28 de diciembre de 2006

Querer

Qué bonito es tener a alguien a quien querer, alguien que te espera en casa cuando llegas, alguien que te llama y te manda mensajes solo para decirte que te quiere... qué bonito es dormir con alguien hasta las tantas de la mañana sin prisas... ¿verdad?

Laura Pausini CANTA

Simplemente, me encanta. El nuevo disco de Laura Pausini, titulado Yo canto, es oro puro. Se trata de versiones de grandes éxitos de la música italiana de los últimos 20 años, según la propia Pausini afirma, y eso se nota. Las canciones, casi todo baladas muy comerciales pero extremadamente bellas, son impresionantes. Lo mejor es la lírica de casi todas ellas, poéticas y hermosas hasta decir basta.
No me quiero extender mucho, pero me gustaría destacar, aparte del sencillo Yo canto, el dúo con el omnipresente Juanes llamado Mi libre canción, que te pone la carne de gallina, y la tristísima pero preciosa Cinco días. También son muy destacables la animada Y mi banda toca el Rock, Dispárame dispara o En los jardines donde nadie va, aparte del segundo dueto del disco con Tiziano Ferro, titulado No me lo puedo explicar. Eso por mencionar solo mis favoritos, porque el disco entero es escuchable 100%.
¡¡No dejéis de escucharlo!!.

Extenuación

Los dos pasados días han sido, con diferencia, los más cansados de todo el año hasta la fecha, si nos atenemos a términos físicos. El pasado martes aterrizó en mi casa todo el caos de cajas y muebles, y pasé todo el día supervisando montaje, abriendo cajas, trasladando cosas de un lado para otro entre mi casa y las de mis tías y, evidentemente, acabé sumamente destrozado. Pero solo era el preludio…

Ayer acabé extenuado. Alquilé una furgoneta grande desde primera hora de la mañana y me dediqué, con la ayuda de la familia, a trasladar muebles de un lado para otro, entre mi casa vieja y la nueva, así como la ingente cantidad de cajas que ya tenía preparadas… libros, DVD’s, cosas personales, etc… no se lo recomiendo a nadie, de verdad. Acabé tenso, nervioso, harto y cansado… muy cansado. La última mudanza en la que había participado activamente fue en Mayo del año pasado y, comparada con esta, aquella fue un camino de rosas.

Pero todo tiene su recompensa: lo más difícil ya está hecho. Ahora quedan cosas menores, como la ropa (que se hace poco a poco), cosillas sueltas y poco más. Luego tocará organizar, pero eso ya lo haré despacio y sin prisa. Ya tengo luz y agua, y solo me falta el gas y el teléfono para poder vivir cómodamente.

Lo cierto es que estos días echo mucho de menos escribir un poco más activamente en el blog, pero lo de la casa me absorbe el 100% de mi tiempo. Me han pasado muchas cosas, como el haber visto a mi querido profesor Angelote, las cenas con mis amigos, la nochebuena familiar (de la cual amenazo con colgar un video en YouTube), y un largo etcétera. Pero no puedo ponerme a relatar todo, sería una auténtica quimera.

Mejor será que vuelva al tajo. Esta tarde toca una misión compleja: trasladar mi vitrina de objetos de El Señor de los anillos a la casa nueva. Eso sí que va a ser tela marinera…

Os dejo con una preview de mi salón. Aunque parezca imposible, es el mismo sitio que el post Bienvenidos que puse hace unos días. Me va a quedar una casa acojonante, desde luego…

Un abrazo.

Malestar

Llevo unos días dándole vueltas a un asunto bastante peliagudo y que me tiene la cabeza carcomida. No he mencionado nada porque me daba bastante reparo, pero supongo que ya no tiene mucho sentido ocultarlo por estos lares.
Cuando fui a Chicago hace un par de meses, me acerqué a la zona gay de la ciudad, en el barrio de Belmont, y me metí en un bar impresionante llamado Sidetrack, que me encantó. Pero eso no es lo más importante, sino a quien conocí allí. Se trataba de Matthew Fox... nada más y nada menos. Cuando le vi me quedé de piedra, no esperaba encontrarme a este tiarrón que admiro tanto (sobre todo por su físico, para qué engañarnos). Pues nada, le saludé, evidentemente, y para mi sorpresa entablamos una conversación entretenida y de ahí pasamos a tomar algo.
En fin, el caso es que al final... digamos que acabamos intimando del todo. Nos vimos los días posteriores por la ciudad... y desde entonces nos mandamos E-Mails, hablamos a veces por teléfono... y el caso es que a mi me está gustando mucho él, lo cierto es que demasiado. No sé qué hacer... porque él estaba en Chicago de paso, realmente se mueve entre Los Angeles y Hawaii para el rodaje de Perdidos... ¿es sensato plantearse una relación con alguien que vive a medio mundo de ti?.
En fin, seguiré comiéndome el coco...
Un abrazo.