3 de abril de 2006

Me gusta la VO... soy raro, pues

Hace un par de días me encontraba en medio de una comida amigo-familiar (50% por cada parte), y como suele ocurrir en cualquier acto social en el que yo me encuentre, salió a relucir el asunto del cine y las series de televisión que más me gustan.

Cual fue mi sorpresa que al ir avanzando la conversación me sentí acorralado por cada uno de los presentes cuando llegamos al asunto de la Versión Original. Acorralado y acosado más bien, porque menudos epítetos que me dedicaron cuando me puse a defender la postura de Lo mejor, la VO. Lo más light que se me dijo fue que yo era muy raro.

El tema, creo recordar, salió cuando mi madre empezó a preguntarme si ya tenía en el ordenador los capítulos 2 y 3 de la segunda temporada de Mujeres desesperadas, y yo le dije que aún no, pero que yo ya había visto hasta el capítulo 17, pues yo siempre lo veo en Versión Original con o sin subtítulos. Entonces no se me ocurrió nada mejor que decir que yo ya no soportaba ver esa serie en versión doblada porque se pierde una auténtica barbaridad en todo, y porque cuando escuchaba a Bree Van de Kamp no podía evitar pensar que estaba también escuchando a Ally McBeal. Pues nada, empezó el ataque al respecto. “Tú es que eres muy finolis”, “Es que no todos somos tan listos”, “Casi nadie ve cosas en versión original, el raro eres tú”... bla bla bla. Entonces todos los presentes, sin excepción, secundaron dichos comentarios. ¡Toma ya!.

¿Pero qué tendrá que ver ser listo o no con ver algo en versión original?. Conozco a más de una persona que, sin saber inglés apenas, prefieren ver las películas o series en su versión auténtica. A esto me respondieron “Esos son bichos raros, yo nunca vería nada que no entiendo”.

Vamos a ver... que sí, que lo entiendo, que el 90% de las veces veo las películas dobladas porque entiendo que lo más relajado o la moneda de cambio habitual es ver las cosas en español, pero sentí como que ese respeto que yo sí proceso a todo el que ve las cosas dobladas no era recíproco. ¿Por qué tengo que sentirme raro si me apetece ver una película o una serie en versión original, si además tengo el más que agradable aliciente de saber perfectamente inglés?. ¿Es que no puedo hablar de Lost en vez de Perdidos?. ¿Es que no puedo decir Desperate Housewives en vez de Mujeres desesperadas?.

Yo no tengo nada en contra del doblaje, nada en absoluto, pero de ahí a tener que convertirme yo en el rarito de la familia por gustarme ver las cosas en su idioma original... bueno, simplemente me resulta un tanto irritante.

That’s the way it is, supongo que sería lo más apropiado decir…

Un abrazo.

Mi Kobolói griego


Bueno, este es un bonito regalo que me ha traído mi buen amigo Carlos desde Atenas. Se trata de un Kobolói o Kobos, que es una especie de Rosario de cuentas pero que a priori no tiene ningún significado religioso en la actualidad. Eso sí, todo el mundo lo lleva en Grecia, parece ser, entre la población masculina. Y no por nada en concreto... es como una parte más de tu vestuario. Que si es un desestresante, que si simplemente te gusta llevar uno... en todo caso, desde que lo tengo este sábado le he cogido el gustillo a llevarlo en la mano. Supongo que no lo llevaré siempre conmigo, pero es gracioso y me ha parecido un regalo de lo más bonito. ¡Qué majo es mi Carlos!.
He encontrado una web donde te cuentan muy bien qué es este invento, muchísimo mejor que yo: Kobolói.
Un abrazo!