noryoku Shiken (日本語能力試験), Noken para los amigos, es decir, el examen oficial de aptitud del idioma japonés.
El examen se realizará el próximo 7 de diciembre, y yo estoy como un flan, porque tengo cierto miedo escénico y porque, para qué engañarnos, tengo aún muchísimo que estudiar. La razón es, simplemente, que estoy yendo hacia un nivel al que todavía no he llegado.
El Noken tiene cuatro niveles, que van desde el cuatro al uno por orden de dificultad. El 4 es el de menos dificultad, y el 1 es el más difícil. Yo creo que el 4 se me queda muy corto y lo podría aprobar demasiado fácilmente, pues realmente es algo extremadamente básico, así que voy a por el nivel 3 (gramática básica, 300 Kanjis, 1.500 palabras). Insisto: es posible que no lo apruebe, pero tengo que ir a por este nivel. Si no apruebo, al menos tengo la certeza de que el año que viene sí lo haré.
Ya no hay vuelta atrás... ¡¡Allá voy, Noken!!.
Un abrazo.
Ya no hay vuelta atrás... ¡¡Allá voy, Noken!!.
Un abrazo.