Este fin de semana me ha cundido con el visionado de tres películas de muy distinta índole... es lo que tiene que te quedes sin coche por culpa de la incompetencia de ciertas marcas automovilísticas y las malas calidades que tienen... que al final te ves obligado a quedarte en casa encerrado ante la imposibilidad de salir... o de tardar 2 horas en llegar al centro de Madrid para ver ese apaño sobresaturado de Camdem Town Londinense que han hecho este fin de semana... pero bueno, ciñámonos a las películas que he visto...
El viernes fui al cine a ver en V.O. junto a mi amigo Fernando una película independiente llamada Boy Culture, que trata de una historia ultratópica de 3 gays que viven en Seattle compartiendo piso. Uno de ellos, el protagonista, que está como un queso (no recuerdo que me deleitara nadie tanto la vista desde Gerard Butler en Tom Raider 2, que por cierto emitieron ayer en TVE), de profesión Chapero de lujo y que solo se hace llamar como X, está enamorado en secreto de uno de sus compañeros de piso, un chico de color. A su vez, el tercero está enamorado del primero. Un triángulo de lo más raro. El desarrollo existencialista de la historia es muy entretenido pero lleno de tópicos gays a más no poder y con un final tan previsible y ñoño como vergonzante, impropio de la supuesta "dureza" de la historia. Pasable, sin más.
El sábado, tocaba la esperada Shrek tercero, la cual fui a ver con toda la tropa de amigos y familia. Decepcionante a más no poder. Shrek tercero se limita a repetir los mismos gags que en las dos anteriores partes añadiendo un par de detalles interesantes como el mago Merlín o las princesas frikis, pero también a personajes absurdos y sosos como el rey Artie-Arturo. La peli simplemente se deja ver, pero el guión brilla por su ausencia y la originalidad se recuce al mínimo, lo cual le quita absolutamente todo a esta saga que si por algo se caracterizó en su momento fue por su desbordante y original guión. Por lo demás, para mi lo mejor sigue siendo el gato con botas (el mejor trabajo de la carrera de Antonio Banderas, jijiji...), algunos detalles de la escenografía (demasiados cartelitos en esta para quien no entienda inglés, por cierto, y encima sin subtitular... me pasé la peli traduciendo carteles a mis amigos), y el fabuloso doblaje al castellano. Por lo demás, absolutamente olvidable.
Y ahora llega lo mejor del fin de semana: por fin he podido ver, y esta vez en Blu-Ray, la ganadora del oscar de este año pasado, Infiltrados de Martin Scorsese. Genial, magistral, magnífica. Peca de ser algo larga, pero es clara, concisa y bien narrada. Los actores están soberbios (salvo quizá Mark Wahlberg, que lo poco que aparece está absolutamente poco creíble y sobreactuado), con mención especial a DiCaprio, y en general es una película policiaca - gangsters - detectivesca absolutamente sublime. Y esto lo dice alguien a quien la anterior película de Scorsese, Gangs of New York, le pareció una auténtica bazofia. Una película excelente y que recomiendo a quien no la haya visto aún.
El fin de semana, aparte de esto, ha sido un cúmulo de disgustos personales y materiales, amén de algún que otro cruce desagradable (triste, más bien)... pero estas cosas, supongo, pasan a diario.
Disfruten del cine, señores, que es lo mejor de la vida y no causa tantos problemas.
Un abrazo.