Cuando te vas al trabajo por la mañana, un 25 de julio como este (felicidades a todos los Santiagos!), y te das cuenta de que a las 8:45 de la mañana ya hay la friolera (palabra poco apropiada, por cierto) de 31 grados en la calle, es que se aproxima un día de muuuuuuuuuucho calor... en fin, encomendémonos a San Aire Acondicionado...
Un abrazo.