Solo era cuestión de tiempo...
Y es que por fin, señores, conocí en persona a Mr. Finnegan Bell, mi Shimai, en el viaje que hice a Barcelona este pasado fin de semana. Ya había ganas tras casi un año de amistad virtual, y tengo que agradecerle a él y a su husbear T.T. que hicieran todo el camino desde Girona hasta Barcelona solo por conocer a este pobre calvito.
Y ahora poniéndonos algo más trascendentales, tengo de decir que, al igual que el maravillsoso T.T. dice en su blog sobre nuestro encuentro, uno de esos pocos placeres reales, auténticos, genuínos y verdaderos que te dan al tener un blog, es conocer gente tan fantástica como son ellos dos. Tenía muchísimas ganas de conocer finalmente a Finn, con quien hablo muy a menudo, pero aunque a T.T. no le tenía tan centrado como a su churri, lo cierto es que no podría haberme caído mejor. Solo lamento la brevedad del encuentro, porque cuando se está en una gran compañía como esta, un buen café y conversación para dar y tomar, no puede haber nada mejor en la vida. Así que reiterarme simplemente en eso, que espero que sea la primera de muchas más y que, en todo caso, el encuentro del viernes fue increíble. Gracias con todo mi corazón, por ser, por existir, por estar.
Y voy a decir una frase que viene muy al cuento: Un hermano puede no ser un amigo, pero un amigo será siempre un hermano. (Demetrio de Falero, filósofo ateniense).
Shimai, petardísima de mi coraçao, cuídamele bien a tu T.T., ¿eh?. ¡Que vale mucho!.
Y ahora poniéndonos algo más trascendentales, tengo de decir que, al igual que el maravillsoso T.T. dice en su blog sobre nuestro encuentro, uno de esos pocos placeres reales, auténticos, genuínos y verdaderos que te dan al tener un blog, es conocer gente tan fantástica como son ellos dos. Tenía muchísimas ganas de conocer finalmente a Finn, con quien hablo muy a menudo, pero aunque a T.T. no le tenía tan centrado como a su churri, lo cierto es que no podría haberme caído mejor. Solo lamento la brevedad del encuentro, porque cuando se está en una gran compañía como esta, un buen café y conversación para dar y tomar, no puede haber nada mejor en la vida. Así que reiterarme simplemente en eso, que espero que sea la primera de muchas más y que, en todo caso, el encuentro del viernes fue increíble. Gracias con todo mi corazón, por ser, por existir, por estar.
Y voy a decir una frase que viene muy al cuento: Un hermano puede no ser un amigo, pero un amigo será siempre un hermano. (Demetrio de Falero, filósofo ateniense).
Shimai, petardísima de mi coraçao, cuídamele bien a tu T.T., ¿eh?. ¡Que vale mucho!.
Aquí dejo una foto de T.T. con un grano muy feo que le salió en el cuello esa noche, para que no se diga que solo tengo ojos para Finn.
Y finalmente, otra foto del trío calavera. Vaya plano, ¿eh?.
Un abrazote.