Pues sí, quién me iba a decir a mi que esto del blog me duraría nada menos que la friolera de
cuatro años y que ademas me encontrara en una situación en la cual este rinconcito virtual significara tanto para mi.
Hace cuatro años, como podréis comprobar en el ya recién inagurado enlace de
Hace cuatro años, mi objetivo era sobre todo escribir acerca de
inquietudes más o menos trascendentales, expresar opiniones generales que pasaban por mi cabecita, y poco más. La evolución en cuatro años es total: mi
vida, mi forma de ver las
cosas, la misma forma en la que me
expreso en este blog, han
cambiado mucho, y lo mejor de todo es que puedo mirar hacia atrás y verme reflejado en estas páginas para bien o para mal. Abrí este blog porque mi ahora
ex, Sergio,
hizo lo propio y me parecía una idea interesante, y hoy en día miro hacia atrás con mucho
orgullo sobre mis propias palabras, fueran acertadas o erráticas. Ver palabras de hace tres o cuatro años, tras haber pasado el periplo del paso del tiempo y la
fermentación que supone sobre muchos acontecimientos permite ver todo con una mezcla de claridad, alivio, nostalgia y alegría, hasta lo más oscuro.
Y no todo en este blog son
trascendentalidades: me gusta hablar de todo, desde lo más petardo hasta lo más profundo, dejar una gotita de mi ser, de todas las partes que lo componen. De mi vida y de lo que no lo es, de lo que me gusta hacer y de lo que detesto, de las gentes que quiero y desprecio, del pasado, del presente y del futuro. Y hacerlo
positivamente, con afabilidad y con el único afan de documentar, informar y quizá demostrarme a mí mismo que valgo un poquito más cada día, que me hago más
grande.
A todos los que leéis este blog, os doy las gracias, porque muchas veces los motivos de que escriba sois vosotros: se agradece esa fidelidad.
Gracias.
Un abrazo.