Ayer fui al estreno de Harry Potter y la Orden del Fénix, quinta entrega de las aventuras del joven mago ideadas por la forradísima J.K. Rowling, y he salido francamente agradado y decepcionado a partes casi iguales, con mayor presencia (afortunadamente) de lo primero.
El mayor problema que siempre he encontrado en las películas de Harry Potter es su actor protagonista, Daniel Radcliffe, que si bien de niño se le podía disculpar, ya no es el caso: el pobre no sirve ni para actor de telenovela. Es malo y con ganas. Pero mucho mucho, ¿eh?. El Casting original de Potter, hasta ahora casi inalterado, se basó en el físico y aptitudes de unos niños de 9 y 10 años que ahora ya rozan la mayoría de edad, algo que ahora muestra a los que realizaron dicho casting las carencias que estos niños tienen ahora. Casi todos son malos con ganas, con excepción quizá de Emma Watson, que da bastante el pego como Hermione Granger. Luego está el hecho de que, en comparación con los demás, Radcliffe es un auténtico canijo, y si no sólo hay que fijarse en la enorme cantidad de escenas en que esto queda patente.
Pero entremos en la película en sí: ya he leído todo tipo de comentarios negativos, y lamento no estar de acuerdo. Esta es, a mi gusto, mucho mejor que la espantosa anterior entrega, Harry Potter y el cáliz de fuego. Espantosa por ese montaje tan horrible del que hacía gala. No es que esta sea el colmo de la coherencia, pero sí mucho más comprensible y coherente.
El problema de La orden del Fénix empieza desde el propio título: no tiene nada, pero nada que ver con lo que acontece en la película, salvo la anécdota de que existe un grupo que lucha contra Voldemort que se llama así. Y punto. Y luego, como todo libro de 900 páginas que se ve reducido a poco más de dos horas de metraje, se enfrenta a los brutales tijeretazos. Y aún así, creo que ha salido bastante indemne, porque no falta casi nada de lo más importante. El director David Yates ha optado por asumir que el espectador ya conoce mediante los libros muchísimos detalles y por eso simplemente los obvia, aunque a mi me han dejado algo descolocado, como la no-presentación de personajes tan interesantes en el libro como Nymphadora Tonks, o el hecho de que Potter llame Canuto a Sirius (cuando en la tercera película, esto quedó casi obviado). También se muestran muchas cosas inútiles (a mi la trama de Cho y Harry me sobraba), y se inventan deprisa y corriendo y apenas sin explicar lo de la sala de los Menesteres, lo de los Centauros y otra serie de lindezas. Eso, por descontado, me ha parecido bastante lamentable
Y lo peor de todo: el impresionante reparto británico que ve todos sus papeles relegados a pequeñísimos cameos: Maggie Smith, Emma Thompson, Alan Rickman, Helena Bonham-Carter o Ralph Fiennes apenas aparecen para decir solo 2 o 3 frases absurdas, algo que me da mucha rabia, aunque entiendo que sus personajes son latentes, es decir, que están ahí hasta que cobren más importancia. Al menos, Gary Oldman aquí tiene 4 o 5 escenas, que no es poco. La aportación más importante de esta película es Imelda Staunton, que interpreta al odioso y repelente personaje de Dolores Umbridge, y lo hace con matrícula: transmite (aunque no tanto como en el libro) esa sensación de querer degollarla con tus propias manos cada vez que entra en escena. También me ha parecido muy buena la actuación de la debutante Evanna Lynch como Luna Lovegood, un personaje que, de momento, está igual que como lo imaginaba en los libros.
El ritmo es irregular, con una tendencia espantosa a meter cortes cada vez más bestias, SOLO AL FINAL del metraje, precisamente donde la trama toma mucha más tensión. Craso error: toda la película es una typical Potter con chorradillas de colegio y una trama creciente que explota al final. Lo peor es lo de Harry y Cho, con aplausos en el cine incluídos, con el chorrabeso que se pegan, magnificado hasta la saciedad por decenas de niños de risa fácil que había en la sala (pese a haber ido a una sesión relativamente tardía). En fin, cosas que pasan.
A mi me ha gustado bastante más a nivel de coherencia que la anterior (que pese a ser espectacular, su montaje la convertía en algo infame), aunque reconozco no ser objetivo: me encantan los libros de Potter y me muero por hacerme con el último de ellos dentro de 9 días. Yo recomiendo altamente el visionado de la película, y que uno juzgue. Creo que les ha salido un digno resultado a pesar del tiempo de metraje.
El mayor problema que siempre he encontrado en las películas de Harry Potter es su actor protagonista, Daniel Radcliffe, que si bien de niño se le podía disculpar, ya no es el caso: el pobre no sirve ni para actor de telenovela. Es malo y con ganas. Pero mucho mucho, ¿eh?. El Casting original de Potter, hasta ahora casi inalterado, se basó en el físico y aptitudes de unos niños de 9 y 10 años que ahora ya rozan la mayoría de edad, algo que ahora muestra a los que realizaron dicho casting las carencias que estos niños tienen ahora. Casi todos son malos con ganas, con excepción quizá de Emma Watson, que da bastante el pego como Hermione Granger. Luego está el hecho de que, en comparación con los demás, Radcliffe es un auténtico canijo, y si no sólo hay que fijarse en la enorme cantidad de escenas en que esto queda patente.
Pero entremos en la película en sí: ya he leído todo tipo de comentarios negativos, y lamento no estar de acuerdo. Esta es, a mi gusto, mucho mejor que la espantosa anterior entrega, Harry Potter y el cáliz de fuego. Espantosa por ese montaje tan horrible del que hacía gala. No es que esta sea el colmo de la coherencia, pero sí mucho más comprensible y coherente.
El problema de La orden del Fénix empieza desde el propio título: no tiene nada, pero nada que ver con lo que acontece en la película, salvo la anécdota de que existe un grupo que lucha contra Voldemort que se llama así. Y punto. Y luego, como todo libro de 900 páginas que se ve reducido a poco más de dos horas de metraje, se enfrenta a los brutales tijeretazos. Y aún así, creo que ha salido bastante indemne, porque no falta casi nada de lo más importante. El director David Yates ha optado por asumir que el espectador ya conoce mediante los libros muchísimos detalles y por eso simplemente los obvia, aunque a mi me han dejado algo descolocado, como la no-presentación de personajes tan interesantes en el libro como Nymphadora Tonks, o el hecho de que Potter llame Canuto a Sirius (cuando en la tercera película, esto quedó casi obviado). También se muestran muchas cosas inútiles (a mi la trama de Cho y Harry me sobraba), y se inventan deprisa y corriendo y apenas sin explicar lo de la sala de los Menesteres, lo de los Centauros y otra serie de lindezas. Eso, por descontado, me ha parecido bastante lamentable
Y lo peor de todo: el impresionante reparto británico que ve todos sus papeles relegados a pequeñísimos cameos: Maggie Smith, Emma Thompson, Alan Rickman, Helena Bonham-Carter o Ralph Fiennes apenas aparecen para decir solo 2 o 3 frases absurdas, algo que me da mucha rabia, aunque entiendo que sus personajes son latentes, es decir, que están ahí hasta que cobren más importancia. Al menos, Gary Oldman aquí tiene 4 o 5 escenas, que no es poco. La aportación más importante de esta película es Imelda Staunton, que interpreta al odioso y repelente personaje de Dolores Umbridge, y lo hace con matrícula: transmite (aunque no tanto como en el libro) esa sensación de querer degollarla con tus propias manos cada vez que entra en escena. También me ha parecido muy buena la actuación de la debutante Evanna Lynch como Luna Lovegood, un personaje que, de momento, está igual que como lo imaginaba en los libros.
El ritmo es irregular, con una tendencia espantosa a meter cortes cada vez más bestias, SOLO AL FINAL del metraje, precisamente donde la trama toma mucha más tensión. Craso error: toda la película es una typical Potter con chorradillas de colegio y una trama creciente que explota al final. Lo peor es lo de Harry y Cho, con aplausos en el cine incluídos, con el chorrabeso que se pegan, magnificado hasta la saciedad por decenas de niños de risa fácil que había en la sala (pese a haber ido a una sesión relativamente tardía). En fin, cosas que pasan.
A mi me ha gustado bastante más a nivel de coherencia que la anterior (que pese a ser espectacular, su montaje la convertía en algo infame), aunque reconozco no ser objetivo: me encantan los libros de Potter y me muero por hacerme con el último de ellos dentro de 9 días. Yo recomiendo altamente el visionado de la película, y que uno juzgue. Creo que les ha salido un digno resultado a pesar del tiempo de metraje.
ATENCIÓN: NO LEER EL SIGUIENTE PÁRRAFO SI NO SE HA LEÍDO EL LIBRO
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Por cierto, realmente LAMENTABLE la escena de la muerte de Sirius Black, absolutamente desdramatizada y hueca, nada que ver con lo redonda que les salió la de Cedric Diggory en la anterior película. ¡Señores, que se ha muerto Sirius Black!. Y nadie parece haberse enterado. Sirius no merecía un final tan soso, podría haberse sacado mucho jugo dramático de esa escena así como de la RECORTADÍSIMA conversación entre Harry y Dumbledore al final, aderezado de un discursito sobre que mal todo, pero como somos amigos seremos felices para siempre que apesta.
Por cierto, realmente LAMENTABLE la escena de la muerte de Sirius Black, absolutamente desdramatizada y hueca, nada que ver con lo redonda que les salió la de Cedric Diggory en la anterior película. ¡Señores, que se ha muerto Sirius Black!. Y nadie parece haberse enterado. Sirius no merecía un final tan soso, podría haberse sacado mucho jugo dramático de esa escena así como de la RECORTADÍSIMA conversación entre Harry y Dumbledore al final, aderezado de un discursito sobre que mal todo, pero como somos amigos seremos felices para siempre que apesta.
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Es lo malo de conocerte un libro de memoria, que solo sabes ver los peros. Luego te pones a pensar en la escenografía, es los divertidos efectos mágicos y los efectos especiales (salvo lo de Grawp o las bolitas del dpto. de Misterios), en la correctísima y decente banda sonora, y en lo entretenido que ha sido pasar más de dos horas con los carismáticos personajes del universo Potter y dices… ¡qué coño!. ¡Me lo he pasado de fábula!.
Y no puedo dejar de decirlo: ¡¡Que alguien cambie a quien hace los carteles de las películas de Potter!!. ¡¡Son todos absolutamente IGUALES!!. ¡¡Y que se dejen de memeces conel doblaje de estas películas, que nos estamos volviendo locos!!.
Ahora, a esperar a El principe mestizo.
Un abrazo.
Es lo malo de conocerte un libro de memoria, que solo sabes ver los peros. Luego te pones a pensar en la escenografía, es los divertidos efectos mágicos y los efectos especiales (salvo lo de Grawp o las bolitas del dpto. de Misterios), en la correctísima y decente banda sonora, y en lo entretenido que ha sido pasar más de dos horas con los carismáticos personajes del universo Potter y dices… ¡qué coño!. ¡Me lo he pasado de fábula!.
Y no puedo dejar de decirlo: ¡¡Que alguien cambie a quien hace los carteles de las películas de Potter!!. ¡¡Son todos absolutamente IGUALES!!. ¡¡Y que se dejen de memeces conel doblaje de estas películas, que nos estamos volviendo locos!!.
Ahora, a esperar a El principe mestizo.
Un abrazo.