15 de noviembre de 2006

Belén Arjona en el Buho real


Hace unos días, concretamente el día 9, asistí al que considero uno de los conciertos más especiales de mi querida Belén Arjona en la sala Buho Real de Madrid. ¿Y por qué es tan especial?. Porque me recordó a aquellos días en los que aún no era famosa ni tenía discos en el mercado, y se recorría todos los baretos de Madrid con su guitarra tocando temas propios o versiones de artistas a los que ella admira.

Muchos son los temas que la he visto interpretar de otros artistas en vivo: desde el Mercedes Benz de Janis Joplin, Stay de Lisa Loeb, Torn de Natalie Imbruglia, I will survive de Gloria Gaynor, I say a little prayer de Aretha Franklin, Stop de Sam Brown, Eternal flame de The bangles, My all de Mariah Carey… y un larguísimo etcétera.

Pero el jueves pasado Belén se centró, sobre todo, en cantar los temas de sus discos, que para eso los tiene. No faltaron Infinito, No habrá más perdón, Mi absolución, Sangre en la nevera, Si no estás, Soy nadie… etc. Todo esto acompañado de un buen rollo impresionante… un aforo de 90 personas cuya mayor parte eran fans, amigos y familia… es decir, calor y la sensación de estar como en casa. Sentados en mesas, tomandote una copa, y escuchando a Belén cantar y contar su vida, su razón de ser y su futuro y pasado. Chico, así da gusto.

Además, Belén interpretó un tema nuevo llamado Rehen, una versión de Creep de Radiohead y, para rizar el rizo, el Fallin’ de Alicia Keys, del cual os dejo un video (incompleto, eso sí) que grabé con mi cámara desde el lateral en el cual estaba sentado.

Belén ya no tiene discográfica. Se ha ido de Warner Music por el espantoso trato que llevaba recibiendo de ellos en el último año, en el cual solo ha salido adelante gracias a sus propios Bolos y al apoyo que tiene de ciertos sectores mediáticos. Esperemos que ahora, con un descanso de por medio, Bel encuentre la compañía que necesita para subir al cielo, donde pertenece profesionalmente hablando.

Y si no es así, sus amigos seguiremos a su lado.

Un abrazo.

La joven del agua

Por petición popular, y la de Sergiote en particular, voy a comentar por fin la última película de M. Night Shyamalan, La joven del agua, cuando curiosamente ya queda muy poquito para su lanzamiento en DVD.

Personalmente, creo haber visto una película que transmite la magia que pretenciosamente pretende. Un cuento de hadas clásico impregnado de cierta peculiaridad y que, pese a distar de resultar redondo en todas sus facetas, resuelve con nota alta en términos generales. Y más si tenemos en cuenta los irregulares trabajos de este autoproclamado sucesor de Hitchcock (algo que, personalmente, me parece muy exagerado).

Recapitulemos: Shyamalan tiene dos grandes películas en su haber, que son El sexto sentido y la incomprendida e impresionante El protegido. Su tercer film, con caracartón Mel Gibson, Señales, un auténtico coñazo insufrible. Y la interesante El bosque, que si bien a mi me pareció muy decente pese al engaño argumental de la cinta y los irregulares actores, a mucha gente se le salieron los higadillos viéndola.

Y ahora lleguemos a La joven del agua. La premisa: una comunidad de vecinos de New Jersey, a cada cual más peculiar y extraño (aunque eso los hace más cercanos y vistosos pese a su más que forzada naturaleza) y un presidente de comunidad de pasado turbio y atormentado interpretado por el excelente Paul Giamatti recibe un buen día la visita de un extraño ser, una especie de hada marina perteneciente a una raza ancestral que tiene que entregar un enigmático mensaje a alguien destinado a cambiar el destino del mundo. Pero esta se ve amenazada por una extraña criatura que le impedirá volver a su mundo sana y salva, y necesitará la ayuda de esta comunidad de vecinos para hacerlo.

Sin desgranar mucho del argumento, decir que la historia es interesantísima aunque se hace algo dispersa y la película, en general, larga. En segundo lugar, las peculiaridades de los vecinos de la comunidad son exageradas, unas más que otras, con especial mención al chico que solo entrena un brazo y el niño vidente capaz de sacar mensajes metafísicos de una caja de cereales. Lo cual, por otra parte, es sumamente divertido.

Bryce Dallas Howard, talentosa hija del espantoso director Ron Howard, cumple sin más. Pone su carita de ser etéreo y apenas aporta mucho más. El peso de todo el film a nivel interpretativo cae sobre Giamatti, que lo asume con dignidad y sale más que bien parado, y en algunos momento con matrícula de honor. De hecho, una de sus secuencias en la película, sin decir cual es, hizo que me pusiera a llorar por lo desgarrador de su actuación y la fuerza que desprendió. De oscar, desde luego.

Como anécdota, decir que el propio Shyamalan aquí riza el rizo y, lejos de aparecer como en cualquiera de sus películas en plan cameo, aquí tiene un papel importante: el del escritor visionario.

En definitiva, aunque muchos aborrecerán el tedioso ritmo narrativo y quizá no sean del agrado del género, esta película es un cuento clásico de los que no recordaba desde hace mucho tiempo, sin épica ni artefactos magnificadores. La música de James Newton Howard es simplemente maravillosa y embriagadora, y Paul Giamatti está soberbio. Lo peor: la secuencia del escritor prepotente enfrentándose al peligro, que todos encontraron muy graciosa y a mi, una petardada.

Una película muy digna de ver, emocionante a momentos, divertida a otros, y llevada con buena realización. Simple pero efectiva. Os la recomiendo abiertamente.

Un abrazo.

Cena de parejas

Recapitulemos...
Anoche me fui de cena con una panda de amigos.

- Jose y su novio Miguel.
- Carlos y su novio Nacho.
- Sergiote y su novio Antonio.

Y yo...

La frase tonta de la semana

No seré yo quien te despierte cada mañana
como un chiquillo pegando gritos frente a tu casa.
Ya no estaré detrás de ti cuando te caigas...
Pero no creo, sinceramente, que te haga falta.

No seré yo quien guíe tus pasos cuando te pierdas.
No seguiré quemando noches frente a tu puerta.
Ya no estaré para cargarte sobre mi espalda...
Pero no creo, sinceramente, que te haga falta.

Y sé que vas a estar mejor cuando me vaya...
y sé que todo va a seguir como si nada...
Yo seguiré perdido entre aviones,
Entre canciones y carreteras.
En la distancia no seré más tu parte incompleta.

No es que yo quiera convertirme en un recuerdo,
Pero no es fácil sobrevivir a base de sueños.
No es que no quiera estar contigo en todo momento...
Pero esta vez no puedo darte lo que no tengo.

Y sé que vas a estar mejor cuando me vaya...
Y sé que todo va a seguir como si nada...
Mientras escribo sobre la arena
La frase tonta de la semana...
Aunque no estés para leerla en esta playa.


La quinta estación