Sí, ya sé que el titulo de esta entrada se las trae, pero no se me ocurre nada más apropiado para describir este pasado puente del Pilar. He pasado casi todos estos días
pocho, con dolor de pecho, dolor de cabeza y
malestar general. Pero como soy un
cabezota nato, me he empeñado en disfrutar lo que he podido estos días de asueto.
Cabe destacar que no he salido un solo día por ahí de copas ni nada, y que casi todo lo que he hecho ha sido disfrutar de mis amigos más cercanos, es decir, los de siempre (y esto no es en absoluto
despectivo, ojo), jugar a la
videoconsola y ver la tele. Eso aparte de mi ración de
Algidol cada 8 horas, claro.
El jueves 12 pasamos un día tranquilo en el
Juan Carlos I de
picnic y haciendo el tonto, jugando a las cartas…y en mi caso, echarme una siesta a pierna suelta. Hacía mucho tiempo que no me tomaba un día así, en el parque bajo el sol y con Sandwiches, y la verdad es que estuvo realmente bienvenido. Falta me hacía… pero como me puse bastante malo por la noche, a las 8 ya estaba en casa.
Allí permanecí hasta después de comer el viernes, momento en el cual me fui con mis
primos pequeños y mi tía Pepa. ¡No veas qué contentos se pusieron los enanos!. Normal: a Jorge y Ángela les llevé un Caballero de
Escorpio, el cual montamos entre todos y lo pusimos en su cuarto, y sobre todo la alegría que se llevó Victor cuando le di el
Kingdom Hearts 2 con su correspondiente guía de Piggyback. Mientras yo tomaba café con mi tía, no tardaron ni dos minutos en
estrenarlo. El resto de la tarde fue un compendio de paseo por el parque y juegos de baloncesto en el parque cercano a su casa. Fue una tarde buena de no ser por lo malo que me volví a poner cuando cayó la noche. Pues nada, un
Espidifren y a aguantar, que tocaba cena con
Javi y
Fernando, a los cuales hacía mucho que no veía, y para ultimar mi ansiado viaje a
Chicago el sábado que viene. De hecho ya he ido a por mi
cash al banco, jeje…
¡Oh, por cierto!. Olvidaba que el majo de mi jefe me hizo ir un par de horas a la oficina el viernes para
mirarle una cosa. Mejor no me pondré a relatar la profunda rabia que me produjo el tener que hacerlo, que me enrollo cosa mala y total para nada…
Sabado: reclusión todo el día en casa de nuevo gracias a mi trancazo, y cena en casa de Jose. Me obligaron a ver
Saw II, de cuya
saga no había visto ninguna entrega y cuya única referencia que tenía era la parodia de esta de
Scary Movie 4. Puedo jurar y juro que
jamás volveré a ver una sola entrega. Se me puso un mal cuerpo de tres pares de narices. Lo siento, es que yo no le veo ningún atractivo a este tipo de cine, qué le vamos a hacer.
El domingo fue igual… mucho
Final Fantasy mañanero, comida multitudinaria en casa (mi madre tuvo el detallazo de invitar a toda la tropa además de mis primos), y luego por la tarde, sesión de cine con
El laberinto del Fauno, que me pareció francamente
interesante para ser una película de origen español-mexicano y con una dirección de actores realmente buena. Es de lo mejor que he visto últimamente salvo por su lento desarrollo y su ambigua resolución. En todo caso, muy recomendable y entretenida. Por cierto, nunca pensé que diría esto… ¡un Goya para
Maribel Verdú!. (aparte de a
Sergi López, que se lo merece con creces).
Poco más que añadir: lunes de oficina. Comienza de nuevo la
guerra. Las cifras de tráfico este puente han sido
antológicas y eso solo supone más y más
trabajo para mi. Pero en el fondo me río y me quiero seguir riendo: la semana que viene me pregunto si veré la autopista desde la
Torre Sears…
Un abrazo.